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Jimin explotó en carcajadas ante la graciosa anécdota que le contaba Taehyung en ese momento. Secaba con el dorso de su diestra la humedad en sus ojos mientras se enderezaba en su asiento tras varios minutos de retorcerse de la risa.

¡Ah, cuanto había extrañado a su mejor amigo!

--¿Y tú, Minie? -retomó la palabra Tae, dejando de lado sus jocosos comentarios --Cuéntame cómo te va en tu matrimonio.

--Me va bien. -aseguró, sonriendo e intentando restarle importancia al tema para que el pelirrojo no insistiera.

--Entonces, ¿ustedes ya...? -dijo de forma sugestiva, haciéndole saber a Jimin que no dejaría pasar el tema.

El castaño se removió en su asiento. Taehyung era su mejor amigo, pero aún así le resultaba incómodo tratar ciertos temas con él --Pues no. -contestó tímidamente.

--¡¿Cómo que no?! -exclamó, sobresaltando al más bajo --Debes estar bromeando. -bufó molesto cuando Jimin negó con la cabeza --Seguro es impotente, ¡eso es! sí.

--¿Qué cosas dices, Tae? -cuestionó divertido por las locuras con las que el otro salía aveces.

--No me explico otra razón por la cual aún no has tenido acción.

--Porque no le atraigo. -agregó con una mezcla de vergüenza y tristeza que intentó ocultar en vano.

--¿Cómo no le vas a atraer, Chim, si te pidió matrimonio?

--Eso es porque creía que su abuelo iba a morir. -explicó desganado ante el recuerdo de cómo la pequeña mentira del señor Min había sido descubierta cuando, por casualidad, Yoongi y él habían decidido hacerle una pequeña visita sorpresa.

La cara del mayor de los Min había sido todo un poema mientras se encontraba animádamente comiendo, riendo y charlando de manera escandalosa con la madre de Hoseok cuando Yoongi había entrado mirándolo de manera acusadora.

Jimin tuvo la impresión de que el pálido ya lo sabía o al menos lo sospechaba, ya que solo observó a su abuelo con reproche y una mirada que decía "¡Te descubrí!". Pero el asunto no trascendió, Yoongi no pareció demasiado enojado al principio y, hasta el momento, tampoco había vuelto a sacar el tema.

Jimin no sabía cómo sentirse al respecto. Él esperaba que el pálido quisiera anular el matrimonio o algo, pero este no había cambiado su actitud para con él en ningún momento. Siempre se mostraba amable y considerado.

--Pero creí que eso había sido después. -agregó Tae --¿Acaso su abuelo estaba enfermo cuando te regaló el anillo?

Jimin suspiró. --No lo sé.

Ese es un tema aparte. Todavía es un misterioso el tema del anillo de compromiso y Jimin empezaba a temer que eso también fuera obra del abuelo Min.

***

Las horas pasaron volando cuando, luego de almorzar, pasó por la que hasta hace solo un mes atrás había sido su casa. En verdad se sintió muy nostálgico al estar allí, había extrañado la calidez que le brindaban sus padres y la manera en la cual siempre lo hacían sentirse tan querido. Asegurándole que lo amaban más que a nada y que siempre sería su bebé.

Sin embargo, una parte de él sentía que no era del todo cierto, que él ya no era el bebé de sus padres y que ese ya no era su hogar. Porque su hogar estaba ahora en Seúl, con Yoongi.

Así de rápido se había acostumbrado.

***

De regreso a la casa de su mejor amigo -la cual no quedaba muy lejos de la de sus padres- Jimin fue persuadido por este para que prepara varios postres porque, según Taehyung, extrañaba probar su deliciosa comida y Jungkook igual.

Mi Virtuoso Doncel 《YoonMin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora