31.

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Mientras que los heroes de Karmaland estaban dentro del juzgado, siguieron hablando a pesar de que se habian ido Luzu y Auron.

Pero habia alguien que necesitaba hablarle ahora, y ese era el de ojos morados, quien salió y pudo encontrarse con la escena del abrazo entre los dos desaparecidos.

Luzu al notarlo ya que estaba de frente, soltó a Auron y le hizo mirar hacia el recién llegado.

-Hola, Auron.-Saludó Samuel.

-Los dejaré un moment--Luzu no terminó de hablar ni de irse cuando Auron le tomó de la manga de su abrigo, dandole a entender que se quedara.

-No tardaré mucho, hombre. Solo quería responder a tus palabras de antes, no me diste tiempo de respuesta.-Explicó Samuel.

-Ese era el punto.-Respondió Auron.

-Tenías quizás mucha razón, ¿Sabes? Creo que tienes bien merecido el título de psicólogo. Debí suponer que tampoco fue fácil para tí.-

-¿Y...?-

-Pues, que lo siento.-

-¿Y...?-

-¿Pero qué más quieres que diga?-

Auron dió una sonrisa socarrona, de esas que conocía tan bien. Samuel rodó los ojos antes de hablar, se arrepentiría despues.

-Bien... ¡Fiesta en mi casa!-

Los que estaban adentro habian escuchado muy bien aquellas palabras, y no tardaron en salir y festejar.

-¡Yo llevo las TNT!-Exclamó Willy.

-¡Y yo las minas!-Dijo Fargan.

-¡Ustedes son unas sopas de veneno, no irán a mi casa!-Dijo Vegetta molesto.

Todo parecía volver a la normalidad. Varios se comenzaron a retirar a la casa del de ojos morados. Pero atrás se quedaron la reciente pareja.

-¿No estás feliz? Esto es todo lo que te hacía falta.-Dijo Luzu.

-Lo estoy.-Respondió sonriendo Auron. -Pero primero quiero ir a un lugar.-

Luzu no preguntó, solo asintió. Ambos sabian bien a donde irían, al cementerio de Karmaland. Era de noche, quizás no tan tarde como solía ir Auron, pero eso no importaba.

Al llegar, Auron fue directamente a la tumba de Frederick, miró las de alrededor, estaban todos sus niños.

Luzu puso una mano en el hombro contrario, tratando de que entendiera el gesto de que estaba allí, cosa que Auron entendió.

-Debe estar llenando el cielo de huevos,¿A qué si, Luzu?-

-Definitivamente.-

-Debe de tener a los dioses hasta los cojones de huevos.-Una nueva voz se escuchó, era Vegetta.

-¿No te habias ido a tu casa? Hombre, la van a explotar.- Dijo Auron.

-Le dije a Rubius que la cuidara o pagará El.-Respondió el de ojos morados sonriendo.

-¿Qué te trae por aquí?-Preguntó Auron.

Samuel fue hasta la tumba de Aurora, no era tan lejana a la de los animales de Auron.

-Estaba pensando que Willy no era quien cuidaba tan bien el cementerio. Son unas lindas flores la que les pusiste la última vez a Aurora.-

Luzu le dió un empujoncito a Auron, haciendole entender que se acercara al recién llegado, algo inseguro hizo caso.

-Creo que Aurora estaría feliz de saber que su abuelo la cuida tan bien.-

Miraron hacia la tumba de la chica, ninguno lloró, sonreían con cierta nostalgia. Ya habian llorado y gritado suficiente.

-¿Entonces... Vamos a la fiesta?-Preguntó Luzu.

-Mientras Auron no piense en explotar la puerta de mi casa otra vez, claro.-Respondió el de ojos morados.

-Por supuesto, por supuesto.-Dijo Auron sonriendo.

Todos se retiraron a la casa de Samuel. Pero obviamente, todos sabiamos que al final de la fiesta, Auron explotaría la puerta, las viejas costumbres nunca se olvidan.

El chico del cementerio. [LuzuPlay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora