CAN
UNOS DÍAS ANTES.
- ¿Qué vas a hacer con lo que te dije? – pregunta Zeynep, mientras estamos desayunando.
- Iré al psiquiátrico donde la interné para verificar si es ella la que está mandando las cartas. – le respondo.
- ¡Claro que es ella!, y si ya salió de ese lugar va a querer destruir tu relación con Alessia o hacer algo peor. - sé que Zeynep está preocupada con todo lo de las cartas, yo también lo estoy y soy consciente del peligro que ella pueda representar para Alessia o nuestra relación, por eso quiero encontrarla antes de que sea tarde.
- Lo sé, pero baja la voz que Alessia te puede escuchar – digo mientras miro hacia las escaleras. – no quiero que Alessia se entere de todo esto, la quiero tener lo más alejada posible de este tema. – sé que no debería esconderle nada, pero no quiero que se entere de lo que pasó entre Bárbara y yo si no es estrictamente necesario.
- No le has dicho que puede que Bárbara sea la autora de la carta que le enviaron o de las que nos ha enviado. – niego con la cabeza. – ¿y entonces qué le dijiste? – pregunta frunciendo el ceño.
- Que me iba de viaje por negocios. – cuando digo eso Zeynep quiere protestar y decirme que debería decirle la verdad y contarle sobre Bárbara, pero Alessia entra al comedor y Zeynep se ve obligada a callarse.
Con la mirada le advierto que no diga nada sobre nuestra conversación previa y es así como desayunamos dejando de lado el tema.
Tras despedir a Alessia y asegurarme de que mi chofer la lleve a su casa empaco mis cosas para ir al hospital psiquiátrico donde la interné hace tiempo a las afueras de Venecia.
- Deberías decirle a Burak lo que está pasando, seguro te acompaña. – habla Zeynep recargando su hombro en el marco de la puerta de mi habitación mientras me observa viendo la carta que Bárbara me mandó con la foto de Alessia y una nota escrita atrás.
- Burak está en España y yo puedo arreglar esto – Zeynep me mira dudosa. – sabes que si voy con Burak puede que Bárbara ni se acerque a mí, ella me quiere a mí y si le hago creer que eso es lo que yo también quiero la tendré en mis manos y así no le hará daño a nadie. – trato de tranquilizarla con mis palabras y mi concentración vuelve a la nota detrás de la foto.
- Está bien – responde no muy convencida. – ¿tú estás bien? – pregunta sentándose a mi lado en la cama.
- No...no estoy bien...es solo que – me aclaro la garganta y la miro a los ojos. – es solo que lo que dice Bárbara en esta nota tal vez sea cierto, tal vez Alessia nunca vaya a estar a salvo conmigo en este mundo de mierda en el que estoy metido. – veo como en el fondo Zeynep sabe que tengo razón, pero no me quiere decir la cruda verdad, Alessia y yo no podemos estar juntos, yo no puedo estar con ella si eso implica ponerla en riesgo.
- Creo que ella va a preferir vivir una vida con el riesgo de que algo le pase, a vivir una vida sin ti...ustedes se aman y nadie dijo que iba a ser fácil, solo tienen que intentarlo o al menos no le vayas a quitar la decisión de estar contigo o no. – dice tocando mi hombro.
- Lo sé, pero me jode pensar que algo malo le pase por mi culpa. – es por esa razón que nunca deje entrar a alguien a mi vida, nunca permitía que pasaran más allá del sexo, Alessia llegó a mi vida tumbando toda barrera que me protegía y le fue muy fácil llegar hasta mi corazón, veo muy imposible que pueda arrancarla de él. – creo que la amo. – le digo a Zeynep y ella sonríe con alegría.
- Y apenas te das cuenta – dice sonriendo y negando con la cabeza. – desde el primer día que la viste sabias que la ibas a amar. – me da un beso en la mejilla y camina hacia la puerta, cuando pensaba que se iba a ir se voltea hacia mi.
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Juego de dos
RomanceAlessia Salvatore una chica italiana y empresaria dueña de una cadena de hoteles y clubs a tan solo la edad de 25 años; se ve enfrentada a un magnate empresario dueño y señor del mundo Can Yaman quien hará la vida de Alessia un infierno, un hombre q...