No podemos superar nuestros miedos
Hasta enfrentarlos
Y cuando seamos tan valientes
Para hacerlo
Habremos superado el primer miedo...
- - - -
Cuatro meses después de la graduación...
Sarada consiguió una beca para seguir sus estudios en Corea, el mismo lugar a donde había ido Kagura y por recomendación había logrado llegar tan lejos. Su graduación sucedió un mes después que el de Boruto y para entonces él ya vivía en Corea, por lo que viajó junto con su hermana para felicitarla. Le prometió que vivirían juntos en un departamento que había rentado cerca de la zona comercial. Recordaba los sucesos de su graduación como si hubiera sucedido hace unos días. Su mente estaba llena de buenos recuerdos, al menos, en los últimos años de su carrera. Mientras el avión aterrizaba en territorio coreano, revivió la época en la que conoció a Boruto y su secreto. ¿Cómo había sido tan valiente de afrontar a sus más poderosos miedos? Estaba orgullosa de él.
Bajó las escaleras del avión y buscó con la mirada un rostro conocido. Esbozó una cálida sonrisa a encontrarse con él. Llevaba un chaleco marrón de cuero y unos jeans ajustados. Un gorro de color magenta y una bufanda roja acolchada de lana. Sonreía como nunca lo había hecho. Su sonrisa provocó un latido fuerte en su corazón y enseguida corrió hasta él para aferrarse a su cuello y rodearlo en un tierno abrazo.
—¡Boruto! ¡Cuánto tiempo...!
—Bienvenida a casa, Sarada—besó su cuello y luego sus labios—. Te extrañé.
—También te extrañé—lo abrazó con fuerza—. Por cierto—sus ojos negros brillaron—. Felicidades por las ventas de tu ensayo. Me encantó.
—No esperé que tuviera tantas ventas—se rascó la nuca.
—Es porque está basado en un hecho real—buscó su mano y la entrelazó—. ¿Y Himawari?
—Esperándonos en casa.
- - - -
El departamento de Boruto no era tan elegante como hubiera querido. Sin embargo era lo suficientemente grande y cómodo para dos personas jóvenes. No necesitaban más que eso. El rubio llamó a su hermana desde la puerta y esta corrió por el pasillo para abrazar a su cuñada. Esta noche festejarían el éxito de su hermano y su relación. Sarada quedó abrumada por el olor que provenía de la cocina. ¿Acaso era algo con salsa roja? ¿Un estofado? No tenía idea, solo sabía que olía bien y tenía hambre. Se quitó el abrigo y lo colgó en el perchero. Siguió los pasos de Boruto y notó que la mesa estaba preparada. Tres platos, cubiertos y algo de vino.
—Vaya, que buen recibimiento—felicitó entusiasmada.
Himawari el envió una sonrisa de cómplice a su hermano y este se puso nervioso, enseguida le ofreció sentarse y un poco de bebida. Sarada se sentó en el medio y esperó a que le sirviera vino. Bebió un sorbo y decidieron brindar.
—Por el libro de Boruto—elevó la copa.
—¡Por el éxito!—acompañaron los Uzumaki.
Conversaron un poco de todo. Se pusieron al día. Ella les contó sobre la beca, los detalles de su posgrado, y todo lo que había sucedido en Japón en los últimos meses. Les comentó que Mitsuki y Chouchou al fin estaban saliendo y que Kagura salía con una chica bonita llamada Sumire. Todo parecía ir bien. Mientras más conversaban, el rubio se daba cuenta de lo enamorado y afortunado que sentía junto a ella. Había sido lo mejor que le había pasado. Y estaba feliz por ello. Himawari sirvió el postre cuando acabaron el estofado y lo acompañaron con un poco de champan.
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En Secreto (BoruSara)
Fanfiction《 Hay una parte de mi pasado que no quiero que sepas, ni hoy, ni nunca. Sarada, es vergonzoso para mí y no me creerás 》 Boruto comenzó su tercer año de Sociología. Y a pesar de que es bastante bueno en los estudios, es pésimo para relacionarse co...