Señora Reid ( Spencer x TN)

XXI

Narra TN.

Estaba nerviosa, muy muy nerviosa. Estaba terminando de empacar para irme a Surrey, Canadá mañana a la tarde.

Estaba nerviosa, esto era una locura.

En eso tocaron el timbre y rápido me fui a abrir aún vestida con pijama de pantalón cortos y blusa de seda, solo atiné a ponerme una bata. Eran las 19 de la tarde.

Cuando abrí la puerta me llevé la gran sorpresa de ver a una persona que no me lo esperaba.

Maeve.

Ella lucía sería pero se nota que había estado llorando.

¡Joder Spencer! ¿Que hiciste?

-¿Tú eres TN Morgenstern?- dijo llorando.

- si soy yo, y tú eres Maeve.- dije obvia.

- si.- dijo sorprendida.

- pasa.- dije abriendo la puerta pero ella dudo.- vamos, no muerdo.- dije sonriendo para darle confianza.

Finalmente a paso insegura ella pasó. Juro que mataré a ese hombre por dejarla en este estado.

-¿Quieres un té, agua o jugo?- dije ofreciéndole.

- agua está bien.

- ok, toma asiento, lamento el desorden pero bueno...no soy amante del orden.- dije avergonzada mientras le alcanzaba el vaso de agua.

- no te preocupes.- dijo ella nerviosa bebiendo el agua .

Yo me senté lejos de ella para no ponerla nerviosa. Eso no sería bueno para el bebé.

- Spencer habló contigo ¿No?- dije yendo al grano.

Ella asintío triste.

- ¿Fue bruto o estúpido al decirte la verdad? A veces pienso que a ese hombre le falta sinceridad.- dije molesta.- escucha Maeve, Spencer y yo estamos casados hace 17 años y separados hace 14 años pero no nos divorciamos. No te mentiré amo a Spencer con locura, y si, ambos te lastimamos. Eres inocente de este lío que se formó, Spencer debió decirte de su estado civil desde antes y yo... Yo no debí haber tenido sexo con él y menos ahora que necesitas de su presencia. A lo que voy es... Que lo siento Maeve, si quieres odiarme lo entenderé peor realmente no me gustaría que estemos enojadas, es decir, yo amo a Spencer y siempre aceptaré todas lo que venga de él, en este caso incluso a su bebé.

Ella se me quedó mirando un rato y luego suspiró.

- eres diferente a lo que creí que serías. Spencer me había dicho lo especial que eras y en lo genial que eres como persona. Eres sincera conmigo y me tratas bien. Deberías cachetearme por haberme metido con tu esposo y tener un hijo de él, sin embargo lo que haces es pedirme disculpa y decirme que aceptarias a mí bebé. Spencer no se equivocó respecto a ti. Me haces sentir avergonzado.- dijo mirando sus manos.

- ¿Por que? No tienes nada de que avergonzarte, Maeve.

- es que... Eres perfecta, tines carisma, humor, eres racional, empática, amable, hermosa... Yo estaba dispuesta a venir y pelear contigo pero ahora... No tengo ganas de hacerlo porque sé que no debo hacerlo.- ella suspiró.- rompí con Spencer, él te ama demasiado y yo no puedo impedirle eso.

Sentí mis mejillas arder y tambien tristeza por ella.

- eres una mujer, Maeve, no mereces ir rogándole a ningún hombre ni sufrir por ellos. Llora la primera semana como máximo y luego ordena tu vida para ser comenzar una nueva etapa y superalo.

- parece que estoy recibiendo consejos de una amiga en vez de mí competencia.- dijo riendo y yo la acompañé.

- dicen que estoy loca por ir contra el pensamiento común.