17.

673 79 13
                                    

Julieta.

— ¿Qué vas a hacer para el acto de fin de año, hija?

Me pregunta mi papá. Me meto una porción de pasta en la boca, no sé que contestar.

Los directivos de la escuela tuvieron la peor idea del mundo: Hacer que cada uno de sus estudiantes del último año, muestre su talento frente a todos los alumnos en el acto de fin de ciclo escolar.

— No lo sé. Recitar un poema, supongo.

— Deberías cantar. Nadie merece escuchar tu hermosa voz pero el mundo de alguna forma tiene que conocerte.

Tomás se mete a la conversación. Tiene la boca llena. Mi papá lo mira, él no sabe que canto. Tampoco estaba enterado de mi amistad con el rubio hasta hace dos semanas, que decidí contarle el hecho de que por fin tengo un amigo. Aunque, me es imposible verlo como uno.

— Bastante vergüenza me da leer algo escrito por mi frente a todos; Menos voy a cantar.

— Nunca me dijiste que cantabas, hija.

Nunca te dije tantas cosas, papá. Pienso, pero me quedo callada. Me encojo de hombros y finjo una sonrisa para después terminar de comer.

Como todas las noches mi papá deja un beso en mi frente, le pide a Tomás que por favor me cuide y se va a trabajar. Me encargo de lavar los platos y cuando termino, busco al rubio quien no tardó en acostarse en mi cama.

— Hace dos fin de semanas, me estás invitando a tu casa para que te acompañe en el momento que le digas a tu papá que te vas a España y...

— Siempre estoy a punto, pero cada vez que intento decírselo, él me sonríe y me arrepiento por completo de la decisión que tomé. — interrumpo a Tomás, quien saca un cigarro de marihuana de su bolsillo y acto seguido empieza a fumarlo — Además, vos hace dos meses hablas con Nicole y no sos capaz de invitarla a salir.

— Te dije que soy un bardo. No la quiero involucrar.

Pongo mis ojos en blanco, me cansé de decirle que no es lo que el piensa. Es una persona increíble. El único que nunca se burló de mí. Decido acostarme al lado de Tomás. Me ofrece de su cigarro y no dudo en empezar a fumarlo.

Recuerdo que solo queda un mes y medio de clases. A veces pienso en quedarme, ahora que tengo a Tomás. Pero, no puedo quedarme por alguien que no me quiere de la misma forma que yo a él. Yo siento amor, él amistad. No es recíproco. Y, no sé si duele más el que no se haya fijado en mí o el hecho de que no lo voy a ver nunca más.

— ¿Cuál es tu mayor sueño, Tomás?

Rompo el silencio cuando le devuelvo el porro. Él me mira y después observa el techo. Se queda pensando. Sus hombros se encogen y suelta un suspiro.

— Supongo que dejé de soñar hace mucho tiempo cuando descubrí que los sueños, sueños son. — dice, no tiene esperanza, la vida misma se encargó de arrebatarsela, bajó mi cabeza pero la vuelvo a subir cuando siento sus ojos sobre mí — Pero, tengo muchas ganas de salir del mundo en el que vivo. Quiero hacer música.

Una sonrisa se forma en mi rostro. Él hizo muchas canciones. Las subió a YouTube, pero el hecho de que no tengan visitas lo desalienta completamente. Ese va a ser mi último regalo para Tomás. Cumplir su sueño.

— Tenes razón. Hace dos meses estoy con lo de Nicole y lo único que hago es mandarle mensajes de vez en cuando. Al final, soy un cagon.

— No, simplemente tenes miedo. Aunque sí; Podrías haberla invitado a salir.

— Tengo miedo de que me haya dejado de gustar. Desde principio de año estoy atrás de ella pero ¿Y sí ya no siento nada?

— La única forma de saber si realmente te gusta o no es, salir con ella ¿No crees?

— Está bien. La voy a invitar a salir mañana.

Cierro los ojos y apreto mis dientes. Vuelvo a abrirlos cuando escucho a Tomás teclear en su teléfono y observo como le escribe a Nicole desde su Instagram falso.

elchicodelaesquina
¿nos podemos ver, mañana?

Las lágrimas me amenazan con salir. Intento reprimirlas. Tomás no puede verme llorar, mucho menos por él. Me prometí a mi misma nunca llorar por un chico y terminé rompiendo mi promesa.

nickicucco
estaba esperando a que lo digas.
decime en donde y a que hora.
me muero por verte.

Por más que intente ahogarme en mis propias lágrimas. Una de ellas, rodo por mi mejilla. Desvíe mi mirada para que Tomás no me vea y la saqué rápidamente.

Nunca quise ser parte de esta historia. ¿Pero cómo iba a decirle que no a Tomás? Todo empezó con una carta para Nicole y terminó en mi roto corazón.

No sirvo para el amor.

Una carta para Nicole | cro y cazzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora