S: Sinceridad

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Desde esa noche de fiesta todo parecía mejorar. Por lo menos ahora Charmy no era un bollo de llanto y lamento, ahora sale de su habitación, cocina a las horas indicadas y por las tardes va en busca de un trabajo. Pronto consigue algo en una panadería que la tiene trabajando como esclava, pero algo es algo y realmente necesita el dinero. Por suerte tiene a Yuno y este no pierde tiempo en conseguirle un trabajo en un restaurante de alto nivel en donde sólo trabaja por las noches. No termina de agradecerle al hombre, realmente es ese príncipe encantador que una vez conoció, no entiende como Vanessa puede decir que es un peligro. La ingenua Charmy pronto entiende a qué se refiere su hermana.

—No lo hice por ti, lo hice por mí o ¿acaso no es obvio las ganas que tengo de pasar tiempo contigo? —habla Yuno con una mirada intensa y esa sonrisa perversa que nunca antes había mostrado ante Charmy, la pequeña y encantadora mujer que ahora mismo es un lío de nervios al tener a semejante hombre así de cerca. Yuno está inclinado hacia la mesada, con las manos apoyadas sobre ésta y teniendo aprisionada contra la mesada y su cuerpo a la nerviosa Charmy. Ella hace esa expresión de total enamoramiento y por un momento Yuno creer tenerla. "Demasiado fácil" piensa y está en lo correcto cuando ella desvía la mirada y sonríe nerviosa.

—Estoy intentando hacer un pastel aquí, Yuno, no es tiempo de coqueteo —comenta con una traviesa sonrisa en los labios, sus mejillas sonrojadas la hacen ver aún más adorable.

—¿Estás jugando conmigo? —recuerda esa expresión en ella, solía fingir inocencia cuando quería molestarlo.

En su corta relación, Charmy se encargó de sacar el mayor número de reacciones en Yuno, hacerlo enojar fue lo más difícil, pero si lograba molestarlo al punto de recibir un regaño o un ataque de cosquillas como castigo.

—Yuno es todo un mujeriego. Nunca había visto esa jugada de seducción antes.

—Intento ser suave contigo, pero al parecer eso no funciona, no me has mirado ni una sola vez hasta ahora.

Charmy baja la mirada.

—No es que no haya visto tus intentos, el problema es mi dolido corazón que no me deja avanzar. Lo siento, no puedo corresponder tus avances, Yuno.

Ante esas palabras él toma distancia, algo en su pecho acaba de doler y fuertes recuerdos azotan su cabeza. Cierra los ojos con fuerza y niega en un intento de borrar esas imágenes, esas noches de llanto que tanta angustia trae a su corazón. Unas pequeñas manos lo traen de regreso, esa dulce y preocupada mirada verde salva una vez más a su triste corazón. Aprieta las cálidas manos entre las suyas y sin darse cuenta saca esa duda, hace esas preguntas íntimas. No importa si duele, él necesita saber.

—¿Lloraste así por mí? ¿Fui un momento de quiebre en tu vida? ¿Cause esta magnitud de dolor en ti?

Decir que Charmy está sorprendida es poco, nunca había esperado algo como esto, siquiera pensó en llegar a tener este tema de conversión entre ellos. Enseguida los recuerdos vienen a golpear su ya débil corazón.

—No —responde con seriedad y la vista fija en los ojos dorados de Yuno, éste se sorprende y siente su corazón caerse a pedazos—. No fue así de doloroso ni quebraste mi vida.

—¿Fue fácil superarme? —habla Yuno con la voz cortada, da unos pasos atrás como si fuera a derrumbarse. Por suerte, Charmy reacciona a tiempo y guía al hombre hasta una silla a sólo unos centímetros.

—No. No fue eso —aclara usando un tono suave para calmar el corazón del perdido hombre, apoya una mano en la mejilla de Yuno para hacerse de su mirada—. Cuando terminamos sentí un vacío inmenso.

Yuno parece volver a la vida con esa frase, su expresión desamparada cambia por una curiosa. Charmy prosigue con su explicación:

—Fuimos amigables al terminar y se sintió como un "hasta luego", eso fue mucho peor porque estuve esperando. Viví las primeras semanas sin asumir por completo nuestra ruptura. No me sentí abandonada, no hasta que de verdad comencé a extrañarte, de repente todo me recordaba a ti y no podía contactarte porque prometimos nunca hacerlo. Una noche me encontré llorado desconsolada en mi cama. Recién ahí entendí que no volvería a estar entre tus brazos. Fue aún más difícil aceptar ese hecho... yo... me sentí sola...

Esos sentimientos los recuerda muy bien. Charmy respira profundo y limpia las lágrimas que amenazan con caer. Abre la boca para continuar, pero alguien lo hace por ella, ese alguien entiende a la perfección su dolor y expresa todo de manera correcta, cada palabra está cargada de sentimiento.

—¿Por qué no puedo llamarte? ¿Por qué tenemos que separarnos? Nos amamos, ¿por qué? No quiero dejarte, no puedo perderte. Quiero estar contigo. Necesito verte sólo una vez más. Necesito decirte todo esto. Quiero ver tu sonrisa, darte un beso y decir adiós.

Con un movimiento suave Yuno toma a Charmy entre sus brazos, rodea el pequeño cuerpo en un necesitado abrazo, es un contacto que une sus corazones y sana esas profundas cicatrices. Charmy no tiene de otra que sentarse de lado en el regazo de Yuno, cierra los ojos y abraza la ancha espalda del gran hombre entre sus brazos.

—Ven conmigo Yuno —sonríe al ser apretada y los sollozos inundan sus oídos. Termina apoyando su nariz contra el cuello de Yuno—. Es una frase muy egoísta y tuve que enterrarla en lo más profundo. ¿Cómo podía pedirte dejar todo por mí? Es increíble lo desesperada que estaba.

Entre lágrimas y palabras por decir, junto a caricias y profunda gratitud son consolados y terminan con el corazón ligero de carga. Fue como cerrar un ciclo.

Más tarde llega Vanessa con las decoraciones para el pastel, mañana es el cumpleaños de Luck.

Hace tanto tiempo que no siente este tipo de conexión con alguien, un sentimiento cálido que va en incremento, Yuno había cerrado las puertas a estas sensaciones, pero Charmy simplemente llegó y mandó a la mierda su ley de "prohibido enamorarse". Él sabe que va a caer y la única forma de evitarlo es huir, algo inútil a este punto, está encariñado por completo. Yuno sabe que va a enamorarse de nuevo, si es que ya no lo está, porque hace unas noches atrás él estaba con una muchacha en la cama iniciando algo caliente cuando una llamada de una adorable Charmy borracha interrumpió el intercambio. Yuno no sabe qué fue exactamente: la forma tierna en la que dijo su nombre o quizás su contagiosa risa, él no tiene idea de porqué estaba encantado, sólo sabe que prefirió correr a los brazos de la borracha Charmy que sólo quería a alguien con quien hablar, que quedarse a tener una buena noche de sexo con una guapa desconocida. De lo que sí está seguro es que va a enamorarse y será profundo.

Por su lado, Charmy, también sabe que va a enamorarse de Yuno, aún está en etapa de duda y miedo, pero pronto se sentirá más cómoda y dejará fluir los sentimientos. Ella sabe que esta vez el vínculo será más fuerte, ellos se han conocido de nuevo y volvieron a brotar los sentimientos de cariño. ¿cómo no enamorarse? Yuno es encantador como antes, ahora también sexy y seductor, pero no deja de tener ese lado dulce y atento que tanto la enamora.


Esponjosa dulzura | Yuno x Charmy |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora