"Hermione, tenemos que darnos un tiempo".
Aquella frase aún retumbaba en la mente de la rubia, mientras sentía como el corazón se le encogía por el temor de lo que sospechaba, habría de decir el rubio.
Ella se acercó a él, mientras el aún tenía las manos en los bolsillos.
-¿Un tiempo? -preguntó ella, con la voz ligeramente temblorosa y los ojos ardiéndole.
El se acercó un poco más, mirándola a los ojos.
-Sí. -dijo el rubio con una sonrisa burlona.
Hermione soportó las ganas de no abofetearlo allí mismo, por el tono tan malicioso que usaba, mientras el corazón de ella se partía en miles de pedazos.
-No te entiendo... -dijo dudosa.
-Ay Hermione, y se supone que eres la bruja más brillante. -dijo con ironía, haciendo que ella lo fulminara con la mirada. Mirada que él prefirió ignorar para evitar problemas. -Así como dije, tú me das tu presente, y yo te doy mi futuro. ¿Qué te parece? -preguntó con una sonrisa inocente.
Los pedazos de corazón ya rotos, se unieron de nuevo cuando escuchó salir de los labios del rubio, aquella hermosa frase.
Hermione no sabía si golpearlo de una vez, o besarlo hasta quedarse sin aliento. Optó por lo segundo, lanzándose a los brazos de Draco y dándole tremendo beso.
-Maldito. -dijo cuando se separaron. -Me asustaste. -dijo haciendo un puchero demasiado tierno a los ojos del rubio.
-¿Acaso creíste que te dejaría? -ella asintió. -Por supuesto que no, jamás lo haré. -dijo acariciando su mejilla sonrojada.
Al sacar las manos de su traje, Hermione notó que en una mano tenía una hermosa rosa roja, y en la otra, la otra estaba hecha un puño.
-Para ti, hermosa. -dijo mientras besaba la rosa, y con galantería se la entregaba a la chica.
-Gracias. -dijo tomando la rosa entre sus manos.
Lo que siguió confundió a la chica, pues Draco se había inclinado en una rodilla, mientras lentamente subía su mano derecha.
-Hermione, ¿quieres casarte conmigo? -preguntó mientras abría la pequeña cajita de terciopelo negro que escondía en sus manos.
Aquel anillo de diamantes y oro blanco, opacó por completo la luz de la luna y las estrellas.
La chica contuvo la respiración mientras sentía que su corazón dejaba de latir por la emoción.
-Sí. -dijo en un susurro que Draco no escuchó. -¡Si Draco, sí! -dijo con voz más fuerte y con las lágrimas de felicidad saliendo de sus ojos castaños.
Draco se puso de pie, y tomando la delicada mano izquierda de su Hermione, colocó el anillo de compromiso en el dedo anular de la chica.
Ella lo observó por unos segundos, admirando la hermosa y, notablemente, carísima joya.
-Es hermoso. -dijo con los ojos brillantes.
-No tanto como tú. -dijo él con ternura, levantándola del suelo mientras la tomaba de la cintura y giraba con ella entre sus brazos. Ella se aferró con fuerza al cuello de Draco, sonriendo con felicidad. -Me haces tan feliz, amor mío. -le dijo él dulcemente, mientras recargaba su frente en la de ella.
-Y tú a mi. -le respondió ella, acercando sus labios de nuevo a los de él, uniéndose en un apasionado y romántico beso, en el cual la noción del tiempo y el lugar se perdió, fundiéndose ambos, en el mejor beso que habían dado en su vida.
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Hermione ¿Greengrass?
FanfictionHermione Granger se entera de que es adoptada. ¿Quien es su familia biológica? Nada mas y nada menos que los Greengrass. Una familia de sangres pura ricos y poderosos, pero que por azares del destino y para proteger a su familia son obligados a apoy...