capitulo 38

32 1 0
                                    

|Capítulo treinta y ocho|

Abrí mis ojos lentamente y cuando estos se adaptaron a la luz, me moví de la cama y comencé a toquetear el piso, buscando mis pantuflas pero lo único que encontré fue ropa y más ropa. 

Entonces recordé lo de ayer; tome mi ropa interior y la camisa de Niall y me las coloque, me levante y entre al cuarto de baño, hice un moño mi cabello y cepille mis dientes, salí de allí y me dirigí a la cocina. 

El rubio estaba de espaldas tomando café y supe que así era porque él lo amaba. 

—Buenos días.—Saludó sin darse la vuelta.

—Buenos días.—Contesté y me acerqué a él. 

—Te prepare un poco de café con leche.—Comentó mientras me miraba y me daba la taza caliente.—Tuve que volver a calentarlo, dormiste mucho.—Dijo y reí. 

—Lo siento.—Me disculpe y le robe algunas galletas, salí y fui hacia la sala.

Me senté en los sillones para dos y a los pocos segundos el rubio me hizo compañía. Fue un silencio bastante extraño, ya que ambos hablábamos sin parar.

—______.—Me llamo y lo mire.—¿Quieres hablar sobre lo de anoche? Es que quiero disculparme, fui un imbécil al venir así, lo siento tanto.—Dijo y sus ojos azules brillaron de nuevo.—Pero quiero hacerte otra pregunta ¿Me odias?

Deje la taza sobre la mesita de allí.

—Te amo, te amo a pesar de todo y nunca, escucha, nunca me cansaría de hacerlo.—Dije y me mordí el labio.—Me sentí tan mal cuando me ignorabas, creí que ya no me amabas y aún lo sigo creyendo.

—Pues estas muy equivocada, te repito, soy un imbécil, un idiota, un tonto y todas esas groserías que se te puedan ocurrir. Yo también te amo, te amo como no tienes idea y no quiero que creas que me acosté con ella, que la bese o que la toque.—Dijo.— Y tengo que contarte algo…

Tomo un trago de su taza.

—Annabeth quiere matarme.—Dijo sin rodeos y fruncí el ceño.—Hace unos años mate a su padre, no porque quisiera, él me obligo a hacerlo, no quiero parecer él bueno, pero hice un trato con él y no lo cumplió.—Suspiró.—Yo tengo un límite de paciencia y él la rebaso, si te ignore fue porque también quiere matar a la única persona que me importa y esa persona eres tú.

Esa sí que era mucha información.

—¿Cómo sabes que Annabeth quiere matarte?

—Cuando fuimos a una misión la encontré hurgando mi maleta, luego noté que se estaba comportando muy raro y revisé su laptop tiene mi historial con la policía, sabe con quién me relaciono y quienes son mis enemigos.—Tomo aire.—Sabe mucho de mí y tengo miedo de que te haga algo.

Sentía felicidad y rabia a la vez. 

—¿Por qué no me dijiste nada?

—____, tu fuerte no es actuar.—Le saqué la lengua y él se acercó aún más a mí.

Me acorralo contra el sillón y quedo encima de mí, se acercó a mi oído.

—¿Me perdonas?—Susurró y sentí como la piel se me erizaba.

Solté un gruñido al sentir sus labios sobre mí cuello.

—¿Eso es un sí?—Preguntó y sus besos bajaron hasta llegar a mi clavícula.

Se sentía tan bien tenerlo cerca.

—Vamos _____, ¿Ese es un sí? Porque si quieres puedo detenerme.—Dijo con picardía.

—Sí…—Contesté.

La Estafa Horan (Niall y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora