Hermione P. O. V.
Me quedé sin palabras al observar el lugar que sería mi nuevo "hogar", hasta que la señora Greengrass me llamó.
—Bienvenida a tu casa, querida —acotó con una sonrisa.
Caminamos hasta la entrada de la mansión y un elfo nos recibió.
—Bienvenida ama Hermione —dijo haciendo una exagerada reverencia. Me sentí incómoda.
—Lleva las maletas de tu ama a su habitación —ordenó Joseph Greengrass con arrogancia.
Le interrumpí, un tanto molesta.
—Disculpe, pero puedo hacerlo yo misma. No estoy de acuerdo con la esclavitud de los elfos así que...
—Tranquila, Hermione. Ellos nacieron para esto y están felices de hacerlo. ¿O no es así, Plinky? —me interrumpió el hombre y le dirigió una sonrisa perfectamente practicada.
No me sorprendió que el elfo hiciese una reverencia en la cual casi tocó con la punta de su nariz el suelo.
—Es un verdadero honor servirles, amo.
Dicho aquello, el elfo tomó las maletas y con un chasquido de dedos desapareció, dejándome aún con cierta irritación.
De pronto tres jóvenes que ya conocía de Hogwarts se pararon frente a mi, mirándome con algo parecido a la pena.
—Hermione, tus hermanos —señaló a los tres.
—Bienvenida de nuevo, hermana. De antemano, lamentamos lo ocurrido en Hogwarts —el hombre fue el primero en acercarse—. Soy Alexandré, pero sólo llámame Alex.
Entendí a que se refería, los malos tratos de los Slytherin. Él era uno de esos chicos silenciosos del grupo de Malfoy, así que técnicamente no tenía problemas con él. Las chicas del colegio lo consideraban bastante apuesto, tenía el cabello rubio y los ojos castaños, era muy alto y esbelto.
—Supongo que te disculpas en nombre de Malfoy —reí un poco—, en todo caso tú y yo nunca nos dirigimos la palabra.
Se encogió de hombros.
—Me temo que él deberá disculparse personalmente.
—Nos alegra que estés aquí —saludó Astoria, con cierta timidez—. Ya nos conocemos y antes que nada quiero pedirte perdón por lo que te hemos hecho sufrir estos años... —miró a Daphne— Pero debes saber que no todos los Slytherins son lo que parecen. Algunos estamos obligados a... —se detuvo porque nuestro padre le dirigió una mirada seria.
Pese a todo lo que dijo, debía reconocer que algunos Slytherin jamás se habían acercado a humillarme o algo por el estilo. Y ese era el caso de Astoria y Alexandré. Aunque no podía decir lo mismo de Daphne.
Le dirigí una sonrisa tranquila.
—Todo está olvidado, Astoria.
Para mi sorpresa, la castaña se acercó y me dio un tímido abrazo que devolví con ternura. Parecía bastante sincera.
La última en acercarse fue Daphne.
—¿Sabes? No soy buena para esto, para pedir perdón, quiero decir. De hecho nunca lo hago pero supongo que es el momento de hacerlo —suspiró—. Hermione, yo mas que nadie aquí te ha hecho daño, te he humillado y dicho cosas terribles, se que no merezco tu perdón pero no espero que lo hagas, solo dame una oportunidad para demostrarte que nos podemos llevar bien —me pareció cómico que sus palabras sonasen más a una orden—. Es grato saber que mi melliza es tan inteligente como yo.
Reí ante su última frase.
—Supongo que ahora tendremos tiempo para comprobar eso —respondí.
Ella sonrió y pude notar sus ojos vidriosos.
—Bien, ahora que ya han terminado de conocerse, chicos... —se dirigió a mis hermanos—. Acompañen a Hermione a su habitación y explíquenle... —dudó un poco— Cómo son las cosas aquí. Saben a lo que me refiero —finalizó con seriedad.
Todos los chicos asintieron y subimos las escaleras de aquella lujosa mansión.
Me detuve un poco a observar. Ahora que me doy cuenta, es una mansión algo oscura, se siente fría y un tanto tétrica, aunque a decir verdad esta casa desborda elegancia y a leguas se distingue que la familia que la habita proviene de la alta aristocracia; y así es, la familia Greengrass es de las más ricas y poderosas del mundo mágico, tanto como los Malfoy.
De pronto mis acompañantes se detuvieron frente a una puerta.
—Adelante —Alex nos abrió la puerta y entramos.
Era sorprendente.
Y también gigantesca. Posiblemente más grande que la sala de mi casa. Las paredes eran de un color morado fuerte con combinaciones negras y grises. La cama era bastante amplia, cubierta por sábanas de seda negras y con almohadas a juego con los colores de la habitación. Los doseles de la cama formaban algo como... ¿Serpientes? Seguí observando y caminé hasta una de las puertas que había, era un armario muy grande, casi otra habitación, pero estaba aún vacío. Luego me dirigí a la otra puerta, era un baño muy hermoso, había una tina de baño y suelo de mármol, así como grandes espejos.
—¿Y bien? ¿Que te parece? -preguntó una sonriente Astoria.
—Es increíble —respondí con sinceridad.
—Mi madre ha tenido preparada esta habitación desde hace años para cuando tu volvieras a casa —suspiró Daphne.
Le sonreí.
—Bueno Hermione, te dejamos para que te acomodes y descanses un poco, en un rato venimos a platicar contigo.
Él salió de la habitación antes que las chicas.
—Tu armario ahora está vacío pero por eso mañana nos pasaremos fuera todo el día —dijo mi melliza con una sonrisa que pretendía ser malvada.
—Iremos de compras a nuestras boutiques favoritas de París, espero que estés acostumbrada a viajar por chimenea —acotó Astoria.
Las dos salieron riendo y agitando con garbo sus melenas rubia y castaña. También sonreí un poco.
Para relajar un poco mi mente me di una ducha caliente. Luego de un tiempo salí y me vestí, me puse el pijama que Daphne me había prestado, cepillé mi alborotado cabello y me recosté un rato en la cama.
A los minutos me quedé dormida.
No sé cuanto tiempo paso, pero unos toques en mi puerta me despertaron.
—Adelante.
Y entraron Alex, Daphne y Astoria con una sonrisa nerviosa.
Se sentaron en la cama alrededor de mi para hablar, habían dejado las sonrisas de lado y ahora los tres me miraban con bastante seriedad.
—Es hora de hablar de la familiar.
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¡Bello día queridxs!
Espero que les gusten los pequeños cambios que hice a la historia, recuerden que esto no afectará la trama. Lamento la tardanza, deseo tener más oportunidad de publicar seguido ahora que estoy en vacaciones de verano.
Les ama,
—Uvis.
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Hermione ¿Greengrass?
FanfictionHermione Granger se entera de que es adoptada. ¿Quien es su familia biológica? Nada mas y nada menos que los Greengrass. Una familia de sangres pura ricos y poderosos, pero que por azares del destino y para proteger a su familia son obligados a apoy...