XXIII

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Narra TN.

Estaba frente a la puerta de la mujer que me habló por teléfono. Estaba nerviosa y no sabía que hacer.

¿Tocar timbre o no tocar?

Suspiré y me di fuerzas para mí misma, debía saber la verdad.
Toque el timbre de la casa casi en derrumbe o esa impresión te da al ver las paredes rajadas y manchadas de humedad.

Entonces las puertas se abrió y yo respiré profundo. Una niña rubia salió y me miró, no tendría más de 6 años.

-Hola hermosa.- dije sonriendo, era preciosa.

- hola.- dijo tímida.

-¿Vive aquí Miriam Moore?

Ella asintío y se fue. Quedé unos minutos sola hasta que una chica rubia apareció, bastante joven, debería tener 19 años más o menos.

-hola ¿Eres Miriam Moore?- dije amablemente.

- si, ¿Es ustedes la señora Reid?- dijo dudosa.

- si, puedes decirme TN.

- Por favor pase.- dijo invitándole y yo entré.- disculpe el desorden pero...- yo miré la sala completamente desagradable y había unas pocas cajas de mudanza.- estamos pasando una situación difícil.- dijo apenada.- sigame.

Caminé tras ella hacia una pequeña cocina con más manchas de humedad y sucia.
Ella me ofreció asiento y lo hice.

- Le ofrecería algo pero solo tenemos agua del grifo y no se lo recomiendo.

-¿Que les pasó? Su casa se va a caer en cualquier momento.- dije preocupada.

- Peor sería vivir en la calle.- dijo ella sentándose.- cuando mamá enfermó yo trabajaba y estudiaba para ayudarla, mamá era enfermera y la única que nos mantenía a mí hermana y a mí. Cuando murió...- ella negó con la cabeza.- cuando la mataron, mí hermana, Annie, y yo quedamos solas. Yo tengo 20 años así que me hice cargo de ella pero es difícil... Tuvimos que dejar el departamento que rentabamos, nos hecharon, vendimos algunas cosas para alquilar está casa. Yo sigo estudiando y trabajando, pero Anni solo tiene clases por las mañanas, el resto de la tarde la dejo con la guardería del barrio y no es muy buena.

- Ahora eres como madre soltera.- dije viendo a la niña jugar.

- Si... Y no sé ni qué estoy haciendo.- dijo sollozando y yo rápidamente me acerqué a abrazarla. Ella me miró confundida y yo le acaricié la espalda.-¿Cómo haré esto señora? ¿Cómo? Annie es una niña aún, ella no merece pasar por esto, yo ni siquiera sé lo que es vivir, a veces pienso que hubiera sido mejor que vaya a un hogar temporal pero ella es lo único que me queda. No quiero separarme de ella.

- shh tranquila, todo tiene solución menos la muerte. No puedo sentir lo mismo que tú sientes ahora pero sé lo que es perder a un ser querido y que el o ella sea todo lo que necesitas. En mí caso fue mí hijo y en el tuyo tu madre. Escucha Miriam.- la miré a los ojos secando sus lágrimas.- no estás haciendo nada mal, el buen camino siempre cuesta y es difícil pero está bien. Lo estás haciendo bien.

- gracias.- dijo con voz rota y yo la abracé.

-¿Estás bien Miry?- dijo la niña y Miriam no pudo decir nada.

- Miriam se golpeó su brazo y le dolió mucho por eso está llorando.

Entonces Anni corrió hacia su hermana y la abrazó, eso hizo que Miriam dejará de llorar.

- Aunque el camino sea difícil, Miriam, nunca pierdas la luz.

Ella asintío.

(*)

- Está es la carta que mí madre te dejo, nunca la leí, también te dejó este sobre de madera, dijo que es importante que los veas y que lamenta mucho lo que hizo.- dijo entregandome ambas cosa.- ¡ah!casi lo olvido.- se levantó y se perdió por un momento y luego volvió con una bolsa.- dijo que también es para usted.

La agarré y abrí la bolsa para  ver algo que pensé que nunca más lo volvería ver. Era el mamuleco de mí bebé, ese que había pasado semanas en hacerlo: era blanco, tenía la imagen de un elefante y decía en negro "Soy el amor de Mami". Un sollozo se me escapó al encontrarme con esa ropita en mis manos.

-¿Está bien TN?- dijo Miriam.

Yo negué, no lo podía creer.

- esto... Esto era de mí bebé, yo lo había hecho a mano.- sonreí al recordarlo.- me había pinchado tanto los dedos que luego mis manos estaban llenas de curitas.

Ella sonrió y yo abracé esa ropita. ¿Por que esa mujer la tendría? entonces recordé la carta  tenía que leerla pero lo haría cuando estuviera sola.

- debo irme, tengo que leer esa carta.- dije parandome.

- Está bien, vaya con cuidado, cualquier cosa llámeme.- dijo dándome su número de celular y yo acepté.

- Miriam ¿,Ustedes solo tienen la nacionalidad Canadiense?.

- Yo soy de Estados Unidos, tengo doble nacionalidad,  Anni solo tiene nacional canadiense.

- Tengo influencias en migraciones, podría acelerar el proceso de migración y podrían irse a vivir a Estados Unidos, yo las ayudaría. Tengo una casa que no utilizo en Washington, hay universidades muy buenas y también escuelas. Yo te podría ayudar.

- No podría aceptar eso.- dijo apenada.

- Considerarlo como una inversión ¿Que estás estudiando?

- Quiero estudiar medicina.

- Bien, cuando te recibas de doctora podrás atenderme gratis.,- dije sonriendo.- Solo piensalo, aquí no tienes nada y están solas, yo los puedo ayudar.

-¿Porque lo hace?- dijo dudosa.

- Por esto.- dije mostrándole el mamuleco.- siempre supe que algo raro pasó con mí bebé, me acabas de entregar una pista sobre él. Es mí forma de agradecerte. Solo piénsalo, yo estaré con ustedes ayudándolas. Ambas tendrán un gran futuro allá, Anni tendrá muchas oportunidad.

Ella miró a la niña y asintió.

- Usted tiene razón, aún así lo pensaré ¿Está bien?

- Está perfecto.- dije sonriendo.- debo irme ahora, gracias por todo Miriam y tranquila, todo sucede por algo.

- Gracias, TN.- dijo abrazándome.

Luego abracé a Anni y ella se despidió de mí con adorable beso.

Salí de ahí emocionada, durante toda la trayectoria solo quería llegar al hotel y leer la carta. Presiento que esa carta hará que todas mis respuestas se aclaren.

Señora Reid ( Spencer x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora