Azucar

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-Las cosas que te dijo esa noche, no era verdad... Hermione Granger yo te amo, pude seguir sin Lily pero no podría hacerlo sin ti, me estoy meriendo por no tenerte, por que te amo, por que me casé contigo por amor, por que como ahora no podía vivir sin ti, sin no verte, me gane miles y miles de personas odiándome por robarme tu dulzura, pero sabía que valía la pena si tú eras la recompensa, no pensé ni en tus amigos ni en los míos y fui juzgado cruelmente solo por el hecho de amarte...
Y no me arrepiento de lo que dije por que lo hice por ti, siempre lo he hecho, soy un hombre y asumo mis actos y consecuencias, pero busco tu perdón y redención a todas los niveles, busco recupérate y amarte hasta que el último suspiro de vida salga de mi...

-Eres tan injusto.

-Lo soy, soy un imbecil egoísta e injusto y se que pido demasiado, pero eres lo único que quiero, lo único que deseo y lo único que necesito...

-Es que acaso no entiendes? Míranos, me dejaste por otra mujer, me abandonaste en nuestra casa dejando solo la solicitud de divorcio, joder severus! Me fuiste infiel con la que creía mi hermana.

-Pero puedes perdonarlo.

-Y lo he hecho, por eso aun sigues así, desnudo en mi baño... pero jamás podría olvidarlo, saber que lo que fue mío alguna vez jamás me perteneció... mírame, Tengo un trabajo exitoso, tengo ahora unos hijos maravillosos y que estoy por adoptar, tengo un novio que me ama y que haría lo que fuera por mi... ¿Como piensas que después de todo esto vuelva de nuevo contigo a la oscuridad?

-Por amor.

-Ese es el problema... ni siquiera estoy segura de seguir amándote.

Y se fue, salió del baño y simplemente fue a buscar a sus hijos, María estaba en la estancia comiendo chocolate como si la vida se le fuera en ello, daba saltitos y metía sus manitas a la boca.

-Lamera.- estiró sus brazos hasta ella, no pudo evitar cargarla.

-Es una mala palabra ¿De donde la escuchaste?

-Edus mano.

-Lo se, es un hombre malo ¿Por que no gustadas las ranas para otro día cariño? He escuchado por ahí que alguien te llevara al parque de diversiones donde ahí muchos niños guapos ¿Acaso mi niña no quiere verse bien?

La llevo hasta el baño y tallo sus manitas, dejo la puerta abierta mientras contaba las envolturas en el suelo había casi 12.
Ella era una pequeña zorra gorda.

Con un movimiento de varita hizo limpieza en la estancia y limpio el vestido de su hija, fue directo a la habitación de Mizael, sin embargo a paso lento, la verdad era que el pequeño niño era todo un caso, había tomado demasiadas libertades y era totalmente independiente, lo amaba demasiado, pero solo quería llamar su atención, hacia travesuras de niño pequeño y se comportaba como un adulto civilizado, era muy contradictorio y confuso.

Abrió la primera cajonera y no había nada más que calzoncillos y un zapato feo.

Estaba desgastado y tenía un olor desagradable, estaba sucio y sin duda el pequeño era el mejor mago de su edad, pues a pesar de la transformación aun continuaba con su cabello, se veía raro y hasta en un punto asqueroso y ni siquiera lo saco de la cajonera cuando deshizo el hechizo.

-Mama el vino y me vio y luego me dijo "Cabeza de melón" y luego me convirtió y yo yo yo no puede salir y yo yo no se.- se explico rápido y trabado mientras intentaba sacar el trasero de esta.

-Calma cariño, lo conoces.

-Si pero... ¿Por que estás llorando?

-Mami tiene que llorar a veces.

-Mi madre siempre lloraba, yo no quiero que tú lo hagas.

Se miraron a los ojos, aun no sabía quienes eran sus padres, pero intuía que ese era el momento.

-Por que no me cuentas?

-Mi madre era hermosa, tenía el cabello negro y los ojos azules, su piel era pálida, sin embargo era una mujer grande, tenía arrugas en los ojos y no era una bruja.

-Era muggle?

-Si, ella solo estaba ahí conmigo, nunca que alejo de mi hasta que él se la llevó...

-Y tu padre? Como era?

-Era calvo, jamás vi su otra forma, solo su apariencia, tenía el cabello negro y los ojos verdes, era cruel y antes de enseñarme palabras me enseñó las maldiciones... era un hombre horrible... pero era mi padre...

-Y María?

-Se lo que te preguntas mamá... ella no es mi hermana biológica, pero nació cuando estaba conmigo, ella es hija de mi padre y otra bruja, ella también es una mestiza...

-No logró entenderte cariño...En verdad que lo intento, pero simplemente no puedo entenderte .

-Se que sabes quien es mi padre, pero no dire su nombre, jamás lo dire, lo odio tanto que me causa asco tan solo decirlo...Contéstame Mamá, contéstate tú misma ¿Quien es el nuestro padre?

Lo sabía, siempre lo puso, la habilidad que desprendía en hacer magia, los ojos y algunas palabras, la forma de sujetar la varita, las respuestas siempre estuvieron ahí, pero ella no quería verlas, no quería por que ella era su madre, no importaba si no era de sangre, se consideraba como tal...

No ahí peor ciego que el que no quiere ver.

-Tom Riddle.

-Si... ahora, tienes dos opciones, puedes saber los nombres de nuestras madres y luego abandonarnos... o puedes llamar a los aurores... de que no me querrás.

-Jamas te dejaría, nunca... se qué no naciste de mi... pero eres mío, eres mi hijo... solo mío, tú y tu hermana son lo que más amo.

-Entonces hazme la pregunta.

-Quien es tu madre?

-Mi madre fue también la madre de mi padre...

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