🥀Soledad🥀

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Luzu habia estado cuidando de su huerto aquel dia, manteniendolo tan bien como solía hacerlo.

Realmente sus dias se volvieron algo aburridos.

Solo hacia sus tareas diarias, además de a veces hablar con Lana sobre cualquier cosa que le contaba. Como por ejemplo, Mónica.

Aunque, ahora que lo pensaba...

Solo le hacia volver a pensar en Auron.

Claro que antes recordaba mucho a Auron. No es que siguiera molesto, era más sentirse dolido por la traición de la persona que más amaba. ¿Las votaciones? Ya no importaban, tampoco era como si Lolito lo llevara bien y ya todo parecia no importar.

Lolito por lo menos tenía de apoyo a Mangel, quien se encargaba de mantenerlo cuerdo. Fargan y Alexby se tenían entre ellos y no paraban de trabajar. Willy permanecía en sus cosas, de vez en cuando iba a ver a Fargan o terminaba en la cárcel. Luego estaban Rubius y Vegetta, y ahora que lo recordaba, aquello solo le molestaba de cierta forma. Pasaba mucho tiempo dandole regalos al de ojos morados e iba a su casa para ver si estaba bien, incluso una vez lo buscó en casa de Rubius pero no salió.

¿A dónde habia ido su amistad? ¿Se la iba a pasar pegado a Rubius sin decirle nada más?

De cualquier manera, ahora que lo pensaba más... ¿Qué hay de Auron? Bueno, tenía a sus mascotas para consolarse por lo menos. No estaba seguro de la situación, pero suponía que terminó con Mónica y dejaron de verse mucho, ya que Lana solo le contaba de lo bien que le iba con ella.

Quizás debería ir a ver a Auron algún dia. Por el momento lo dejaría pendiente, Lana le estaba pidiendo unos favores. Auron estaba bien despues de todo.
























-¡Auron, puercoooo!- Fargan llamaba nuevamente a la puerta de la casa tridente.

Era su rutina diaria ir a ver al antiguo psicólogo de Karmaland, sin embargo, nunca conseguía respuestas. Pero su preocupación era calmada cuando veia que las cosas que le dejaba afuera eran recogidas, ya sabia que por lo menos seguia vivo.

Pero actualmente estaba muy ansioso y preocupado ya que comenzaron a amontonarse sus regalos.

-¡No me hagas tener que cometer ilegalidades, cerdo! ¡Que soy la ley!-

Nuevamente no habia respuestas. Fargan sentía que no podia esperar más. Queria darle su espacio a Auron, pero ya no podia con la preocupación.

Rompió la puerta, luego se encargaria de arreglarla o incluso de tener que quedarse en la carcel. La verdad era lo que menos le importaba, solo quería saber si su querido amigo estaba bien.

-¡Auron! ¡Cerdo!- Le llamaba mientras bajaba las escaleras.

Pero al llegar a bajar el último escalon, pisó algo líquido, lo habia escuchado. ¿Un charco? Sus ojos no podian creer lo que veian, era un charco de sangre, el cual venia desde el suelo a un lado de su cama, donde se encontraba el cuerpo del psicólogo.

-¿Auron...?- Deseaba tanto que se levantara y dijera que era una broma, o un "¡Caiste, cerdo!" Cualquier cosa estaba bien, menos que sea verdad.

Miró alrededor de la habitación. Varias cosas estaban tiradas en el suelo o rotas.

Se acercó al cuerpo de Auron, quien estaba rodeado por pedazos de vidrio, uno de ellos aún lo tenía en su mano. No tan lejos de el, se encontraba una nota que decía "Lo siento". ¿Dónde estaban todos sus animales? ¿Porqué estaba solo?

Se arrodilló frente a este sin importarle la sangre en el suelo y trato de tomar su pulso, pero no lo encontraba. Estaba totalmente frio. Como si llevara más de un dia allí. Sin ocultarlo, comenzó a llorar.

El chico del cementerio. [LuzuPlay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora