Capitulo 10

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Esta claro si no consigo esto a tiempo, descubrir estos supuestos poderes voy a morir, asi, sin nada más.

-¿¡Cuándo me meti a esto!?- y cubro mi cara con las manos.

-¡Viene de nacimiento! ¿¡no entiendes!?- me reprende mi subconsciente y se que tienen razón.

Nunca ninguno de nosotros tuvo opción.

Veo el sobre en la mesa y la curiosidad se apodera de mi

-Ábrelo, no creo que sea algo peor de lo que ya sabes- escucho a mi subconsciente, y de nuevo creo que tiene razón, pero antes de abrirlo tomaré una ducha, creo que la necesito despues de todo lo que pasó hoy.

Frente al espejo, vienen a mi mente las imágenes de cuando Baltazar me hizo una llave, cuando kira solo se disculpo con una mueca, todo el conflicto de las compras, pensar en todo eso solamente me hace sonreir, años de vivir sin nadie, solo, hicieron que olvidará esa sensación de felicidad.

Pero no es todo, los escalofrios atacan de nuevo cuando recuerdo mi incidente con el italiano, la conversación con Jayce y ese condenado sobre, la sonrisa huye de mi rostro, y entro a ducharme, para tratar de distraerme.

•°•°•°•°•°•°

Ya fuera, uso unas de las camisetas "CK" de Baltazar y unos shorts que envió.

Tocan la puerta y voy directo a abrirla esta un hombre, supongo que es de las personas que trabajan aqui, de baja estatura, cabello rojizo, delgado, ojos oscuros, trae cientos de bolsas de compras, sonrio al ver todo eso y recuerdo todo lo que pasó.

-Buenas noches, el señor Baltazar le envia esto.

-Gracias puedes dejarlo aqui yo me encargo.

-Como usted desee, buenas noches.

-Gracias, buenas noches.

En cuanto el hombre se aleja comienzo a meter las bolsas de cuatro en cuatro.

Cuando termino de meterlas a mi habitación cuento un total de 32.Sorprendente.

Estan regadas por toda la habitación y tengo que meterlos todo en el armario.

Decido dejarlas ahi y voy directo a la cocina, meter todo eso me dejo sediento. Bajó a la primera planta hacia la cocina.

Cuando llego veo a Sophia y una mujer joven cabello negro, piel clara, ojos color avellana.

-Buenas noches- dicen al unisono.

-Buenas noches-respondo.

-¿En qué le podemos ayudar?-pregunta Sophia.

-Nada en especial, solo vine por un vaso con agua-le respondo mientras me dirijo al gabinete de metal con cristales que dejan ver los vasos.

-No se moleste, ¡Elisa! Por favor, un vaso con agua para el señor.- en cuanto Elisa escucha su nombre reacciona automáticamente y toma un vaso.

-No es ninguna molestia-insisto pero ya es demasiado tarde porque Elisa se acerca con el vaso lleno.wow que rápida es.

-Aqui tiene señor- y me entrega el vaso.

-Muchas gracias, buenas noches.

-Buenas noches- responden ambas.

Me alejo y empiezo a explorar la casa, llego a aquel pasillo que deja ver la piscina, trato de buscar la puerta pero no la encuentro ya que todo es de acristalado y no puedo diferenciar, hasta que veo una pequeña ranura de metal, tiro de ella y se desliza abriendo paso a la piscina.

Diario de un CazadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora