Parte Veinte : Testimonio

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Boruto había tenido varias oportunidades para hablar con sus padres en el pasado. El problema era que siempre tenían una excusa para no escucharlo o simplemente no le prestaban atención. Su padre sumergido en sus papeleos y su madre ocupada con la herencia de su padre Hiashi. Ninguno pretendía entablar un diálogo en la cena familiar y todo empeoraba mientras iban creciendo. Ya estaba acostumbrado a las reuniones familiares, pero en cierto modo, les había agarrado odio asistir a ellas. Y más si su prima estaba presente. A pesar de que no lo molestaba tanto como antes, si se apegaba mucho a él siempre que podía.

La evitaba todo el tiempo. Para cuando cumplió quince años, dejó de asistir a las reuniones familiares poniendo como excusa la escuela y los partidos de fútbol. Los torneos, los eventos, las salidas con sus amigos; eran su vía de escape. Pero lo que más le aterraba de todo era, que cada vez que atinaba a contarles, su padre le enseñaba una mirada incomprendida. No entendía por qué siempre le daba vueltas a las cosas. Y ahora de adulto seguía haciéndolo. Hablar sobre la sexualidad siempre era una razón para recordar su oscuro secreto y su padre seguía molestándolo cuando él le decía que era virgen.

Pensaba en todo aquello cuando regresaba de la universidad. No se habían cruzado con Hisuna de casualidad. Era una ventaja. Les daba tiempo para poder acomodarse y efectuar la denuncia correspondiente. Sarada le dijo que mañana la acompañaría su tío y él tendría que hacer su parte hoy. No podían esperar otro día más. Por eso ella estaba a su lado.

-Tranquilo. Todo estará bien.

-No es ese el problema, Sarada-estacionó el auto y se quitó el cinturón de seguridad. Volteó para verla-. Mi padre ni siquiera me creerá. Pensará que el violador soy yo...¿Entiendes?

-Yo estaré ahí para defenderte-lo sujetó de ambas manos-. Inténtalo, ¿sí?

Boruto no parecía convencido. ¿De verdad funcionaría? Tenía miedo que todo se saliera de control y que ella terminara ganando la guerra. Soltó el aire despacio y se bajaron del Jeep al mismo tiempo. Abrió la puerta de la residencia Uzumaki y escuchó la voz de su madre en la cocina. Y al levantar la vista cruzó miradas con su padre, al parecer, partiría en cualquier momento.

-Bienvenida, Sarada.

-¿Ya te vas?-preguntó el rubio.

-Sí...

-¿Puedes quedarte unos minutos?-rogó. Su padre le enseñó un semblante desconcertado-. Necesito contarles algo muy importante y no puedo esperar más tiempo.

-Boruto, puedes esperar en la noche-frotó sus cabellos y se colocó el saco.

-Por favor, señor Uzumaki-le pidió Sarada-. De verdad es importante. Solo será unos minutos, lo prometo.

Boruto le envió una mirada de agradecimiento a Sarada. Sin dudas era capaz de hacer cualquier cosa con tal de ayudarlo. Era difícil confesarlo y el hecho de que ella estuviera a su lado lo reconfortaba. Lo ayudaba a tomar las riendas de la conversación. Tragó pesado. Naruto no pudo evitar quedarse unos minutos más pese a que estaba llegando tarde a su trabajo.

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Hinata y Naruto se sentaron uno al lado del otro frente a ellos. Mirándose sin comprender qué estaba pasando. ¿Por qué su hijo los citaba? ¿Acaso era una noticia con respecto a la universidad? Boruto sintió el sudor en sus manos. Las ideas se arremolinaban en su mente. ¿Cómo decírselo? Era difícil armar una oración coherente. ¿Por dónde empezaba? Había hablado con su terapeuta de esto, no tenía que ser tan difícil, pues al parecer lo era más si se trataba de sus padres. Levantó la mirada para conectarla con la de ellos.

-Boruto, ¿qué pasa? ¿Es algo grave?-Naruto miró de reojo a Sarada.

Las ideas iban y venían. Y las suposiciones los volvían locos. Podía ser cualquier cosa. La Uchiha lo sujetó de la mano y asintió con la mirada dándole fuerzas. El respiró hondo y lo soltó despacio. Necesitaba valentía para decir las palabras exactas.

En Secreto  (BoruSara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora