17.

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-¿Y bien?- Preguntó Luzu.

-Me divertí mucho, sí.-Respondió Auron.

Ambos estaban camino a la casa tridente, ya se habia terminado la fiesta de pesca en casa del alcalde y ya cada quien se comenzó a ir a sus casas.

-Me sorprendió que por fin salieras.-mencionó el castaño.

-Pues... no podía quedarme encerrado toda la vida.-

-Que bueno que lo notaste.-

-Fue gracias a tí, Luzu.-

Luzu sonrió ante aquel comentario. Le alegraba saber que Auron comenzaba a recobrar su brillo poco a poco, solo faltaba que explotara un lugar y siguiera sin entender las indirectas que cada cuanto le daba y volvería a ser el mismo Auron de siempre.

En todo el camino, no hablaron de mucho, solo de cosas que habian pasado en el dia y se reían. Como Fargan que terminó vomitando por beber demasiado alcohol y Lolito que lo tiraron al agua.

Al llegar a la casa del pelinegro, ambos se despidieron. Cada quien fue a su casa.

Auron al llegar fue con Chocoplay y le abrazo saludandolo.

-Como te quiero, mi niño. Perdona por dejarte solo mucho rato.- Se disculpo con su chocobo mientras se separaba y comenzaba a acariciarlo.

Hoy habia sido un gran dia para Auron, le alegraba saber que su casa ya no estaba sola, además de que habia gente que no le odiaba. Todo parecía ir como antes.

-¿Quieres salir un rato, pequeño?-Le preguntó a su chocobo, a lo que hizo un sonido en respuesta y Auron entendió eso como una afirmación.

















-Aquí, mi niño.-Dijo bajandose del chocobo al llegar a las puertas del cementerio.

Abrió las puertas y pasó con su chocobo hasta quedar en el área donde estaban las tumbas que más visitaba recientemente.

-Este es Frederick. Era mi primer hijo. Era un pollo muy aventurero, eh. Pero siempre me llenaba de huevos la casa.-Le hablaba a su chocobo mientras sonreía con nostalgia y veía las tumbas.

Su chocobo no respondía, pero podía notar que su padre no estaba del todo alegre, así que se quedó a su lado, prestandole atención a sus palabras que quizás no entendía del todo.

-Aquí está Gustavo, siempre protegía la casa, aunque se despistaba mucho... Pero fue un gran golem.-

Y así se la pasó aquella noche, hablando con su chocobo y hablandole de todas sus queridas mascotas que ya no estaban con El. Incluso le habló de Raulito y Aurora, también de Boreal.

Cuando notó que su chocobo se tambaleaba del sueño, Auron comprendió que no podía quedarse desvelandose en el cementerio, así que solo por su pequeño, fue a casa temprano aquella noche.

Tenía una nueva responsabilidad.

Tenía una oportunidad de vivir otra vez.

El chico del cementerio. [LuzuPlay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora