Bienvenidos a la semana final de Mi Virtuoso Doncel.
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Yoongi se acercó con lentitud hasta la parte frontal de la casa donde se encontraba el par de jóvenes en -lo que parecía ser- una divertida charla. Hizo puños sus manos al notar la cercanía de estos, pero se recordó así mismo que había ido hasta allá para hablar con Jimin, no para arruinar más las cosas.
Bufando para sus adentros, se posicionó a tan solo dos metros de ambos chicos, con su vista todo el tiempo en el tierno rostro de su esposo que ostentaba una linda sonrisa a la par que sus pequeñitos ojos desaparecían.
Tan adorable.
Con un sonoro carrapeo hizo notar su presencia y nada en el mundo lo hubiera preparado para el dolor que sintió tras presenciar como la sonrisa de Jimin desaparecía al notarlo allí.
"Mereces esto". -se recordó a sí mismo con amargura, intentando no mostrarse afectado.
Por su parte, Jimin sintió a su corazón sobresaltarse al tener frente a sí al azabache. Apresurado, bajó la mirada al sentirse cohibido e indispuesto a mantener el contacto visual.
Y es que ¡Dios!, estaba verdaderamente nervioso. Ciertamente no esperaba ver a Yoongi justo en ese momento.
Durante varios segundos se mantuvieron así, un castaño cabizbajo siendo observado atentamente por el de mirada gatuna que, a su vez, estaba bajo la escrutinadora mirada del más alto de los tres.
--Minie. -llamó el tercero en cuestión, provocando que, tanto el nombrado como el mayor de ellos, posaran su mirada en él --Estaré adentro con Tae. -aunque lo dicho era una afirmación, el sutil apretón en su hombro y la mirada sugestiva le dió a entender al de mejillas abultadas que podía negarse a ser dejado a solas con el azabache .
Aunque, si bien el no se sentía preparado aún para la conversación que se llevaría a cabo, bien sabía que más temprano que tarde ocurríría. Por lo que, con un suspiro de resignación, esbozó una tímida sonrisa que le hizo saber a su amigo su decisión.
Mientras la muda conversación era llevada a cabo, el par de amigos eran ajenos a la mirada molesta y recelosa de un Yoongi que hacía todo lo posible por mantenerse sereno ante el sospechoso comportamiento de estos.
Una vez chico de complexión atlética se adentró a su hogar, ambas miradas se reencontraron.
--¿Cómo estás, Yoongi? -cuestionó Jimin, con una leve sonrisa que no llegó hasta sus ojos y que provocaron aún más malestar en el pálido, ya que no era ni la sombra de la que minutos antes adornaba su rostro --No te esperaba tan pronto.
El azabache frunció su entrecejo ante esto último.
¿Pronto? ¿Acaso consideraba que esa semana había transcurrido rápido?
Sin contestar, su mirada se dirigió hacia la colorida casa en la que se había adentrado el apuesto chico, sintiendo un ardor -hasta hace poco desconocido para él- volver a instalarse en su pecho cuando su mente le sugirió el posible papel que este ocupaba en la vida del tímido doncel.
--Él es Jungkook. -se apresuró el menor a aclarar sin ser del todo consciente de por qué lo hacía. Simplemente algo en su interior lo instaba a querer erradicar todo rastro de incertidumbre y pesar presentes en la felina mirada --Es el esposo de mi mejor amigo, Tae. También es un buen amigo mío.
Los ojos de Yoongi reposaron nuevamente en él, provocándole cierta ansiedad. Con evidente nerviosismo, rascó su cabeza en la parte trasera, dejando a sus orbes vagar por los alrededores, asegurándose de no volver a conectar con la intensa mirada posada en su persona y que transmitía -más que nada- alivio.
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Mi Virtuoso Doncel 《YoonMin》
FanfictionPark Jimin es un tímido doncel que ha sido elegido para casarse con el cotizado y multimillonario Min Yoongi, un hombre acostumbrado a disfrutar de todas las libertades y privilegios que su posición económica le otorga. ↪#1 de la saga "Donceles".↩ ...