En Secreto (BoruSara)

Parte Once : Abrirse

Sociable...

El ser humano es un animal sociable. Se cría en grandes comunidades, usualmente, patriarcales. En el que se acostumbra a socializar con otros humanos para poder ascender en su rol propiamente escogido. Pareciera que no pudiera vivir aislado. Pues sí o sí necesita del otro para poder ejercer su naturaleza humana básica y así poder sobrevivir. Sosteniéndose de aquel entramado que ha sido rigurosamente organizado por nuestros antepasados.

Ahora bien, ¿es fácil salirse de ese entramado? No, no lo es. Y por eso quienes son diferentes, terminan siendo castigados por los demás miembros que conforman la sociedad.

- - - -

Con ese argumento finalizó su examen final de cuatrimestre. Y comprendía con exactitud que la sociedad era mucho más compleja de lo que hubiera pensado el mismo año que se inscribió a la carrera. Boruto entendía que esos "entramados" eran los que tejían las normas, la convivencia y todos los estándares sociales, y pues creía que salirse de ese camino le costaría caro a cualquiera. Aquel que quisiera ir contra la corriente de lo ya establecido era cruelmente castigado.

Lo vivía en carne propia. ¿Por qué a sus veinte años seguía sin pareja? ¿Seguía sin conseguir novia? Le faltaba hombría para acostarse con una mujer y demostrar sus capacidades naturales. Así se burlaban sus amigos de manera indirecta. Y su mismo padre tenía esa misma preocupación. Le aterraba que, a su edad, siguiera siendo virgen. ¿Y cuál era el problema? Quería experimentar tales sentimientos por alguien que amaba y no por el simple hecho de satisfacer sus necesidades carnales. Odiaba los estándares sociales.

Al salir del aula, notó que fue uno de los últimos en finalizar, ¿y cómo no? Siempre se esforzaba por hacer que sus exámenes lucieran impecables. Sin fallas ortográficas o de redacción. Evitando las posibles contradicciones en los argumentos. Las materias de teoría eran específicas y los profesores buscaban, y ahora más que nunca, que los alumnos demostraran sus punto de vista. Y mientras mejor estuviera organizada la idea, tendría más puntos a su favor, por eso es que se tomaba el tiempo necesario, así faltaran cinco minutos para que finalice el examen. Solo por eso, acaba con 100 puntos en sus exámenes.

Sus compañeros estaban exaltados hablando sobre el campamento universitario. Estaban entusiasmados de que pronto llegarían las vacaciones y ya no tendrían que estudiar tanto tiempo. Eran dos meses y en esos meses harían lo que no habrían hecho en todo el año escolar. Para Boruto era un alivio saber que llegarían las vacaciones. Ya no tenía que esforzarse por socializar. Significaba un peso menos de lo que preocuparse. O eso quería creer.

Ahora su cabeza estaba ocupada con la idea de cómo haría para verse con Sarada. No la vería en dos meses y tal vez dejara de hablarle, ¿y si luego todo volvía a cero? No quería eso. Por eso aprovecharía el campamento para acercarse más.

Con esos pensamientos en mente, se escabulló entre sus compañeros, no tenía la intención de sumarse a sus extrañas y absurdas conversaciones. Lo único que les importaba era poder aprovechar el campamento para poder arrojarse a la primera chica que conozcan. Era como la típica aventura de verano. Así lo veían. Sin contar que las mujeres no se quedaban atrás. Y ya habían planificado cómo disfrutarían esos momentos. Se preguntó si Sarada era como ellas. Lo dudaba.

—¡Boruto...!—se acercó corriendo Shikadai, interrumpiendo su escape—. Vamos, ya terminaron las clases. Tomaremos unas cervezas con los muchachos, ¿te unes?

El rubio lo miró de reojo. ¿Aceptaría? No estaba seguro. No podía negar una cerveza. Ni una salida con sus amigos. De verdad lo necesitaba. Los exámenes lo abrumaron demasiado. Sonrió débil. Una cerveza no le haría daño. En el bar más cercano del campus universitario se solían reunir casi todos los estudiantes de los años avanzados. Y su grupo no sería la excepción. Estaba acostumbrado a beber con ellos de vez en cuando. No era que le alcohol le disgustara. Más bien lo relajaba. Así que pidieron unas cuantas jarras.