Cinco meses transcurrieron desde la última vez que Jimin y Yoongi se vieron. Pese a la renuencia inicial del segundo, había terminado musitando a regañadientes un "está bien" para, luego, acompañar al menor a la casa de sus padres e irse con semblante derrotado de regreso a Seúl.
Tras pasar los dos primeros meses, Jimin había dado el primer paso que lo ayudaría en su sanación. Autoanalizándose y aceptándose tal cual es, dejó de atormentarse con sucesos del pasado y, en cambio, optó por tomar la experiencia para crecer y madurar emocionalmente.
Cuando por fin estuvo en paz consigo mismo, le contó a sus padre lo que había ocurrido, sorprendiéndose gratamente cuando estos -lejos de juzgarlo o mirarlo con decepción por haber pasado por encima de lo que con tanto ahínco le enseñaron- habían llorado amargamente, culpándose así mismos por no haber sabido generar la confianza suficiente para que su pequeño les contara lo que pasó, prefiriendo callar y sufrir en silencio por miedo a decepcionarlos.
En medio de llantos y disculpas, el castañito fue envuelto por un doble abrazo que le generó tanta paz interior, que terminó gimoteando enternecido debido a la sensación de calidez y protección que esto le generó.
Para el tercer mes, la familia Park había dejado atrás todo rastro de tristeza y remordimiento, volviendo a ser la familia feliz de siempre, pero más unida que nunca.
Sumado a estos acontecimientos, el castaño también probó con un cambio de rutina en su vida, optando por sacarle provecho a sus conocimientos gastronómicos. Su idea inicial había sido solicitar trabajo en un restaurante conocido en el centro de Busán. Pero luego tuvo que abandonar la idea tras haberle contando a sus progenitores acerca de ello, siendo su padre quién más insistió en abrirle un restaurante propio, alegando que era absurdo que trabajara para alguien más cuando contaban con los recursos para iniciar un negocio propio.
Aunque al menor le costó bastante hacerlo desistir de esa idea, no pudo más que aceptar la propuesta final del hombre. Es por ello que ahora es el propietario de una pequeña pastelería ubicada a unos diez minutos de su hogar, la cual se encarga de administrar y atender.
Para su cuarto mes, Jimin mostraba una personalidad más fresca y alegre, reflejándose esto también es su apariencia física ya que había dejado de esconderse tras la ropa holgada y los gruesos anteojos. Ahora portaba un estilo más jovial y a la moda, con su hermosa cabellera dorada ondeando al aire mientras sus ojos avellanados eran perfectamente apreciables gracias al uso de lentillas.
Park Jimin se convirtió rápidamente en el centro de las miradas de muchos.
Pero aunque había hecho cambios notables en su vida, su esencia permanecía intacta. Seguía siendo alguien fácil de ruborizar y exumaba la misma ternura de siempre, aunque ahora había un toque se sensualidad en su persona. Cabe decir que esto le salía de manera totalmente natural, siendo esta dualidad innata la que le sacaba suspiros a más de uno.
Y, sin duda, otra cosa que aún no había cambiado eran sus sentimientos por Min Yoongi. El mismo que desde hace meses no había vuelto a cruzarse en su camino.
Aunque el ahora rubio lo disimulaba muy bien, lo cierto era que resentía la prolongada ausencia del mayor en su vida.
Y es que ni él mismo se entendía porque, sí, él fue quién pidió distanciarse y algo de tiempo, pero tampoco esperó que Yoongi rompiera todo contacto con él.
¿Acaso no podía sacar un segundo de su tiempo para llamarlo y saber cómo estaba? ¿Será que no lo extrañaba ni un poquito?
Dadas las circunstancias, tal parece que poco o nada le importaba él o su matrimonio.
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Mi Virtuoso Doncel 《YoonMin》
FanficPark Jimin es un tímido doncel que ha sido elegido para casarse con el cotizado y multimillonario Min Yoongi, un hombre acostumbrado a disfrutar de todas las libertades y privilegios que su posición económica le otorga. ↪#1 de la saga "Donceles".↩ ...