♡ 𝙝𝙚𝙖𝙧𝙩𝙗𝙚𝙖𝙩 (《𝓯𝓻𝓮𝓮𝓼𝓲𝓪》◇ Libro 1)

♡18

――Jungkook-ah. ¿Tú dejaste está rosa en mi casillero?

――Aunque me gustaría tomar el crédito para que te enamores de mi... ―――Ella empezó a golpearlo, avergonzada de lo que decía. ――No, no lo he hecho yo.

――¿Crees que haya sido Namjoon-ah?

――Mmm no y si fuera él no te lo diría.

――No es la primera vez que recibo una rosa.

――Dímelo a mí, me tocaban cargar todas tus rosas en la escuela media.―― Quejoso la despeinó. ――No le des tantas vueltas, debe ser algún admirador anónimo e idiota.

――¿Por qué lo insultas?

――Porque no quiero a nadie cerca de ti.  ――Se cruzó de brazos.

――¡Te digo que yo no lo tengo!―― Namjoon peleaba con Seuyeon.

――¡Dame mi celular, sé que lo tienes tu!

――¡Revisarme todo lo que quieras!―― Chocó con Jungkook, empujándolo un poco y haciendo que esté en un intento por no aplastar a Bea, pusiera sus brazos a sus lados, quedando muy cerca de ella, las puntas de sus narices se rozaban.

Bea de inmediato se sonrojó al igual que Jungkook.

――Ah, Jungkook-ah...

――¡No es lo que crees! ――Se separó de inmediato.

――Si quieres besarme solo tienes que decirlo.

――¡No quiero besarte!

――¿Seguro? Porque me miraste los labios por un buen rato.

――¡NO ES VERDAD!

――Vamos, vamos, acepta que te mueres por mi. ――Ella molestaba y el chico estaba con toda la cara roja negando.

――¿Qué harás con lo del admirador?

――¿Que debería hacer? Debo aceptar que fue lindo ver esto hoy. ――La chicharra sonó y corriendo se despidió para asistir a su taller de cocina. Luego de que la profesora fuera notificado de lo que ocurrió, permitió que Bea volviera.

Las horas pasaban más rápidas que de costumbre, y aunque estaba emocionada por volver a cocinar simplemente no podía hacerlo. No tenía concentración y sus manos temblaban levemente cuando intentaba tomar un utensilio.

Salió algo desanimada, ¡Pero eso no iba a hacer qué se rindiera!
Camino por los largos pasillos, solitarios, confiada, Jungkook aviso que todos los días que ella se quedará tarde, él también lo haría, de esa manera, ambos podían volver a casa juntos.

Cuando llegó vio otra flor, está vez no era una rosa, si no que parecía un clavel, la tomó delicadamente viendo su color llamativo, Bea vio que habían números en uno de sus pétalos, al contarlos, se dio cuenta de que se trataba de un número telefónico. Miro a sus lados, confundida, ¿Era todo esto una broma?

――¿Qué pasa?―― La voz de Jungkook le hizo dar un salto. ――¿Otra flor?

Bea asintió. ――¿No viste quien la puso?

――No hay nadie más aquí que nosotros y tus compañeros de taller.

――Que extraño...

――Sea quién sea, sabe a qué hora sales del taller. ――Jungkook chasqueo su lengua no muy contento.―― Hay que tener cuidado.

Volvieron a casa juntos, está vez era turno de Jungkook para quedarse en casa de Bea y hacerle compañía.
El chico escuchaba los quejidos de frustración de su amiga por no poder ni batir una simple mezcla de brownies.