Parte 15

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Antes de que Gabriel despertara Emilia salió de la cama y buscó una aspirina y jugo de naranja para su novio. Había llorado tanto ayer que era muy probable que despertara con dolor de cabeza. Dejó ambas cosas en su mesita de luz y se fue de nuevo a la cocina para hacer el desayuno. Le hizo panqueques como a él le gustaban. Desde donde ella estaba escuchó que el joven estaba levantándose. A los segundos escuchó la ducha encenderse.

Mientras Gabi se bañaba ella entró a ordenar el cuarto. Si él tendría que salir de viaje quería dejar todo en orden para su vuelta. Salió del baño con una toalla en la cintura y los ojos un poco hinchados. Ella se acercó y le dio un beso en los labios.

-Buenos días amor, en la cocina tenés el desayuno.

-Hola amor, comeré rápido porque tengo que salir. Antes te llevo a tu casa y después me voy al aeropuerto. No sé bien cuando volveré. –Dijo él con los ojso pegados al piso.

-Está bien, yo puedo irme sola. Quiero que salgas lo antes posible. Más pronto que tarde estaremos de nuevo juntos. Pero por favor... vuelve conmigo.- pidió Emilia mientras le acariciaba el rostro.

-Te amo Emilia, me duele dejarte. Te llevaría conmigo pero no tienes visa.

-Algún día viajaremos juntos a conocer a tus padres. Vamos apúrate que se hace tarde.

Desayunaron juntos en silencio, y después de limpiar la cocina se despidieron con un tierno beso y un abrazo fuerte. Emilia quiso ocultar sus lágrimas para no hacerlo sentir mal o culpable. Ella se fue caminando a su casa y él salió a las dos horas en el avión que había enviado su madre.

Los padres de Gabriel tenían mucho dinero aunque Emilia aun no lo supiera. El joven no hablaba mucho de su familia pero los quería mucho. Solo se había alejado por el placer de la independencia y la libertad, no por hacerse enojado con ellos. Siempre estaban en contacto y se querían mucho. El padre de Gabriel había ocultado a su familia que hacía mucho tiempo había estado teniendo dolores de espalda cada vez más fuertes.

Emilia estaba muy triste por su novio, lo extrañaría mucho pero no podía imaginar el dolor que sintió al recibir esa llamada de su madre.

Cuando Gabriel llegó a Estados Unidos, Seattle, llamó a Emilia. Hicieron una video llamada. Él estaba mejor aunque su cara demostraba su preocupación. Ya había visto a su padre y había estado junto a su madre. Le habían dicho que había un pequeño porcentaje de que su padre, Robert, saliera de esta. El tratamiento era costoso pero ellos podían costearlo sin problemas.

Emilia estuvo más tranquila. Ese día no había asistido a la facultad por esperar a que Gabriel le diera noticias. Luego de eso habló con su mamá y le contó las novedades. Gabriela estaba preocupada por Gabriel y su familia aunque no los conociera casi nada.

Más tarde, cuando el horario de la facultad había terminado, Emili allamó a su amiga para contarle por qué no había asistido. Lorena le había recomendado comenzar a tramitar su pasaporte y Visa, por si acaso ocurriera algo así en el futuro. Emilia le dio la razón porque no sabía que le depararía el futuro.

Como a las doce de la noche Emilia recibió una videollamada de su novio y conversaron de cómo se sentía él en esa situación. Em le comentó lo que había hablado con Lorena y el chico le dio también la derecha.

-Amor me encantaría estar con vos ahora, no sabés cuánto te necesito...- dijo él con una mirada triste.

-Ya todo va a mejorar y nosotros vamos a estar comiéndonos a besos. – dijo ella con una sonrisa para poder transmitirle un poco de alegría.

-Por favor no faltes mañana a la facultad. Ya vas a empezar las prácticas y no puedes perder el tiempo.

-Sí, mañana retomaré las clases. Estaba preocupada por vos y no sabía si me llamarías durante las clases o ...

-No te preocupes por mí, linda. Sigue con lo tuyo, pronto volveré. Tengo que irme... te amo con todo mi corazón.

-Te amo Gabriel. Adiós.

-Adiós. 

Enséñame a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora