SWEET ✔

𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁ℴ 𝒻𝒾𝓃𝒶𝓁

Oliver.

Tabita me arrastró con ella hasta la heladería de la señora Rosi, no pude negarme, mi hermana es muy persuasiva y también me amenazo con decirle a mi padre todas las cosas que hago cuando él no está en casa.

—Vamos, vamos, vamos —dice sin parar.

—Tranquila —intento calmarla.

—Calla y camina.

Hemos caminado por varias cuadras y ella no se cansa en lo absoluto, no sé por qué tanto su insistencia.

—Ya casi llegamos, está ahí —señalo el helado gigante que sobresale del local.

—¡Genial! —Grita y sale corriendo.

—Espera ¡Tabita, no corras!

Corro tras ella, si le pasa algo mis padres me matan. Entro a la heladería tras ella, tragó aire intentando disimular. No cabe duda de que mi hermana menor me quiere matar.

—No corras así —la regaño.

—Cálmate —se burla—, me sentaré por allá —señala al fondo del lugar—. No me sigas.

—¿Qué? —Cuestiono, pero me ignora.

—Simpática —dice la voz de una chica.

Miro a la susodicha, es Karla, nieta de la señora Rosi y amiga de Lía.

—Está loca —comento.

Ella me mira sin expresión alguna, siempre tiene la misma cara, esa que dice "no te acerques a mi o te mataré".

—Como sea, yo me siento por aquí —señalo a mi espalda—, supongo...

—¡Oliver!

Miro hacia la entrada, Lía y Duncan entran tomados de la mano.

—Genial, los tortolos —menciona Karla en tono monótono.

—¿Qué hacen aquí? —Pregunto yo.

—Es una heladería, dhu, queremos un helado.

Se acercan al mostrador, saludo a mi amigo con un asentimiento de cabeza.

—¿Y tú? ¿Qué haces aquí? —Pregunta Duncan.

—Mi hermana me rogó que la acompañara —digo señalándole a la pequeña al fondo.

—¿Por qué?

—Ni idea —respondo con sinceridad.

—Kar, quiero dos helados de dulce de leche ¿Para ti Oliver?

—Eh, no lo sé ¿Qué hay de nuevo?

Karla me mira con los ojos entrecerrados.

—Nuez y caramelo —responde.