Enséñame a amar

Parte 14

Parte 14

Emilia le había contado a su amiga Lorena en la primera semana de noviazgo que tenía una relación con Gabriel. La rubia prometió callarse dentro de la facultad para no dejarlos expuestos.

Después del campamento Emilia quería ver a su amiga así que cuando Gabriel estaba llevándola a su casa ella decidió llamar a Lorena, pero ella de nuevo la rechazó porque estaba "ocupada". No le dio una razón concreta.

-No quiero ser un bocón pero yo sé donde esta tu amiga ahora...

-Ya me imagino donde y con quién está. Con Leo.

-Sí, pasaron el fin de semana juntos, como nosotros.

-Me encanta que estén juntos pero no sé por qué evita contármelo.

-Dale su tiempo, cuento menos esperes te lo va a contar... ¿Tienes ganas de ir al cine? Digo, ya que Lorena está ocupada.

-Bueno vamos, veamos qué películas hay hoy.

Vieron una película de terror. Emilia no estaba asustada pero Gabriel no demostraba lo mismo. Él tomaba la mano de ella pero tenía la precausión de no apretarla mucho para no lastimarla. A ella le causaba gracia como intentaba taparse la cara escondiéndose su cara en el cabello de ella. El cine estaba casi lleno y eso hacía que no explotara en carcajadas. La película fue corta. Al terminar pasearon un poco por la plaza que estaba cerca.

-¿Qué te pareció la película?- preguntó él.

-La película mala, pero eso no es lo que más me llamó la atención. ¿Desde cuando el "Gran Gabriel" es tan miedoso?

-Yo no soy el "Gran Gabriel".- dijo riéndose- Es que los fantasmas salían de la nada y ponían una música que sí asustaba.

-Creo que esta noche no vas a poder dormir solo, chiquitín.- dijo ella parando la marcha y juntando sus manos detrás del cuello de Gabriel. Se puso de puntillas y lo besó.- Cuando estoy con zapatillas no llego tan fácil a besarte, ere más alto- dijo ella riendo.

-Me parece que la chiquitina es otro...- dijo él abrazándola por la cintura y besándola también.-Quizás tengas que quedarte conmigo hoy...

- Vamos a tener que solucionar esto.- respondió Emilia mientras se separaba un poco de él y sacaba su celular de su cartera. Texteó a su mamá para avisarle que se quedaría esa noche en la casa de Gabriel. Luego guardó el celular y le dedicó una mirada a su novio.- Conseguiste niñera para esta noche.

-Vamos hermosa, yo sé que me vas a cuidar bien, quizás hasta te pida que duermas conmigo.

-Todo sea por alejar los fantasmas.

Llegaron a la casa de Gabriel e hicieron la cena. Comieron y miraron otra película, ahora una policial. Pidieron helado para el postre. Cuando estaban lo más cómodos en medio de la película el celular de Gabriel sonó. Era una llamada entrante. Él al ver que se trataba de su madre se paró para ir a hablar a la cocina. Ella se quedó expectante mirando en dirección a la cocina. Podía escucharlo hablando en un volumen bastante regular. Caminaba de un lado a otro con preocupación. Cuando apareció por el pasillo que llevaba a la sala de estar se podía ver en su cara que la llamada no había sido para nada buena

-Era mamá. Mi papá... él...- los ojos del joven se llenaron de lágrimas que rápidamente inundaron sus cuencas y comenzaban a caer por sus mejillas.- Le encontraron cáncer en la columna vertical. Ya está muy avanzado y no le dan mucho tiempo. Voy a viajar mañana mismo.

Emilia corrió a abrazarlo donde él estaba parado. Podía sentir el dolor que estaba viviendo su chico, él lloraba con mucha tristeza mientras la abrazaba con fuerza. Emilia le limpiaba las lágrimas y acariciaba su rostro, buscaba su mirada verde para poder calmarlo.-Amor... mírame, mírame.

Gabriel lloraba con los ojos cerrados. Estaba muy dolido y no podía parar de llorar. Cuando abrió los ojos y vio los de Emilia mirándolos directamente su llanto comenzó a calmarse hasta que sólo era un débil hipo.

-Gabi acá conmigo llora y larga toda tu tristeza, pero allá tu mamá te va a necesitar fuerte y bien para que puedas apoyarla. Yo siempre voy a estar con vos, desahógate. Vamos.

Emilia lo llevó a la cama y se acostó junto con él. Gabriel estaba sollozando despacio en el pecho de Emi, ella le acariciaba los cabellos, el rostro le limpiaba las pocas lágrimas que aun caían de sus ojos. En algún momento él cayó totalmente dormido. Cuando ella lo notó también intentó dormir.