Quiero ir a clases pero no puedo, tengo fiebre.
Estoy sola en mi habitación, mi padre salió a hacer unas llamadas y Mike ya se fue a su escuela.
Que noche tan mala tuve.
Desperté a eso de las 3 de la madrugada para vomitar y no logré conciliar el sueño.En la mañana me bañé y me cambié, me preparaba para ir al colegio, pero al despedirme de mi padre él se dio cuenta de que estaba caliente y no me ha dejado ir.
Bueno, al menos pude convencerlo de que no necesito ir un hospital, fue difícil pero lo logré. Supongo que todos tenemos un padre (o madre) paranoico.En mi cabeza no dejo de reprocharme lo tonta que fui al no haber recargado mi celular ayer. Si tuviera saldo ahora podría avisarle a Kara que no iré, o mensajear con ella, pero ahora ni nos veremos ni hablaremos.
Abren la puerta, es Lionel
—¿Cómo te sientes?-pregunta Lionel
—Bien, sólo es un poco de fiebre. No he vuelto a vomitar desde la madrugada, estaré bien-dice Lena en tono optimista
—Eso espero. ¿Segura que no quieres ir al hospital?-toca la frente de Lena
—No es necesario.
—Bueno, bueno. Debo ir al trabajo, si necesitas algo sólo llámame.
—No puedo, no tengo saldo en el móvil.
Lionel saca un celular de su bolsillo
—Ten este, tiene minutos y aparte saldo. Llámame a mi otro celular, el número está grabado en los contactos.
—Vale, gracias papá-Lena sonríe
—Adiós, cuídate-dice Lionel cerrando la puerta del cuarto de Lena
—Adiós.
A penas mi papá se va, lo primero que hago es marcarle a Kara, pero la llamada se va a buzón de mensajes.
Lo tiene apagado. ¿Cómo no pensé en eso antes? Ella casi siempre lo apaga durante las clases o si no lo mantiene en silencio.
Decido llamar a Imra, ella es una experta usando el celular sin que la descubran los maestros. Tiene muchas técnicas; cuando mensajea lo tapa con el mismo cuaderno o con el maletín, cuando habla se acuesta sobre el celular en el pupitre y cuando escucha música simplemente se pone los audífonos y se suelta el cabello. Muchas veces intenté usar alguna de las anteriores pero siempre los profesores se daban cuenta y me regañaban. Creo que eso es algo únicamente de ella, como un don.
—¿Alo?-pregunta Imra
—Hola Imra, soy yo, Lena.
Imra susurra
—Ah, hola Lena, ¿por qué faltaste hoy a clases?
—Tengo algo de fiebre, debo quedarme en casa todo el día.
—¿Estás bien? ¿Te sientes bien?-pregunta preocupada
—Sí, ya estoy mejor.
—Vale, ¿quieres que le avise a Kara?
—Sí por favor.
—Bien, en el receso le digo.
—Gracias Imra , bueno te dejo, si Miss Bouvier te encuentra hablando por celular te bajará 10 puntos
—No lo hará, sabes que esa es mi especialidad. Recupérate pronto, besos.
Imra cuelga
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The Love Game
JugendliteraturLena Luthor la típica niña popular se enamora perdidamente de la nerd del Instituto Midvale, "La nota perfecta" Kara danvers, el amor las llevará en un tórrido romance que las hará darse cuenta del juego en el que están.