SDN

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Y ahí estaba la pequeña organización sin moverse y sin hablar, solo viendo aquella inscripción leyendola una y otra vez.

SDN
28 de junio de 1919
18 de abril de 1946

Aunque sabía que abajo de esa lápida no había nada más que un ataúd con la ropa de su hermana.

No podía dejar de pensar en lo que había pasado. Solo iban a una reunión, ella estaba bien, aunque tal vez debió se pensar que no cuando no lo dejo ayudarla con sus vendajes, o cuando vio que cojeaba un poco, o cuando entro con dificultad para respirar. Creyó cada excusa, SDN se veía contenta con la reunión, aun si tenía el cuerpo vendado casi por completos y su cara llena de vanditas.

Todo ocurrió a mitad de la reunión. SDN no paraba de toser al punto en que empezó a escupir sangre, de inmediato todos los países se acercaron para auxiliarla y unos minutos después la tos se calmo, sin embargo está no se sintió mejor, al contrario, estaba pálida y fría, su voz era débil y parecía que no escuchaba del todo bien.

SDN- Uni. - Llamo al menor que rápidamente tomo su mano. - Se bueno ¿Si? Yo sé que tú serás mejor que cualquiera.

ONU- No, yo sé que tú podrás...- La mano de si hermana acaricio su rostro secando sus lágrimas que salían sin parar. - Por favor, no te vayas.

SDN- Perdón. - Sonrió, quería llorar, y su expresión luchaba por mantenerse feliz pero su corazón se destrozaba al ver a su único hermano llorar. - No podré estar ahí cuando cumplas tu sueño, pero se que lo lograrás, tu lograrás cualquier cosa.

Todos observaban sin palabras la escena, preocupándose más al ver que pequeñas partes de la piel de la chica se desprendían y desaparecían en el aire.

SDN- No te olvides de ser feliz.

El menor solo Asintió viendo la enorme sonrisa de su hermana antes de que está desvaneciera en el aire.

Después de eso se preparon para realizar un funeral, aunque no había cuerpo al cual velar. Pero eso no importo, ahí estaba el pequeño chico de 15 años viendo cómo cada país se despedían de su hermana, aunque realmente no les ponía atención, ahora entendía a SDN cuando le platicaba lo sola que sentía al no tener familia.

Y ahora se encontraba solo bajo la lluvia sin tener a dónde ir o con quien estar, por lo menos hablar de lo que sentía.

ONU- Te conté mi sueño y me ayudaste a planearlo. - Decía dirigiéndose a la lápida aún sabiendo que no obtendría respuesta. - Me dijiste que estarías ahí. - Sus lágrimas volvieron a recorrer sus mejillas junto con las gotas de lluvia que parecía aumentar de intensidad. - ¡Me lo prometiste! ¡Dijiste que estarías ahí! ¡¿Por qué...?! - Sorbio su nariz mirando un poco más calmado a la tumba de su hermana. - ¿Por qué te fuiste?

Hubiera seguido llorando y lamentandose en aquel panteón desolado, pero una mano se poso en su hombro haciéndolo voltear encontrándose el estadounidense con una sombrilla y sus típicos lentes aunque estuviera nublado.

El mayor cubrió a la organización con el paraguas, quedandose ahí varios minutos sin decir nada, escuchando al menor llorar.

ONU- Quiero ir a casa. - Por fin le dirigió la palabra al de 50 estrellas, seguía llorando pero ya no como antes. Ya estaba cansado.

USA asintió haciendole una señal al adolescente para que lo siguiera. Caminaron unos minutos en silencio hasta llegar al auto del mayor dónde ya los esperaba el chófer, abriéndole la puerta a ambos para resguardarse de la lluvia encontrando a Alemania mirando a través de la ventana.

Durante la guerra (Countryhumans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora