La Estafa Horan (Niall y tu)

capitulo 43

|Capítulo cuarenta y tres|

Fruncí el ceño mientras ambos me miraban expectantes. 

—¿Por qué yo?—Pregunté.

—¿Te da miedo?—Replicó el rubio.

—No, pero simplemente no quiero hacerlo yo.—Contesté encogiéndome de hombros.

—¡Eres una miedosa!—Acusó Niall mientras comenzaba a reír con Michael.

—¡Está bien, lo haré!—Grité y ambos rieron.

Algún día me volverían loca.

—Supongo que ya tienen un plan.—Dije mirándolos. 

—Ese es el problema, ____.

—¿Michael, estas seguro que los medicamentos no te hacen daño?—El castaño río me saco la lengua. 

—No.—Contestó

—¿Cuándo estarás de nuevo en la agencia?

—El lunes. —Me levante y miré a Niall.

Comenzaba a sentirme cansada.

—Nos vemos en una semana.—Afirmo el rubio levantándose y chocando la mano con Michael.

—Adiós Mike.—Me despedí, Mike asintió con la cabeza mientras levantaba la mano, sonreí y salí de allí. 

Niall me alcanzo, paso un brazo por mi hombro y me acercó a él, me dio un pequeño beso en la cabeza; bajamos, nos despedimos de la novia de Michael y fuimos directo al auto.

Hoy me quedaría en su apartamento.

…

Al llegar, lo primero que hice fue entrar a su habitación, me saque toda la ropa hasta quedar con la interior.

—Mierda, _____ ¿Qué te sucede?—Preguntó Niall.

—Tengo sueño.—Explique mientras me ponía de puntitas para alcanzar una de sus tantas camisas blancas.

Cuando tenía ya la camisa, una mano recorrió mi cintura y la otra colocaba mi cabello del otro lado de mi cuello.

—Eres mala...—Susurró Horan y me mordí el labio.—Te gusta provocarme.

Me di la vuelta, lo tomé de su chaqueta y lo acerqué a mí, ya podía sentir sus labios sobre los míos.

—¿Crees que soy mala?—Pregunté mirándolo directamente a los ojos.

—Mucho…

Pase mis manos por su cuello y noté que aún tenía la marca que le había hecho, acerqué mi boca al otro lado, mordí suavemente y después comencé a succionar consecutivamente hasta que su piel quedo de un tono rojizo. Luego lo volví a mirar.

—Si quieres que sea mala, lo seré.—Dije, tome la camiseta y pase a su lado. 

Antes de que pudiera salir, Niall colocó una mano en la puerta y me sonrió maliciosamente.

—Las niñas malas tiene su castigo…

Se acercó a mí y comenzó a besarme.