Oliver.
—¡Hey, Oliver! —Tavo viene corriendo hacia mí.
Suspiro viendo mis pies. Estos días he entrenado después de clase, la planta de mis pies arde y mis tobillos tienen un par de heridas hechas por la fricción. Lo único que quería después del entrenamiento era dejarme caer en el pasto fresco, y eso hice.
Tavo se deja caer a mí lado soltando un largo suspiro, saca una botella con agua de su mochila y bebe un gran sorbo, después, se moja la cara y cabeza con la misma.
—Refrescante —agrega—. Oye, los chicos y yo pensamos ir a donde Rico ¿Te unes?
Niego con la cabeza sin verle.
—No, tengo que llegar a casa, sigo castigado.
—¿De verdad? Qué mal... mmm... bueno...
Lo miro de reojo, parece que quiere decir algo más.
—¿Qué pasa?
—Eso es lo que quiero saber —contesta—. ¿Qué pasa contigo? Has estado muy serio últimamente, ¿Es porque tu amigo Duncan no está en el equipo?
—No —digo simple.
—Ya veo —se sienta con la espalda erguida—. Ahora eres parte del equipo, Oliver, eso significa que, debes dar tu mayor esfuerzo para conseguir la victoria. No importa que, cuando estás dentro del campo, nada más debe importar.
Me siento de la misma forma mirándole.
—¿Eso qué quiere decir?
Me mira fijamente.
—Que cualquier problema que tengas debe quedar fuera cuando estás jugando, tal vez para ti no importa, pero muchos de nosotros buscamos una beca.
—Me importa, y mucho —le aseguro—. Creo que estás exagerando, lo hice bien hoy, al igual que toda la semana.
—Si, pero no es lo mejor que puedes hacer —se pone de pie limpiando sus palmas—, sé que tienes el potencial para más.
Dicho eso, se va dejándome solo en el campo de fútbol. Odio esta sensación, la de soledad... debería levantarme e ir a hablar con Duncan, disculparme por lo estúpido que fui y explicarle que solo estaba celoso porque pasara tiempo con Emma.
Intento pensar como era mi vida antes de que ella volviera, pero simplemente no encuentro algo que me haga extrañarlo. Emma siempre estuvo en mis pensamientos, incluso al otro lado del país, yo seguía pensando en ella, preguntándome cómo estaría, qué haría, y si ella me extrañaba como yo lo hacía.
Pero volvió, y yo no pude preguntar nada... lo arruine. Ahora ella está con ese chico, preferiría mil veces que Duncan saliera con ella.
Me levanto sacudiendo la poca tierra de mi ropa, tomo mi mochila de entrenamiento y me dispongo a caminar a mi destino. Nunca me ha gustado andar por ahí en bicicleta, de pequeño solo la usaba por Emma, pero Duncan y yo preferíamos los scooters.
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SWEET ✔
Teen FictionEl primer amor. Aquella primera ilusión que te hace idealizar la perfección y se queda en tu memoria como un sentimiento puro y verdadero. Un recuerdo de la niñez dando paso a la juventud, apostando a un futuro incierto. ¿Recuerdas tu primer beso? ¿...