capítulo 2

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Sakura

—Mamá, lleva tres cajas de cereales y una de frutos secos.

Camino junto a ella en el supermercado.

—Eso no es nutritivo, debes alimentarte bien para crecer grande y fuerte. —dice.

—Ya lo soy. —miro las cajas de alimento que no traen nada nutritivo pero son mejor que cualquier desayuno para mí.

Subo mi brazo y hago como si fuera a mostrar mis músculos de ellos. Mamá sonríe y pone otras dos cajas de cereal en el carrito.

—¡Eso!.—exclamo con emoción.

—Ve a traer cuatro cajas de leche y lleva golosinas si quieres. —ordena.

Sonrío como toda niña chiquita y voy corriendo para tomar las cuatro cajas de leche, las abrazo y tomo como puedo una bolsa de gomitas en forma de gusanos.

Tiro todo en el carrito y pasamos a la caja para pagar, un chico nos atiende y no dejaba de ver a mamá, junto mis cejas y miro a mi madre que no se inmutaba que el chico la mira babeando.

¿Y yo que? Soy de tu edad, estúpido.

Quiere que lo termine de criar, Sakura.

No me jodas.

No puedo negarlo, mamá es atractiva, antes tenía muchos amigos que me lo decían, siempre ha sido fiel al gimnasio, come sano y se cuida muy bien, desde que papá no está, ella sólo ha tenido quizá una que otra aventura pero nunca un compromiso.

No la culpo, tiene que disfrutar su vida.

El chico le sonríe y ella sólo lo hace con amabilidad, en estos momentos no lleva su uniforme de enfermera, si no que un vestido pegado a su piel y unas sandalias de tacón.

Se ve guapa.

—Serían 25 mil yenes. —dice el chico y mi madre le entrega su tarjeta.

—Cariño, pensé que llevarías más golosinas. —musita al ver las que tiré en el carrito.

—No mamá, comeré más sano. —mascullo.

El chico nos entrega las cosas con cara de tonto, es increíble como puede embobarse tanto.

Mi madre comienza a caminar hacia afuera con las cosas y yo aguardo a que me entregue el recibo y la tarjeta.

—La próxima cierra la boca.—digo riéndome —casi babeas el piso.

—No sé de que hablas.—niega el chico serio y traga saliva.

—¿No? Sólo disimula un poco más la próxima vez —bufo —es mi madre, me incomoda.

—Es más linda que tú —masculla jactoso.

Oh no.

—Mira imbécil, sé que es más linda, pero vuelves a poner esa cara de pendejo que tienes y hago que todas esas miraditas idiotas te las meta por donde más duele —entrecierro mis ojos y le quito el recibo de las manos.

Me relajo y retrocedo un poco viendo como el chico traga saliva nervioso.

Sólo sonrío y me marcho.

Es un día realmente soleado, el sudor corre por mi frente, entro al auto y cierro la puerta.

—Vámonos —musito —hace un calor del demonio.

—¿Compramos helado? —pregunta.

—Sabes que si.

Detrás de tu sonrisa [SasuSaku] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora