Esponjosa dulzura | Yuno x Charmy |

E: Encantador

Después de pagar el alquiler de los disfraces por un día, cada uno se fue a casa para maquillarse y peinarse a gusto. Cuando llegaron a casa de Mimosa, Yuno y Asta ya estaban ahí. Saludaron a todos antes de perderse, Charmy atacó la comida y Vanessa las bebidas. Sí, son menores de edad, pero también tienen padres que les dan todo lo que quieran sin importar la edad.

—Los ricos son grandiosos —comenta la muchacha de rosas cabellos, ha probado vinos que quizás nunca en su vida pueda comprar. Charmy asiente de acuerdo mientras llena su boca con elegante comida.

Todo en este lugar parece salido de una película de princesas, demasiado limpio, elegante y sofisticado, la gente se ve siempre hermosa tanto que parecen brillar. No es que ellas sean pobres, pero tampoco son ricas, tienen una vida estable y lo suficientemente buena como para pagar una escuela privada.

—Buenas noches —saluda un joven sonriendo de forma coqueta a Vanessa.

—Piérdete —dice la guapa bruja con una mirada de odio puro.

El hombre voltea y se aleja en silencio. Ya es el cuarto desde que entraron hace una hora. Según ella son molestos y desagradables.

—¿Molestamos? —pregunta Asta.

—No, claro que no, siéntate, guapo —recibe con alegría Vanessa haciendo a un lado su escoba para que el chico se siente.

—Creí que sería rechazado como todos los otros —bromea tomando unos bocadillos de la mesa mientras acomoda su cabeza de lobo sobre su regazo.

—Eso es sólo para quienes no me gustan, tú eres demasiado lindo para rechazar —ella estira una de las mejillas de Asta haciendo que el chico se queje de dolor.

Por su parte, Charmy come y suspira encantada ante la imagen frente a ella, a unos tres metros se encuentra su príncipe encantador, Yuno es de admirar, tan deslumbrante. De vez en cuando él sentía la mirada de ella y regalaba una suave sonrisa a su dirección, Charmy casi muere de un flechazo, pero sobrevivió para seguir comiendo y devolver la sonrisa a Yuno el príncipe encantador.

Al final no pudo hacer nada junto a su príncipe encantador, a él lo mantuvieron muy ocupado y ella se la pasó comiendo, Charmy también bailó justo a Vanessa, Mimosa y Asta, fue divertido y ridículo. Además, la anfitriona se animó a pedir un baile a Asta justo cuando sonaba una dulce balada, fue bonito, entre luces de colores y la oscuridad, más parejas se sumaron en el vals. La atmósfera fue perfecta para hacer un movimiento con el chico que te gusta, pero hubo una niña que fue más rápida, ella es una belleza adorable en su disfraz de hada color verde que combina a la perfección con sus rubios cabellos. Charmy no es alguien celosa, pero esa niña es alguien especial para Yuno y de eso está segura, puede saberlo por la forma en que se miran con cariño y sonríen uno al otro. El príncipe encantador parece inalcanzable para ella.

Más tarde cuando está a punto de irse Mimosa se acerca para decirle unas palabras inquietantes.

—Solía ser muy amiga de Yuno y Asta, pero tengo tres razones por las que ya no hablo tanto con ellos en la escuela, esas razones tienen nombre y apellido, son las tres acosadoras de aquella vez —Mimosa habla de forma seria y un poco preocupada—. Tengan cuidado, son de lo peor.

Tanto Charmy como Vanessa sonrieron y restaron importancia al asunto. Un par de adolescentes descerebradas no son nada para ellas han enfrentado cosas peores.