Epílogo.

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Habian pasado probablemente dos meses desde el juicio de Auron. Y ahora el tenía que huir de todos porque querían pasar tiempo con el.

"¡Ven, Auron, vamos a pescar!"

"¡No, Auron, ven, tengo unas minas para la ocasión!"

"¡Vamos a una misión!"

"¡Ayudame a establecer un negocio!"

Entre otras cosas. Y realmente no le molestaba, es más, le alegraba pasar el tiempo con todos, pues ahora que todas las heridas parecian cerradas, podía vivir sin preocuparse tanto como antes.

Sin embargo, claramente se sentía a veces demasiado abrumado, Auron siempre disfruto hacer sus cosas solo algunas veces. También no hace mucho habia arreglado las cosas con Adam, que vino un dia de visita.

Nuevamente su casa estaba llena de animales, o no tanto como antes, pero tenía a sus chocobos y a sus lobos.

Mientras que con Luzu, ahora mismo estaba regando sus plantas. A veces pasaba tiempo con Auron, pero sentía que también necesitaba de sus amigos, así que le dio cierta libertad, aunque quisiera tenerlo solo para El.

Dió un suspiro para luego entrar a su casa e ir a su cuarto, lo que no esperaba era ver al pelinegro acostado en su cama tomando de su vinito barato.

-¡Hombre, Lusuuu!-Dijo Auron sonriendo.

-¿Auron? ¿Pero qué haces aquí?... ¿Cómo has entrado?-

-Tengo mis secretos~ No te diré donde hice el túnel, pero fue una gran idea.-

-¿Lo hiciste?-

-¡Pues claro!-Dijo levantandose y rodeando su cuello con sus brazos.-De no hacerlo, ¿Cómo podría venir hasta aquí a besarte sin que los demás trataran de encontrarme?-

Su aliento olía a vino, pero a Luzu poco le importó aquello, ¿cómo resistirse a quien lo volvia loco?

Lo abrazó de la cintura y se acercó a besarle. Y ciertamente, sus labios sabian a vino.

Luego del juicio, a veces por las noches iba al cementerio junto a Luzu. Incluso se encontraba con Vegetta una que otra vez.

Luzu habló con Merlon, diciendole que "El chico del cementerio" ya no existía, y este le agradeció por sus servicios como heroe de Karmaland.

Aquella pequeña leyenda del "Chico del cementerio", quedó en el olvido, siendo solo un breve recuerdo en la memoria de alguno.

Pero para el castaño, ahora mismo, solo existía "Su chico", aquel que amaba y lo volvía loco.

El Karma había acabado, y ahora solo volvian las risas y bromas en aquel pueblo entre sus heroes.

Luego de muchas cosas, habian logrado su final feliz. Y las heridas de todos, ya habian sanado.






Fin.

El chico del cementerio. [LuzuPlay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora