CAPÍTULO 18: Tu querido B.

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ALESSIA

Después de esa noche de fiesta con las chicas terminamos ebrias tiradas en cualquier parte de mi apartamento, convencí a Can de que debía irse ya que era noche de chicas haciendo así que declinara su idea de pasar el resto de la noche en su despampanante casa y él aceptó con la condición de pasar el fin de semana con él.

- Zeynep, Nina levántense, ya es medio día. – las zarandeo intentando que se despierten del mueble en donde están tiradas, ellas solo se retuercen, pero no quieren levantarse.

- Juro que si no se levantan les tiraré agua en la cara. – y como por arte de magia apenas digo eso ellas abren los ojos dañando mi plan de empaparlas con agua.

- ¿Qué hora es? – dice Nina tocándose la frente por lo que creo que tiene dolor de cabeza y cómo no si fue la que más tomó, nos tocó a Zeynep y a mi traerla casi a rastras ya que no se quería ir del club.

- Son las doce de medio día, en la cocina hay pastillas para el dolor de cabeza – digo riéndome y señalando la cocina.

- ¿De qué te ríes? – pregunta Nina fastidiada y yo solo me río más

- ¿Zey le contamos? – le pregunto y ella asiente con la cabeza y prosigue a hablar.

- Hiciste un espectáculo en el club, te besabas con cuanto hombre soltero encontrabas, no importaba que fuera viejo, tu eras contenta metiéndoles la lengua hasta el fondo – mientras Zeynep habla Nina se pone una mano en la boca sorprendida por lo que le contábamos, así que yo termino de contar la historia. – y eso no fue todo, te subiste a la barra y empezaste a quitarte la ropa, mis empleados dijeron que debía contratarte para ser la stripper del próximo show – Nina se tapa el rostro con las manos y solo puede repetir lo avergonzada que está por haber hecho lo que le dijimos. – Alessia y yo te logramos bajar y cuando nos íbamos a ir empezaste a llorar y a decir que él era un imbécil, que te tenía harta, que tú eras mucho más linda que esa estúpida y que no merecías ser tratada así. – termina contando Zeynep mientras Nina estaba al borde del colapso por todo lo que le contamos que había hecho el viernes en la noche.

Y sin poder aguantarnos más Zeynep y yo nos partimos de la risa y Nina estaba sin comprender nada.

- Por qué se ríen de la vergüenza ajena, es un alivio no recordar nada de ese horrible momento. – dice Nina

- En realidad, no hiciste esas cosas, pero fue muy chistoso ver tu cara de espanto. – digo riéndome y Nina me da un fuerte golpe en mi hombro y yo solo me quejo, pero sigo riendo.

- Aun que si fue cierto que cuando íbamos a irnos empezaste a llorar y a decir todas esas cosas – le confiesa Zeynep. – y también la parte en donde te besaste con cuanto hombre soltero encontrabas. – agrega.

Efectivamente lo que ella dice es verdad, Nina estaba llorando como nunca la había visto llorar y eso me hace pensar que detrás de todo eso hay un hombre que ha roto su corazón.

- ¿Hay algún tipo al que tengamos que dejar sin huevos? – le pregunto acercándome a ella tocando su hombro haciendo así que me mirara con expresión triste en su rostro.

- Si...bueno no – niega con la cabeza. – es solo que me...es complicado. – suelta un suspiro mientras mueve la cabeza hacia los lados dándonos a entender de que aún no quería hablar de ello.

- Can me ha invitado a almorzar, si quieres cancelo y me quedo contigo viendo estúpidas películas románticas comiendo todo el helado que podamos. – le propongo intentando subirle el ánimo.

- Yo tampoco tengo problema con quedarme, no tengo nada mejor que hacer. – dice Zeynep sonriéndole.

- Primero – dice levantando su dedo índice. – jamás en mi vida estaría dispuesta a ver una de esas películas cursis comiendo helado y menos cuando mi vida amorosa es tan horrible, es como abrirle la puerta a la depresión, segundo. – levanta su dedo medio. – Gracias por querer cancelar todo para entrar en la depresión conmigo. – dice sonriendo. – pero no me quiero deprimir y arrastrarlas a ustedes a esto. – cuando dice eso le doy un abrazo y me apresuro a ir a mi cuarto para organizarme, pero la voz de Nina me detiene.

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