30.

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-¿De qué hablas, tio?-Preguntó Willy.

-Ya oiste, se iba a mandar a volar.- Dijo Fargan.

-No lo digas así.- Respondió Luzu, de brazos cruzados.

-Hombre, de verdad creo que hay que hacer algo. Pero las cosas bien hechas.-Dijo Alexby.

-¿Puedo ser el juez?-

Todos miraron al de ojos morados, que se había ofrecido.

-No lo sé, Vege, ¿Será buena idea?-Dijo Rubius.

-Por favor.-Pidió.

Al final, aceptaron aquella idea.











-Estamos aquí para el juicio de Auron.-Dijo el juez, Samuel.

Todos estaban acomodados para el juicio. El abogado de Auron sería Luzu.

La verdad, por más que el juicio avanzara, el pelinegro realmente no tenía nada que decir, solo dejo avanzar todo.

Y sin notarlo, el juicio ya habia acabado.

-Ahora, diré el veredicto final, Auron ha sido considerado culpable. Y su castigo será...-

Todos prestaban atención a las palabras que diría el juez.

-Pasar mucho, pero mucho tiempo, con todos sus amigos. Le queda totalmente prohibido encerrarse en casa y no salir. Tendrá que por lo menos cada dos dias, salir con amigos y por último, para mantenerlo en vigilancia, Luzu se encargará de su cuidado.-

Al parecer, todos ya sabían de aquello, menos Auron, quien veía sorprendido al de ojos morados, ¿Qué clase de broma le estaban jugando?

Pero sin poder decir nada, se dió fin al juicio, y todos se acercaron al pelinegro.

-¡Abrazo grupal!-Dijo Fargan para luego abrazar a Auron.

Luego de abrazarlo, uno a uno se fueron sumando a aquella muestra de afecto.
















-¿Es cierto... lo que dijo?-Preguntó Vegetta.

Ahora mismo solo estaba El y su amigo el castaño.

-¿Qué de todo?-

-¿Tan mal la pasó?-

-Tio, literalmente no tenía a nadie. Es más, me arrepiento de no ir a verle antes...-

-...Pensaba que sí... sufría una pérdida como yo... podría sentirme mejor.-

-Pero no ayudo, ¿O sí?-

-Por algo era el psicólogo de Karmaland. Siempre sabe que decir.-

-Sin embargo, no creo que aplicara para su vida.-

Samuel miró al castaño, ahora se daba cuenta del otro lado de la moneda.

-Lo siento, Luzu. Debí decirte que estaba bien y dejaras de preocuparte.-

-Que no es nada, tio. No estoy muy molesto realmente, ¿Sabes?-

-Creo que ya se lo que realmente necesitabamos.-

-¿Qué cosa?-

-Pasar tiempo en grupo, ya sabes.-Dijo sonriendo el de ojos morados. -Es que son unos tontitos...-

-Tú también.-

-Puede ser, puede ser. Pero solo esta vez, eh. Además, quizás si me hacia falta que me reventaran la puerta, para no perder la costumbre.-

Ambos amigos rieron. Sí, lo mejor nunca era encerrarse, lo que hacia falta eran ellos mismos.


















-¡Hombre, que me van a asfixiar!-Se quejó Auron.

-¡Denle espacio, que se nos muere otra vez!-Dijo Fargan apartandose junto a los demas.

-Joder, Auron, te salvas de que no tenemos cárcel ahora.-Dijo Alexby.

-¿Y porqué ibas explotando cosas con mi cara, hombre? ¡Que me encerraban a mí, eh! Yo que he recapacitado.-Dijo Lolito.

-Con la TNT no se juega, ¿Eh? Esa va a casa de Vegetta cuando hay fiesta.- Dijo Willy.

-¡Ní lo pienses, Willy! Nadie está invitado a mi casa.-Respondió frunciendo el ceño el de ojos morados.

Todos comenzaban a hablar, parecían muy tranquilos, aliviados, como si nada hubiese pasado. Pero Auron aún no entendía lo que pasaba.

-Ven.-Dijo Luzu tomando la mano del pelinegro y sin preguntar, sacarlo de allí.

Claramente algunos lo notaron, pero no dirían nada, sabían que la parejita necesitaba tiempo para hablar.

















-¿Qué has dicho?-Preguntó Willy sin creerselo.

-Qué por fin me confese a Auron.-Respondió Luzu.

-Hombre, yo digo que no le gusto tu confesión, porque estaba que se explotaba, literalmente.-Dijo Fargan.

-Tio, con eso no se dicen bromas.-Regañó Alexby.

-¿Creen que por eso lo hiciera?-Preguntó el castaño, preocupado aún por la acción de Auron pasada.

-Pues, yo digo que no. Quizás fue impulso del momento, yo que sé. Es Auron-Dijo el de antifaz.


























Auron y Luzu se quedaron fuera del juzgado de Karmaland, ahora mismo estaban solos, y Luzu realmente sentía la necesidad de hablar con el pelinegro.

-¿Puedes explicarme en qué parte del plan estaba explotar?-Preguntó Luzu.

-Lo siento.-

El pelinegro realmente no parecía tener ganas de discutir, Luzu lo notó. Tampoco lo obligaría, quizás si fue un impulso del momento.

-No estoy molesto pero...-Luzu tomó sus mejillas en sus manos, haciendo que le mire. -Sentía otra vez que te perdía.-

Aquello siempre preocupaba al castaño, cuando creía que su querido Auron estaba en sus manos, este desaparecía. A Luzu no le hacia nada de gracia ello, pero no podía negar que era el encanto del pelinegro.

-¿Tendré que mantenerte esposado toda la vida para que no te me escapes otra vez de mi vista?-

Y sin darle tiempo de respuesta a Auron, lo abrazó, aferrandose a su cuerpo. Aquel cuerpo que a pesar de ser  suyo por una parte, no siempre lo tenía.

-No hagas algo así de nuevo, Auron.-

Ahora mismo Auron tenía que acostumbrarse a que alguien velaría por el. Que debía evitar cosas peligrosas, porque ahora alguien esperaría por su regreso.

No solo Luzu, también sus chocobos.

-Te amo.- Susurró aquellas dulces palabras en las orejas del pelinegro.

Aquellas palabras fueron suficientes para alejar aquellos malos pensamientos de su cabeza.

-Yo tambien te amo, Luzu.-

Y aquellas palabras, también fueron suficientes para aliviar la preocupación del castaño.

El chico del cementerio. [LuzuPlay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora