❝ 𝒟 𝐸 𝒜 𝑅 𝐿 𝒪 𝒱 𝐸 ⚘ 𝒦 𝐼 𝐻 𝒴 𝒰 𝒦 ❞

¿El inicio de un final?

¿Alguien puede enamorarse del caos?
Día 26

- Muy bien, comencemos con Minhyuk.

- ¿Yo qué? -Interfirió el mencionado, colocándose de pie, pero volviendo a su sitio cuando una mirada se le dedicó.

- ¿Minhyuk, podemos iniciar?

Aquel psicólogo se cruzó de brazos, logrando que un azabache bajará las patas del sofá y tomara asiento como el caballero que debía ser.

- ¿Podemos iniciar?

- ¡Oh, sí, sí, sí! Claro ¿Qué veremos hoy? -Cuchicheó con burla, provocando que el experto negara ya hasta la mierda.

- Es inútil, no podremos jamás tener una buena charla, este niño no va a ceder.

Emitió está vez el de cabellos colorados, provocando que el azabache saltará de su sitio.

- ¿Perdón? ¿Cómo me llamaste, estúpido?

- Exactamente, estúpido.

Apenas oírle, Min dió un par de pasos para acercarse al otro sofá, no obstante, dos manos le tomaron por los hombros.

- Por amor de dios, relájense, no son perros y gatos.

- ¿Está usted seguro? Digo, es que Minhyuk si parece perro.

Un gancho al hígado.

- Bueno si a eso vamos, tú pareces un zorro y una gata al mismo tiempo.

Dos puños fueron cerrados al instante, y de no ser por el especialista entre ambos, alguien habría resultado herido.

- No sabes con quien te metes, Minhyuk.

- ¡Mierda! ¿Es alguna clase de amenaza? Tampoco sabes con quien te metes, "Jung".

- Dios, me vale mierda, vamos a comenzar sí o sí.

Inmediatamente el hombre se colocó al centro, llevando un lápiz a su boca y una hoja en blanco entre manos.

- Shiwoo, mejor comencemos contigo, así que por favor dime ¿Qué es lo que te hace sentir odio en contra de Minhyuk?

Lee suspiró, cruzando las piernas ya derrumbado en su sofá, viajando su mente a las situaciones que de verdad le preocupaban, a los hechos que de verdad eran importantes en su apenas corta e insignificante vida.

¿Cómo estaría el señor Park? ¿Habría mejorado?

Min suspiró, pues hace dos días y medio no sabía nada de aquel hombre, las visitas para ayudarlo con su relación con una muñeca vieja, arrugada y colorada, consumían la mayor parte de su tiempo, ello sin añadir las clases en su universidad y los deberes que tenía en casa; básicamente estaba al tope, pero aún así, hacia de vez en cuando un espacio.

Minhyuk estaba rendido, más que nadie deseaba la recuperación de aquella persona, pero los doctores no daban más esperanza alguna, así que... Sólo le quedaba esperar.

- Pues verá, yo no le guardo rencor por todo lo que ha cometido, no lo odio, pero...

- ¡Que agradable sorpresa! ¿Y sabes? Yo si te odio.

Interrumpió Min de pronto, obteniendo un par de miradas molestas.

- ¿Puedo continuar? -Recitó Jung.

El especialista no se nego.

- Pero no me gusta su forma de ser, ¿Comprende? Tan explosivo y inundado de...

- ¡Vaya! Tampoco me gusta tu forma de ser, ya tenemos algo en común ¿No? ¡Es un gran logro! ¡Adiós!

Las miradas penetrantes y desatentas hicieron acto de presencia otra vez, logrando que Minhyuk achicara los brazos como un niño.