Había pasado toda la noche a su lado. Hasta habían dormido juntas. Sarada siempre fue apegada a su madre y desde que sus crisis comenzaron a ser más frecuentes su relación se volvió casi dependiente. Al menos desde la perspectiva de la Uchiha. Sentía que no podía dejarla sola y no era correcto. No era algo malo estar a su lado. Al contrario. La ayudaba a superar las crisis de una manera más rápida y su apoyo incondicional era la razón por la que Sakura se esforzaba para no ser un estorbo. No quería eso.
Sus crisis tardaban en irse alrededor de dos horas. Luego de un extenso trabajo para ayudarla a salir de ese círculo vicioso de pensamientos. A veces la invitaba a pasear por la sala, escuchaban música clásica, bailable, o algo que pudiera levantarle el ánimo. Otras veces le leía fragmentos de poesías de su libro favorito. Y en ocasiones, cuando la crisis no sanaba, salían a tomar aire. Caminaban por el parque y charlaban hasta cansarse. Ese había sido el caso. Y por ese motivo regresaron a la casa a las dos de la mañana.
Al recostarse sobre la cama de su madre, intentó cerrar los ojos, pero entonces recibió un mensaje de Boruto respondiendo a su disculpas. Le extrañó. ¿Qué hacía despierto tan tarde? ¿Es que tampoco podía dormir? No iba a madrugar con él así que solo le dio un vistazo en el panel de notificaciones y apagó el teléfono.
De: Boruto
Perdón
Supongo que soy un tonto
Prometo que mañana no te ignoraré
- - - -
—Sarada...
No escuchaba. Estaba absorta en todo lo que había ocurrido el día de ayer. Y su cabeza no dejaba de pensar qué haría con el campamento universitario. Por eso es que Inojin trataba de captar su atención luego de veinte minutos intentándolo en vano. Hasta que al fin decidió aplaudir frente a su nariz logrando despabilarla:
—¡Sarada! ¡Ey!
—Oh—sacudió la cabeza saliendo del trance. Sus párpados le dolían por no haber pegado un solo ojo en toda la noche—. ¿Por qué demonios hiciste eso?
—Es que no respondías—bufó—. Deja de pensar tanto en el rubio de ojos azules y no te olvides que también existo, eh.
—Ya de nuevo con tus estupideces—bufó y rodó sus ojos. Se cruzó de brazos para mirarlo desafiante—. ¿Qué quieres?
—Quería disculparme de nuevo por lo de anoche—juntó sus manos para moverlas inquietas—. ¿Cómo está tu mamá?
¿Que cómo estaba? Estaba muy mal. Esta mañana ni siquiera quiso levantarse para desayunar y tuvo que dejarle el desayuno en la habitación. Hasta hubiera preferido faltar a sus clases. No lo hizo porque hoy tenía un asunto importante en la clase que compartía con Boruto y llevaba calificación. De todos modos tampoco se quedaría a las clases de la tarde. Se iría después del mediodía. Suspiró. Después de lo ocurrido con su madre había tomado una decisión....
—Está mejor—mintió—. No te preocupes. Mamá no lo supera aún, pero no fue nada grave, no fue su intención hacerle daño.
Inojin no estaba convencido de su respuesta. Se sentía responsable por las estupideces que dijo su padre y no quería arruinar su amistad por su culpa. Aún así no insistió. Se conformaba con que supiera cuán lamentado se encontraba. Las clases siguieron su curso y Sarada no entendía cómo hablaría con Boruto sin mostrar una expresión decaída. De verdad no estaba de ánimos.
Al finalizar las clases de Psicología Experimental, caminó por los pasillos para buscar a Boruto, ya tendrían su clase de Seminario y no lo encontraba por ningún lado. Lo buscó por toda la universidad, incluyendo los lugares que siempre frecuentaba, pero no había caso. No lo hallaba. ¿Dónde se había metido? Se detuvo en la zona de los jardines con la intención de enviarle un mensaje preguntando por su ubicación, tecleó rápido y cuando estaba por enviarlo, alguien la distrajo asustándola.
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En Secreto (BoruSara)
Fanfiction《 Hay una parte de mi pasado que no quiero que sepas, ni hoy, ni nunca. Sarada, es vergonzoso para mí y no me creerás 》 Boruto comenzó su tercer año de Sociología. Y a pesar de que es bastante bueno en los estudios, es pésimo para relacionarse co...