Asesino

742 50 1
                                    

Al irse no había hecho más que ir a las cocinas del castillo y acabar con las reservas de alcohol que ahí tenían, necesitaba ahogarse y verse en otra tierra Santa, donde las verdades no dolieran tanto, pero la noche se fue en un suspiro y el día llegó frío, arrancando con todo lo bueno, no había vuelto a su propia habitación y los niños ya estarían despiertos.

Todo se movía, las paredes se hacían grandes y pequeñas y jamás se había sentido tan ebria como en ese instante, el alcohol le nublaba la vista y aun así veía todo con claridad, las cosas que había dicho Severus hacía apenas unas horas aun la hacía delirar y soltar lágrimas pero verlo que estaba en su habitación la destrozo aun más.

Los muebles estaban destrozados, las ventanas estrelladas y había sangre por todos lados, aun no se sentía preparada para todo lo que estaba pasando, con un patronus llamo a Harry.

-Que pasó aquí Hermione? Que hiciste?

-Los niños harry, mis niños harry yo... yo no se... donde estan.

Estaba llorando y la borrachera se le había bajado por arte de magia, se sentía impotente y su cerebro no quería ver lo que claramente había pasado.

Después de todo Hogwarts no era el lugar más seguro, nunca lo fue.

-Vamos Hermione, el hijo de puta dejó un rastro.

Solo lo había dejado a una persona en esa habitación, Dean Thomas, le había encargado a sus hijos y le había dicho que volvía en unas horas, tal vez si ella no se hubiera estado emborrachando en las cocinas él jamás hubiera hecho lo que hizo,no pudo sentirse culpable, se había separado de sus hijos, ellos eran su responsabilidad.

Sin embargo, harry potter no dejaría toda la culpa en sus hombros.

-Los encontrare.

-Lo se harry.

Y así mismo se fue, tenía una misión, debía pagarle todo lo que ella había sacrificado por él en tiempo de guerra, el pasar hambre y escasez de agua, las noches en vela e inclusive las veces que le salvo la vida, él mismo sabía que aquellos niños eran un peligro en el mundo mágico, que había quien quería exterminarlos por temor al regreso de Él que no debe ser nombrado, pero al final de día, eran sólo niños, Hermione no tenía a nadie más que a ellos y ellos la habían ayudado, eran niños poderosos y no dudaba en que algún día sus nombres serán recordados, pero no como magos o brujas tenebrosas si no como magos buenos, que luchan por el bien por que la sociedad tenga un equilibrio y sabía, que Hermione lograría eso, solo ella podía.

Fue al departamento de él que alguna vez fue su amigo, sabía lo que había pasado, sabía de sus gustos sexuales e inclusive de lo resentido que era cuando murió por la causa a  aquel chico blanco y pecoso que más de los años no tenía cejas, sabía que lo culpaba, por eso se oponía al principio por la relación que tenía con Hermione, pero ella se veía tan feliz y no pudo evitar caer y confiar de nuevo.
Quería volver a sentirse una persona normal, de esas que salen de compras y vuelven a casa al final de día, pero eso jamás pasaría, su mujer no lo permitiría jamás, no lo mataría, él no era un asesino, pero lo enceraría, le daría la pena máxima, sabía que Hermione lo haría, lo condenaría al beso del dementor y él no podía estar más de acuerdo.
No había más huellas, en aquel departamento no había nada más que muebles con polvo, dando a entender que no había estado ahí durante un tiempo, se pensó en otro lugar.

Necesito a pansy.- pensó para si mismo, mandando un patronus.

Ella llegó casi enseguida, venía custodiada por Draco, jamás estuvo más felices de verlos.

-Miercoles harry, estaba por comer mi torta de queso.

-No es momento cielo, necesito que hagas algo por mi.

-Lo que sea.- pansy y Draco contestaron al unísono, los amaba.

-Necesito que me digas, que pienses y me digas donde estaría Dean, era tu amigo lo recuerdas? A aquel gay al cual le comprabas lencería para nosotros.- miro a Draco.

-Es un pequeño escarabajo y romántico estupido, estaría en un lugar con una gran vista para lamentarse de su vida y... por que la pregunta? No me digas que te gusta.- lo apunto con su varita.

-Que?

-Te justa Thomas? Que asco.- le siguió Draco.

-Que? Yo no, digo que asco, o sea no yo pues yo no... yo estoy casado pansy, casado contigo y con ese hurón horroroso.

-Retráctate.- este también lo apuntó.

-Vasta ambos.- los miro con el ceño fruncido.- dime que mierda pasa si no quieres que desaparezca tu ropa ahora mismo  potter.-Conocía esa mirada, se había enamorado de ella justo por ella.

-Se llevó a los niños.

-Maldita sea harry, siempre me entero de lo interesante a última hora, sabes que me encanta el chisme.

-Los niños de Hermione.- término de decir.

-Y que estás haciendo aquí viéndome como un idiota? Ve al puente de hogwarts seguro que ahí está.- Harry desapareció.- Mierda Draco, quiero mis papas y unos tacos de trompo.

-Cielo, iremos a médico ahora mismo.

-Pues tendrás que llevarme cargada cuelo, mis pies me están matando.

-Puedo arreglarlo también.

-Pues te estás tardando cabeza de pastilla.

-Te amo pansy.

-Te amo Draco.

Y ambos se fueron, por otro lado harry estaba corriendo, aquel puente aún no había sido reconstruido totalmente, había mucha madera fuera de lugar y parecía que la guerra apenas había sido vencida la semana pasada en vez de hace 4 años.

Pero cuando llego, simplemente no había nada, se acercó a la orilla, cuando el mundo se le calló a sus pies.

Vuelve a empezar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora