Parte Dieciséis: Ágape

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Boruto no tenía idea de qué le hubiera dicho Itachi a Hisuna para lograr convencerla de que, durante el resto del campamento, no los siguiera. Por esa razón es que pudieron tener más de una cita los días siguientes. Y no quedaban tantos. Así que pasaron juntos la fogata, caminaron alrededor del lago, platicaron más sobre su infancia. En definitiva se acercaron mucho más. Sus amigos no tardaron en unirse a las charlas nocturnas después de la fogata en el muelle. Contemplando las estrellas, jugando a verdad o reto, conociéndose. Por primera vez, Boruto se sentía como un universitario más. Sin temor a socializar y tratando de mostrarse detrás del muro.

Así llegaron a la última noche del campamento. Ya se conocían lo suficiente como para empezar a tener más confianza. En especial Boruto hacia Chouchou y sus bromas sin sentido, la novia de Shikadai y obviamente, Sarada. Ya no se sentía tan tembloroso al pronunciar unas palabras. Ellas le dieron el espacio para que se sintiera seguro. Eran buenas chicas y no le harían ningún daño.

-Ahora me toca a mí-insistió Chouchou mientras devoraba unas papas fritas-. ¡Boruto! ¿Verdad o reto?

La fogata desfiguraba sus expresiones, pero ciertamente, Chouchou tenía otras intenciones y sentía que podía leerle la mente. El hizo una mueca pensativo. Si escogía verdad podía ser sincero, pero ya estaba aburriéndose de confesar, quería que el juego empezara a ser más interesante. A su lado estaba Sarada, con la chaqueta de Boruto sobre sus hombros, contemplando las llamas. Distraída con su teléfono. Notó que estaba mensajeándose con alguien. Sintió curiosidad y en ese instante, decidió olvidarse de eso, quería continuar el juego; después le preguntaría.

-Reto.

Chouchou soltó un alarido divertida. El juego se estaba poniendo interesante. Miró de reojo a Mitsuki y este sonrió aprobando sus intenciones. Así que la chica curvó una sonrisa maliciosa y propuso el reto para el muchacho.

-Veamos. Tu reto será que le pongas un bombón de chocolate en su boca y la beses.

Boruto sintió sus orejas zumbar. ¿Hacer qué? Ya de por sí era vergonzoso besarla. Y recién estaba empezando a animarse. ¿Ahora debía ponerle un bombón en la boca y besarla? La miró temeroso al darse cuenta que ella había dejado de escribir en el teléfono para también intercambiar una mirada de espanto. Sarada recogió su cabello hacia atrás y fulminó con la mirada a su amiga esperando a que abandonara la idea y no fue así. No se arrepentiría y Boruto había aceptado el reto a pesar de todo. Tragó pesado y buscó un bombón dentro de la caja que tenían enfrente.

La Uchiha apenas podía creer lo que haría. ¿En serio lo intentaría? Imaginó que saldría corriendo en la primera ronda y no lo hizo. Le estaba demostrando que podía ser valiente si se lo proponía. Al menos los retos no lo asustaban lo suficiente. Cuando el rubio tomó el bombón y se acercó a ella, sintió su corazón latiendo con fuerza, no podía creerlo. Haría algo tan vergonzoso delante de todos. Tragó pesado y se relajó esperando a que él tomara la iniciativa.

-Lo siento-se disculpó casi por reflejo.

-Oh, no hay problema-tranquilizó.

Boruto acercó el bombón y ella abrió al boca. Sus mejillas estaban rojas y su corazón latía con fuerza. Cerró los ojos al sentir el chocolate derritiéndose en su paladar. Entonces sintió sus dedos rozando debajo de sus orejas y su corazón latiendo fuerte en sus venas. La acercó más y le plantó un beso, tierno, dulce. Ella tragó despacio al profundizar el beso. Y todos parecieron aplaudir la escena. Al desprenderse, rieron al mismo tiempo, casi por timidez.

-Por cierto...

Le preguntó Boruto cuando estaban por despedirse frente a las cabañas. Ella lo miró expectante.

En Secreto  (BoruSara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora