Vuelve a empezar

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Los años ya habían pasado, demasiados a decir verdad, habían adoptado a tres niños más, Edwin que tenía genes lycans, Efraín que tenía genes vela y Roseta que era una mestiza linda y pequeña con genes de hada.

Los niños desamparados siempre fueron los que menos escogieron, los habían dejado, por él simple hecho de ser diferentes, pero para Severus y Hermione las diferencias solo los hacían más únicos, más maravillos y más buenos.

-Mierda Draco, te dije que el pastel debía tener un maldito unicornio con cuerno rosa no morado ¿Es que acaso te lo tengo que anotar?

-Yo yo... yo no se cariño... soy tan indigno y no te merezco y te amo.

Malfoy había cambiado mucho desde el segundo embarazo de Pansy, donde ahora las traía contra él y desgraciadamente no tenía el valor Gryffindor para no hecharse a llorar con cada regaño que ella le daba a harry en su primer embarazo.

-Madirnaaaa!- Mizael de ya 19 años fue corriendo hacia ella, aun tenían aquella confección, y a pesar de ser un chico problemático tenía fascinación por la pelinegra, aun más después de dar a luz a la pequeña Sofi, la cual cumplía 9 en este día especial.

Mizael había quedado flechado desde el momento que la vio, no puedo enviar recordar a Severus con algo de nostálgica, algo similar les había pasado a ambos...

-Miza.- hablo la niña, bajándose de los brazos de harry potter y llendo corriendo hacia el, el cual gustoso la recibió para darle un beso en los labios.

Se era bien conocido y nada mal visto de su amor, pero Mizael se caracterizaba por su paciencia y sabían con total certeza que jamás se aprovecharía de la dulce niña.

-Nos vamos a casar hoy?.- la niña preguntó mirándolo a los ojos.

-aun no mi dulce, tal vez en unos 10 años más.

-Pero yo quiero ya.

-Entonces crece más rápido dulce.

-Lo haré lo haré, pero ven ven, mi papi Draco trajo un Brincolín.

-Eso está genial.- dijo riendo mientras ambos corrían al brincolín con forma de Brócoli.

Mizael había conocido la felicidad desde el instante que la vio, había vuelto a ser un niño solo por ella y para estar con ella, sin embargo, los malos hábitos siempre perduran, hasta el día de hoy, todos los domingos Severus Prince lo dejaba maldecirlo solo por justo, al parecer extrañaba esos gestos de su antiguo señor oscuro.

Por parte de la familia Prince Se podía decir que estaban en la octava luna, al menos desde que severus se enteró de los embarazos artificiales... iban en camino por dos niñas, gemelas.

Tenían cinco hijos ya, sin embargo, Severus quería que su mujer tuviera las ilusiones completas, no había cosa que le negara a su dulce esposa.

-Ya dámelo perro.

-No quiero maldita cara de elfo.

Los niños a veces pasaban demasiado tiempo con su tía pansy, aumentaban las peleas y las respuestas rápidas en toda la casa y aun estando el el patio trasero de Malfoy Manor ellos seguían actuando como si fuera su casa, pansy estaba de los más encantada y ya hacía apuestas sobre quién ganaría la pelea, eran niños después de todo.

Pero en la vida existen amarguras que perduran y felicidades que colapsan, sin embargo, lo de ellos sería un para siempre.

Un final de cuento perfecto, tenían todo lo que habían decorado, una familia, un gran hogar y ahora dos panecillos en el horno.

Ginny weasley había quedado en el exilio de la comunidad mágica al saberse de todo en el profeta, de su relación con su Hermano y todo pareció acabar con ella cuando se supo de su embarazo, habían hecho un alboroto pero todo se había solucionado, vivían en Alaska y se notaba que eran felices, habían dejando rencores y ahora volvían a ser amigas, claro, todo con la supervisión de Pansy, ella no era de esas que perdonaban y Hermione Prince era su hermana.

La vida siempre da sabores agrios, pero ahí que saber encontrar lo dulce del núcleo, como una paleta, dura por fuera y blanda por dentro.
La familia Prince ahora lo tenía todo, después de todos los secretos y problemas, ahora podían estar agradecidos por todo lo que habían logrado conseguir.

-Mierda Potter, dile a Malfoy que es mejor que traiga su rico culo ahora mismo aquí o que no se moleste en traer mi maldito elote de palo.-Ohh si, pansy era todo un caso...














-Mierda Malfoy, lo quería con extra chile.

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