12.

5K 635 321
                                    

Luzu regresó a su hogar luego de ir a ver a Auron.

Le afectaron un poco las palabras de Auron, pero realmente quería poder hacer algo por El.

Llegó a su casa y se acosto en un sofá.

Manolo se acercó a su dueño para ser acariciado, a lo que este entendió el gesto y le cumplió el deseo, comenzando a acariciar su cabeza.

-¿Qué hice mal, Manolo?-Le preguntó a su cerdo, aún sabiendo que este no le respondería.

-¿Luzu? ¿Estás bien?-

El castaño se acomodó para quedar sentado en el sofá y ver a la dueña de aquella voz, era Lana.

-Oh, pues... creo que no salió tan bien ir a ver a Auron hoy...-

-¿Fuiste a ver a Auron?-Aquella voz no la esperaba oir, pero sabia quien era.

-¡Móni! Te dije que te quedarás afuera, solo iba a fijarme cómo estaba Luzu...-

-Está bien, Lanita. No hay problema, pueden irse a seguir en lo que estaban.-

-Pues, ya me dió interés la conversación.-Dijo Mónica.

-Móni, no creo que a Luzu le guste la idea... se ve algo decaído.-Le explicó Lana.

-En realidad-- Luzu fue interrumpido por la pelinegra.

-¿Auron fue un asqueroso cerdo contigo?-Preguntó Mónica frunciendo el ceño y cruzando los brazos.

-No exactamente, simplemente... me dijo que lo dejara solo.-

-Mira, Luzu. Eres amigo de Lana, su mejor amigo, en realidad. Así que te debo una. Dime que pasa, he estado suficiente tiempo tratando con ese patán. Puedo ayudar. Incluso ser mejor psicólogo que el.-

Luzu inseguro miró a Lana con la intención de que ella dijera algo, pero ella solo asintió estando de acuerdo.

Al final, acepto la ayuda de la pelinegra y comenzó a contar un poco de la charla de hoy.












-Y... eso paso. Entonces vine a casa y... las encontré a ustedes.- dijo Luzu.

Mónica comenzó a reirse desde donde estaba de pie, luego se detuvo para tratar de recuperar el aire que perdió al momento.

-De verdad, ustedes los hombres son unos gillipollas.-

-¡Moni!-

-Ya, ya. Mira, es que... no puedo creer que sean tan cerrados con sus sentimientos, son tan lentos... en especial ese cerdo, y no me refiero a Manolo, eh.-

-¿A qué te refieres?-Preguntó Luzu.

-Auron te dijo eso porque si seguías insistiendo seguro se ponía a llorar como nenita y no quería que lo vieras así.-

-...¿Enserio crees eso?-

-No lo creo. Lo sé. Auron es... muy especial, ya sabes. Un dia te acostumbras tanto a su comportamiento desastrozo y ya le entiendes. Le da miedo mostrarse muy débil ante los demás... en especial contigo.-

-...¿Debí volver a insistirle?-

-Que va. Tampoco así. Ya pasó. A lo que me refiero es que... Auron simplemente quiere apartarse, y tú no quieres eso, ¿Cierto? Ahora mismo está aprovechando las palabras que dijo para que te apartaras lo suficiente y el pueda irse.-

-¿Irse?-Luzu rápidamente se puso de pie, dispuesto a irse.

-O sea, es una metáfo...-Pero era tarde, Luzu ya se habia ido. -...ra.-

-Ay, Luzu...-Dijo Lana.

-No entiendo que le vio a Auron.-

-Pero si tu--Lana fue interrumpida.

-Lo sé. Entonces, ¿Nos vamos tambien?-

Lana sonrió y asintió. Mónica la tomo de la mano y ambas salieron.











Luzu llegó corriendo hasta la casa de Auron, comenzo a tocar la puerta repetidas veces.

-¡Auron!-

No escucho ruido alguno desde donde se encontraba, y la verdad estaba a punto de tirar la puerta abajo de no ser porque escucho pasos acercandose.

-...¿Luzu?-

-¡Sí! ¿Puedo pasar? Abre, por favor.-

Auron ya no tenia ganas de pelear ni discutir, estaba algo sorprendido ante la repentina aparición del castaño en su puerta. La abrió y le dejo paso para que entrara, y al hacerlo, el pelinegro la cerró.

-¿Qué suced--Pero Auron no pudo decir más.

Luzu le habia abrazado de repente, y no parecia tener ganas de soltarle.

-Que bien... sigues aquí.-

-...¿De qué hablas?-

-Pensé que... ya no te vería.-

Auron no comprendía lo que le sucedia al castaño, pero luego de lo sucedido antes de su llegada, y sus pensamientos de antes... Una duda nueva surgió en su mente.

"¿Si muero... Luzu lloraría? ¿Me extrañaría? ¿Le afectaría?"

Podia notar como se aferraba al abrazo, no queria soltarlo como si en cualquier momento se fuese a ir.

-...¿Qué paso?- preguntó Auron.

-No, tú dime que paso.- Luzu se separo del abrazo pero mantuvo sus manos en los hombros contrarios.

-¿Qué?-

-Evitaste el tema antes. ¿Recuerdas? Lo de ayer en la noche...-

-...Eso-

-Dime, quiero que confies en mi.-

"Confiar". Una palabra que parece tan simple pero no lo es. Poder apoyarte en alguien, contar con alguien...

Confiar en Luzu significaba que crearía más emociones con El, y lo que menos queria era que si... ya no estaba, el castaño sufra.

-Estoy aquí por tí, vine por tí, y solo por tí.-

Aquellas dulces palabras fueron lo suficientes para llegar al pelinegroz el cual volvio a abrazar a Luzu y comenzó a llorar.

Sentirse importante para alguien, era una sensación increible. Saber que alguien lloraría por tí si te vas, alguien que siempre velará por tí.

Aquella tarde, no le dijo a Luzu lo que paso. Pero lloro como podía en los brazos contrarios.

Ya habia llorado y gritado mucho antes, su voz y sus lagrimas se secaron, y eĺ dolor en su garganta parecia permanente.

Pero, entre tanto dolor, por primera vez pudo conciliar el sueño.

Aquella noche, no hubo un "chico en el cementerio", no hubo fantasma ni llantos.

Sin embargo, en la casa tridente, habian dos personas que descansaban tranquilamente.

El chico del cementerio. [LuzuPlay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora