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Hello~

Aquí su infierno materializado en entretenimiento poco sano, pero al menos divertido...

¡Tened aquí nuestro tierno y sádico!

ADVERTENCIA CONTENIDO ADULTO +18

Por siempre suyo...un pequeño Kaos.














—Me imagino que debe estar completamente satisfecho…

Soe no hace caso a sus palabras. Siguiendo el protocolo, mantiene su búsqueda de alguna evidencia que pueda vincular a Nakiri Erina con…

¿Específicamente con qué?

¡A la mierda eso! Solo necesitaba pruebas de que no era la persona que pensaba. La princesa debe ser más que una cara bonita y va a demostrarlo.

Ya tenía la orden para registrar la casa de Nakiri Erina y su oficina, el segundo ya había sido registrado sin mostrar algún tipo de pruebas. Soe solo esperaba cerrarle esos lindos y carnosos labios a la reina, que dejara por un momento de hacer cuentas de que nada pasaba.

—¿Qué fue lo último que hizo antes de la muerte da Saiba Jōichiro?— pregunta una de los oficiales quien sigue cual perro con correa a Erina.

—Ja —tose con burla la princesa —Me imagino que el oficial Soe tiene una idea de dónde estaba…—se vuelve para mirar al detective que sumergido en su labor intenta buscar en los cajones de la habitación de Erina.

—Siguiente pregunta— ordena Soe a su compañero.

—¿Conocía usted a Tadokoro Megumi?

—Por desgracia sí, me imagino que por algo gritaba mi nombre en su visita a la comisaría el día del asesinato— Erina buscó una de las sillas de su pequeño escritorio sin dejar de mirar a Soe.

Soe da un ligero suspiro mientras revisa lo que parecían ser álbumes familiares. No había mucho que destacar en las fotografías; familia adinerada, buen estatus, viajes y entre otras cosas normales.

—¿Usted no debería estar en otra parte?— Soe reprochó a Erina su excesiva atención. Sabía que era su casa, pero estar cerca de ella solo obstaculizaba su búsqueda de pruebas —Quizá pueda dar una vuelta por ahí.

Erina sonrío ante el gesto ¿Tanto le molestaba a Soe su presencia? ¿O era solo su forma de decirle lo intimidado que estaba por ella?

—Como guste— dijo Erina sin más.

Soe suspiró aliviado cuando pudo ver a su cabellera dorada perderse por el marco de la puerta todavía en compañía del oficial que tenía que hacerle preguntas. Ojalá pudiese decir que estaba un paso delante de la verdad detrás del asesinato de Saiba, pero lo cierto es, que todo el lugar está perfectamente ordenado, no hay nada extraño, o bien, algo que pueda dar mala pinta.

—Oficial, Soe— una de las chicas del área de criminología se acerca. En sus manos lleva unas pequeñas pinzas sujetando algo —Esto es…

Soe vuelve su mirada hacia el pequeño objeto —¿Una uña?— por fin consigue encontrar la forma…y eso era ¿Sangre? —Quiero análisis de la sangre de la uña y a quién pertenece.

La chica asintió al mandato, tomó una de las pequeñas bolsas para pruebas y depositó la uña ahí. Soe esperaba que eso significara algo, una uña que se nota arrancada desde la raíz no puede ser presagio de una tarde de manicura mal ejecutada.

Soe siguió con los cajones del armario de Erina. Miró entre chaquetas, blusas, faldas, pero no encontraba nada extraño, a no ser que sea extraño que una chica tenga prácticamente una tienda departamental como armario.

FilofobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora