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Emma

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Emma.

Duncan es como mi "ciberamigo".

Cuando me fui de Vermont él y yo no éramos tan cercanos, siempre lo vi como el mejor amigo de Oliver. Lo único que me tranquilizo al partir, fue saber que, Duncan le haría compañía.

Hace un par de años atrás, me encontré con una solicitud de amistad en Facebook, era de Duncan, la acepté en seguida, me pareció curioso que después de años él decidiera comunicarse conmigo. Comenzamos a enviarnos un par de mensajes por semana, nos contamos todo lo relevante de nuestras vidas que creímos importante en ese momento. Nunca me anime a preguntarle sobre Oliver, y él jamás lo mencionó, lo cual siempre agradeceré internamente. Sabía que seguían siendo amigos, ya que subía fotos donde ambos estaban al lado de otro grupo de chicos.

Eventualmente le hable sobre mi padre, yo necesitaba desahogarme, y él estaba a miles de kilómetros, además, prometió que no le diría a nadie, yo le creí, algo en Duncan me inspiraba confianza.

Cuando papá empeoro, deje de contestar sus mensajes, lo último que le envié fue un «Papá sigue en el hospital, estaré fuera de las redes por un tiempo.», él contesto con «Ntp. Llámame si necesitas hablar, estoy aquí Emm.» Por extraño que parezca, me alegraba tenerlo a un mensaje de distancia, pero papá se fue, lo único que quería era llorar en la privacidad de mi habitación, olvide llamarlo, miento, en realidad no quería que nadie supiera en el estado en el que me encontraba en ese momento.

Tampoco le avisé de la mudanza, supuse que algún día nos toparíamos y sería una especie de "sorpresa", la sorpresa fue mía al encontrarlo con Oliver.

Fue incómodo.

Oliver no dejaba de vernos, con la frente arrugada y los ojos entornados, lo conozco tan bien que podría decir que estaba molesto por la escena que su mejor amigo y yo protagonizamos, tal vez no cambió del todo. No me esperaba que Duncan reaccionara como lo hizo al verme, me alegro mucho verlo, la ultima vez que lo vi, fue cuando visitó a su tío Manson, que también vive en San Francisco. Solo compartimos dos horas en el parque Golden Gate, después tuvo que irse, fue un viaje rápido y muy corto, así lo sentí.

No sé si Duncan le contó a Oliver sobre nuestras conversaciones en general, pero tampoco me gustaría que fuera así, aunque pensándolo bien, no creo que a él le importe si su mejor amigo y su antigua mejor amiga tuviesen contacto, digo, es cosa nuestra.

—Llegamos —avisa él apagando el auto.

No me di cuenta en qué momento aparco en la entrada del minisuper.

—Gracias, pero no tienes que esperar por mí, debes tener cientos de cosas por hacer.

—¿De qué hablas, Emm? En el verano no hay nada que hacer, vamos, te acompaño.

Agito la cabeza antes de salir del auto. Sus largos mechones de cabello rubio obstruyeron mi visión de su afinado rostro. Si no mal recuerdo, Duncan se parece más a su madre, y ella me parecía una mujer muy guapa cuando era pequeña.

SWEET ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora