CAPÍTULO 23: El adiós

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ALESSIA

- Con que tú y Burak ¿no? – le hablo a Anna, ella me mira con los ojos muy abiertos y se sonroja un poco, cosa que no es muy propio de ella.

- ¡¿Qué?! No, no es nada de eso – trata de hacerme creer lo contrario, pero ya es demasiado tarde, ya su expresión me lo dijo todo. – solo somos dos personas que se reencontraron en España y tuvieron sexo ocasional, nada que no haya hecho antes. – dice.

Bajo mi mirada de su rostro a sus manos viendo cómo se las aprieta nerviosamente, sería buena mintiéndole a otra persona, pero a mí no, es mi mejor amiga y la conozco desde siempre, sé cuándo está nerviosa y miente, algo me dice que ella y Burak son algo más que solo sexo, aunque no lo quiera reconocer aún.

- Si tú lo dices. – le digo no muy convencida por la mentirota que me acaba de echar.

Sé que no me está ocultando nada a mí, sino que ella misma se está ocultando la verdad que estoy viendo.

- Concentrémonos en rastrear el auto de Can. – dice volviendo su mirada al computador que estamos utilizando para encontrar a Can, tal parece que todos sus coches cuentan con un rastreador satelital y es gracias a eso que tenemos aunque sea una pista de donde está su carro.

Mientras vemos la ruta que va trazando el computador mis pensamientos vuelven a la conversación que mantuve con Burak en su auto cuando salimos del hospital.

FLASHBACK

- Bárbara y Can se conocieron por medio de Zeynep ya que ella salía con su hermano Alan, pero esa parte de la historia Can no la sabe, pues Zeynep mantuvo esa relación a escondidas a causa de que Alan era mayor que ella y estaba casado – abro mis ojos de impresión por lo que me cuenta Burak. – yo me di cuenta no porque Zeynep me lo hubiese contado sino porque... - hace una pequeña pausa, logro notar cómo aprieta sus manos cada vez más al volante pues sus puños se ponen blancos. – fui notando moretones en su cuerpo que trataba de tapar con ropa grande. – cierro los ojos con fuerza intentando controlar mi frustración. – cuando la confronté obviamente negó todo, pero yo no le creí y empecé a investigar. – termina diciendo.

No puedo creer que Zeynep la chica alegre, dulce y muy madura para su edad haya sufrido todo eso, me duele que detrás de esa sonrisa se esconda un terrible pasado.

- No creo que deba ser yo el que les cuente el pasado de mi hermana, creo que debe ser ella quien decida contarlo o no, pero lo que si les puedo decir es que me encargué de que el hijo de puta no se le volviera acercar, aunque dados los hechos creo que no le lo hice muy bien y debí matarlo cuando tuve la oportunidad – habla con evidente molestia.

- Así que era él quien la llamaba – digo más para mí que para ellos.

- A qué te refieres. – me pregunta Anna desde el asiento del copiloto.

- He escuchado hablar a Zeynep por teléfono con un tipo, dijo que se había tenido que ir de parís por culpa de él. – Burak maldice y aprieta la mandíbula, veo que este tema le afecta así que decido volver a la historia de Bárbara y Can. – y ¿cómo terminó Bárbara en un hospital psiquiátrico? – le pregunto.

- Can y Bárbara mantenían una relación clandestina o algo así, Lo que sé es que Zeynep descubrió la obsesión que tenía por Can así que le aconsejó que se alejara de ella, en efecto Can lo hizo, pero era tan grande la obsesión que Bárbara tenía por él que lo amenazó con matarse si la dejaba, Can no le hizo mucho caso así que la apartó, él volvió a su vida normal y al poco tiempo ya tenía un nuevo acoston – hace una breve pausa. – Bárbara acosaba a las mujeres que se acercaban a él, hasta intentó matar a una y atacó a Zeynep por evitar que Can siguiera con ella, todos nos dimos cuenta y la empezamos a buscar para internarla por enferma, cuando Can volvió a casa ahí estaba ella, en la sala con una soga en el cuello, apenas vio a Can se colgó. – termina diciendo.

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