|Capítulo cuarenta y siete|
Al parecer esta chica ‘famosa’ tenía un enorme secreto y nosotros teníamos que protegerla a toda costa de quien quisiere hacerle daño.
Aunque al principio me negué diciendo que no éramos niñeras de quizá una niña malcriada, al final acepte porque necesitaba escuchar el latido en mis oídos por la adrenalina.—Esto será genial.—Dijo Michael más emocionado que nunca.
—Te recuerdo que tienes novia.—El azulado me miró mal.
—Nunca dije que quería tirarme a la chica, simplemente me emociona volver…—Paró en seco.—Te veré después tengo que ir al entrenamiento y recuerda que vamos a Nueva York mañana.—Me lanzó un beso por el aire y bailando feliz salió de mi vista.
Seguí mi camino, no quería ir a entrenar, quería comer de nuevo, la ensalada no me había llenado así que tendría que ir con Grace para que me regalara uno de sus deliciosos chocolates. Fui directo hasta su oficina, toqué la puerta y pase.
Harry tenía las manos recargadas sobre el escritorio mientras me miraba nervioso y Grace tenía un lápiz sobre sus labios.
—Lo siento, es mal hábito.—Me disculpé, cerré la puerta, toqué de nuevo y espere a me dijera que pasará y cuando lo hizo, me acerqué hasta ella.
—¿Qué necesitas?—Preguntó ella sonriendo.
—¡Un chocolate!—Dije mordiéndome el labio.
Harry río por la bajo.
—_______, tú casi nunca comes chocolate.—Comentó sorprendida Grace y rodé los ojos.—Sólo quiero uno, no toda la caja.
—¿Acaso estás...?—Preguntó Harry y lo interrumpí.
—¡Sólo quiero un maldito chocolate!—Insistí e hice un pequeño puchero.
Grace sacó algo de su cajón, se levantó y se acercó a mí.
—Toma.—Me dio el chocolate en la mano y le sonreí.
—Gracias.—Agradecí.
—Yo también quiero uno.—Dijo Harry y lo fulmine con la mirada.
—¿Acaso no estarás embarazado?—Me sacó la lengua y reí.—Los veo luego.—Me despedí y salí de allí.
Rompí el plástico que cubría el dulce y le di un mordisco, ¡Gloria! Sabía tan delicioso. Seguí caminando por el pasillo mientras mordía una y otra vez el chocolate, cuando llegue a mi oficina Niall se encontraba allí, sentado en mi silla. Cerré la puerta con seguro.
—Es en serio, algún día te robaré esta silla.—Dio una pequeña vuelta y luego se levantó, me examinó de cerca y río.
—¿Qué?—Pregunté frunciendo el ceño.
—Estás llena de chocolate, pequeña.—Con su dedo marcó las zonas en donde tenía el dulce.—¿Te lo quito?—Asentí y en cuanto menos espere sus labios estuvieron por mis mejillas.—Sabe delicioso.—Comentó y sentí una descarga eléctrica recorrerme el cuerpo.
Después de unos minutos se alejó.
—Listo.—Anunció.
—¿No había en los labios? Puedo jurar que siento chocolate.—Niall soltó una enorme carcajada y yo sonreí.
Se acercó de nuevo, tomó mi rostro entre sus manos y me dio un beso.
Era un beso lento, coloqué mis manos en su cuello y lo acerqué los más que pude a mí, enredé mis piernas en su cintura, sus manos fueron directo a mi trasero. Camino hasta el sillón y me recostó en este. Rompí el beso.
—¿Y si Annabeth viene otra vez?—Pregunté sintiendo sus labios en mi cuello.
Levantó su cabeza y me miró serio.
—La cortaré cachito por cachito, lo prometo.—Reí y lo volví a besar.
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La Estafa Horan (Niall y tu)
FanfictionUna espía y un ladrón que también es un estafador.___ Hudson con apenas 22 años de edad es una de las espías más buscadas en casi todos los países. Aparentaba ser una chica tímida y dulce pero a la hora de la verdad era una chica fría, cautelosa, te...