16 ; El armario evanescente

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Antes de comenzar con el siguiente capítulo, quiero aclarar que a partir de este capítulo, y de varios anteriores, mi fic no va a seguir exactamente el orden de El Príncipe Mestizo, y Las Reliquias de la Muerte. Por motivos que son obvios, como por ejemplo, que Hermione esta del bando contrario a como dicen los escritos originales.

Siendo este el anuncio, les agradezco a todos y todas por leerme, son geniales.

Que Dios les bendiga.

Disfruten la lectura.

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-Hermione y yo somos novios. -dijo el rubio con una sonrisa mientras tomaba la mano de su chica.

Los Malfoy y los Greengrass sonrieron felices.

-Felicidades hijos, ambos son perfectos juntos. -dijo Lucius sonriendo mientras sostenía su copa de whisky de fuego.

-Misma edad, misma inteligencia, de igual clase social. Apruebo esto completamente. -dijo Joseph con una sonrisa, al tiempo que daba un sorbo a su copa.

-Es asombroso, siempre sospeche que terminarían juntos. -dijo Scarlett con alegría.

-Ojalá algún día lleguen más lejos... Un compromiso tal vez. -comentó la sonriente Narcissa, conteniéndose de abrazar a los jóvenes, ya que Voldemort aún estaba en la mansión.

-¡Madre! Es muy pronto aún. -le reprendió Draco. -Aunque no tengo nada en contra de eso. -sonrío con arrogancia al momento que miraba a Hermione, la cual solamente rodó los ojos.

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Faltaba un día para volver al colegio, cuando ambos jóvenes se dirigieron a cierto lugar a buscar algo necesario para su misión.

Draco y Hermione se encontraban adentrándose en el Callejón Knokturn para llegar a Borgin & Burke's, el sitio donde Voldemort les había dicho que podían encontrar « cierto objeto » que les ayudara a hacer entrar a los mortífagos al castillo.

Al llegar, ambos empuñaron sus varitas, pues sabían que ese sitio estaba lleno de objetos utilizados en las Artes Oscuras.

Con sus típicos andares arrogantes entraron al oscuro lugar, haciendo una mueca de desagrado al observar que había desorden allí.

-Joven Malfoy, es un placer tenerle por aquí. -saludo el señor Borgin, casi alabando al rubio. -¿Quién es su bella acompañante? -dijo deslizando su mirada a la elegante rubia que estaba parada junto a él.

Draco lo miro con enojo, pues pudo percibir un destello de lujuria en las pupilas del hombre. Posesivamente, tomo la cintura de Hermione, lo cual la sorprendió, haciéndola dar un respingo.

-No te interesa, Borgin. -escupió con enojo. -Pero te lo diré, ella es Hermione Greengrass, mi novia. -dijo resaltando la última frase.

-Un gusto, señorita. -dijo extendiéndole una mano, para saludarle, acto que Hermione ignoro, pues Draco le había instruido a no dar la mano a personas que fueran desconocidas, a de su misma clase social.

El dueño del lugar bajo la mano, algo apenado, y luego volvió a ver al rubio.

-¿Busca algo en especial, joven? -preguntó temeroso.

Ambos jóvenes se miraron, mientras asentían, entonces fue el turno de hablar de Hermione.

-Queremos saber si en este sitio hay... -comenzó. -Algún objeto, o algo... -dijo pensando bien las palabras. -Que pueda trasladar a una persona de un lugar a otro. -finalizó.

Hermione ¿Greengrass?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora