CAPÍTULO 9: Visitas inesperadas

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- ¡¿Qué?! ¿No puedo visitar a mi hermano mayor cuando yo quiera? – dice Zeynep en un italiano perfecto.

"AHH así que son hermanos."

Es en estos momentos en donde me siento la más estúpida de todas, y además, por qué sentiría celos si Can no es nada mío.

- Claro que si zey – mientras dice eso la envuelve en un caluroso abrazo.

- Y... ¿tú estás bien? – dice eso esta vez dirigiéndose a mí y por un segundo no entiendo a qué se refiere, pero después me doy cuenta que habla de los golpes que hay en mi rostro.

- Si, si, tuve un problema con unos tipos borrachos afuera de un club, pero Can muy amablemente me ayudó. – digo un tanto nervioso.

- Sí. – dirige su mirada a su hermano – ¿y tú no deberías ponerte algo? o sea es que ver a mi hermano semidesnudo pues no es una de mis vistas favoritas – dice Zeynep mirándolo de arriba abajo haciéndonos acordar de que está sin camisa.

"Por Dios, qué estará pensando en estos momentos, que pena."

- Sí, ya vuelve. – y sin agregar más me echa una última mirada y se va hacia su cuarto.

- Entonces... ¿eres la novia de mi hermano? – pregunta Zeynep.

Su pregunta me saca de mis pensamientos lujuriosos con Can y yo en la cama y...

- ¡Qué! No, no solo... - la verdad no sé cómo responder a eso, es decir, ni siquiera sé qué somos. – yo solo soy la chica que ayudó de una situación horrible. – termino diciendo hablando muy rápido.

-¿segura? – me dice mirándome con los ojos entre cerrados y asiento con la cabeza – pues déjame decirte que mi hermano jamás había traído a esta casa a una chica, y es que ¿lo has visto? – me quedo confundido ante sus palabras. – estaba sin camisa, yo creo que él quiere que seas algo más que solo la chica a la que ayudó. – dice Zeynep con obviedad.

"y eso que no le ha dicho que se quedaron dormidos viendo películas tal cual pareja de enamorados." Apunta mi subconsciente.

Pero es que la verdad no veo un mundo donde Can y yo seamos más que... más que lo que somos ahora, no lo conozco de nada y aun no se me olvida que me tiene amenazada y un simple acto de "caballerosidad" no me va a hacer olvidar que me quiere joder la vida, de la noche a la mañana no puedo olvidar eso y de repente sentir algo más que una atracción física hacia él.

- Dijiste que tu hermano no había traído a esta casa a ninguna chica, ¿él ya tenía esta casa? – Me pregunto un tanto intrigada ya la vez para poder cambiar de tema.

- Pues sí, esta era nuestra casa de verano, antes de que nuestros padres murieran veníamos aquí todo el tiempo. – dice Zeynep con un brillo en su mirada, como si estuviera recordando buenos tiempos.

"entonces esta casa ya la tenía, ¿por qué se ha hospedado en mi hotel si podía venir aquí?"

- Entiendo, mira me tengo que ir, ustedes deben tener mucho de qué hablar, le dice a Can que gracias por todo. – y tal cual gallina, cojo mi bolso y me voy camino hacia la puerta, pero las palabras de Zeynep siguen retumbando en mi cabeza; se nota a leguas que Can no es un tipo del todo bueno, o sea, no hay que tener tres dedos de frente para saber que Can no está involucrado en buenos negocios y yo no puedo involucrarme con él.

Cuando me volteo para despedirme con la mano me acuerdo que no le he dicho mi nombre.

- Por cierto, soy Alessia Salvatore un gusto conocerte Zeynep. – puedo ver como abre los ojos como platos cuando le digo mi apellido.

....

CAN

- Se puede saber qué estás haciendo con esa chica. – habla molesta Zeynep cuando llego a la sala.

- No sé de qué estás hablando Zey, por cierto, ¿dónde está Alessia? – pregunto buscándola con la mirada.

- Dijo que se tenía que ir, que nos iba a dejar hablar a solas y que gracias por todo. – me informa.

- Mierda – digo entre dientes.

- Can ese no es el punto, el punto es qué rayos estás haciendo con ella, sabes muy bien quién es su padre y el daño que le ha hecho a nuestra familia y no me digas que no sabes de lo que estoy hablando porque ya no Soy una niña, y si la estas usando como medio para llegar a él déjame decirte que eso no es justo, sé que estas molesto y quieres venganza, pero esa chica es inocente, no tiene la culpa de nada. – dice Zeynep alzando la voz.

- Y cree que no lo sé, obvio que lo sé, cuando vi que casi abusan de ella me volvió loco y jamás había sentido estas ganas de proteger a alguien además de ti... - Hago una pequeña pausa por la rabia e impotencia. – pero no puedo olvidar, no puedo olvidar todo el daño que ese hijo de... - me contengo. – Zey no me pide que deje todo atrás y no tome venganza por lo que nos hizo, y el único modo es destruirla a ella y que vea como su hija sufre. – finalizo diciendo.

- Lo que yo pienso es que te estás empezando a enamorar de ella hermano, sé que es difícil perdonar y salir adelante, pero mírate – me señala completo. – con esa sed de venganza que tienes no has podido ni construir una vida, casarte, tener hijos, lo único que estás logrando es hundirte más en el odio y el rencor – a medida que va hablando puedo ver como sus ojos se empañan en lágrimas y odio verla así. – has decidido tomar el camino de nuestro padre y sabes muy bien cómo terminó, y yo no quiero perder a alguien más, no quiero más muerte. – pronuncia esas palabras con la voz rota.

"yo no puedo enamorarme de Alessia, me niego a hacerlo" repito en mi mente ignorando ese susurro en mi interior que intenta gritarme y decirme que eso no es cierto.

- Fue lindo tenerte aquí Zey pero si no estás de acuerdo con lo que estoy haciendo entonces es mejor que te vayas. – le digo cortando y apartando la mirada de su rostro.

- Me quedaré, porque te extrañaba y ahora me quedaré con más ganas para que no cometas una estupidez. – se limpia las lágrimas derramadas y va hacia las escaleras, pero antes de poner un pie en el escalón se voltea y dice. – Nuestro padre era un mafioso, tenía muchos enemigos, me tomó muchos años darme cuenta que no era una persona buena, de verdad cree que lo que Lorenzo Salvatore hizo no fue por algo. – dice y empieza a subir los escalones.

- ¿Cómo puedes decir que nuestro padre no era una persona buena? te amaba con locura, a ti, a mí a mamá, Lorenzo te arrebató la posibilidad de crecer al lado de una madre, no sabes cuantas veces gritabas mientras dormías repitiendo su nombre. – digo incrédulo de sus palabras.

- El hecho de que haya sido bueno con nosotros no quiere decir que haya sido bueno con otras personas. – finaliza y me deja anonadado de cómo a tan corta edad es tan madura y con el corazón tan grande como para perdonar, pero ella no vio lo que yo vi en esa cinta de seguridad, ella no vi como Lorenzo Salvatore, el que algún día Consideramos amigo, masacró y mató a mis padres sin ningún titubeo, ella puede perdonar, pero yo no sé cómo hacerlo, no a él.


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