Capítulo 15

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Suspiró nerviosa viendo hacia abajo. Apretó los puños y se alejó del borde del techo.

Tras haber trepado por la escalera de incendios se encontraba encima del techo del edificio en el que vivía. Usando el traje que había robado de la casa de los Starks. Se estremeció al preguntarse si se pondría en problemas tras haberse llevado el traje que Tony había hecho para Peter y que Peter jamás había llegado a usar.

Y el traje le quedaba a la perfección como si fuera un guante.

Acomodó los lanza telarañas en sus muñecas para asegurarse de que estuvieran bien puestos. Tras haber pasado horas viendo los videos que Peter había hecho de sí mismo entrenando y tras practicar la forma en la que disparaba las telarañas usando su pared como blanco—las telarañas terminarían por derretirse y había dejado la puerta de su habitación cerrada con llave, así que no se preocupaba de que Jessica o Luke llegaran a entrar a su habitación y notar las telarañas pegadas a la pared.—, estaba por poner a prueba sus poderes.

Si es que tenía poderes.

Se preguntó si Peter se había sentido así cuando él mismo empezó a descubrir sus poderes de araña. Suspiró, tragó saliva y volvió a acercarse al borde del techo. Tomó aire, retrocedió, luego corrió por el techo.

Y saltó.

Sintió el pánico recorrer todo su cuerpo mientras que caía del edificio y todo en su alrededor pareció ir en cámara lenta. Lo más rápidamente que pudo disparó una telaraña y sintió que el pánico era reemplazado por alivio cuando la telaraña se pegaba a un edificio alto y ella pasaba de caer a balancearse por el aire y terminar golpeándose contra una ventana del edificio.

Bien, eso había dolido.

Suspiró sintiendo como si se hubiera estrellado contra el suelo, y cuando intentó levantarse jadeó fuertemente al darse cuenta de que se encontraba pegada contra la ventana. Intentó levantarse lo más que pudo y agitó sus brazos cuando tambaleó un poco de manera torpe, pero logró quedar parada encima de aquella superficie, y tras lograr despegar su pie derecho, dio un paso.

MJ jadeó. Era como si otra vez fuera una bebé dando sus primeros pasos. De manera lenta y cuidadosa caminó por todo aquel edifico hasta llegar a la azotea, en donde se sentó en el borde y suspiró profundamente, sintiendo su corazón latir.

No podía creerlo.

Tomó aire, volvió a saltar del techo y tras lanzar su telaraña se encontró estrellándose contra un poste de luz, el cual trepó y se apoyó de puntillas encima de éste. Miró a sus alrededores, y luego debajo de ella, y tragó saliva: las personas en la calle o asomándose desde las ventanas de sus departamentos la veían asombrados, tomando fotos o grabando con sus teléfonos. Tomaría poco tiempo para que todo el mundo supiera que había una nueva araña en el vecindario.

Pues que así fuera.

Exhaló, se levantó encima del poste de luz y saltando volvió a lanzar otra telaraña, alegrándose de que ésta vez no terminara estrellándose contra la pared. Empezó a correr por la pared, luego por el techo tras llegar y luego saltó, aterrizando encima del techo de otro edificio. Soltó un suspiro mezclado con una risa, sintiendo la adrenalina corriendo por sus venas.

Cuando por fin se encontraba balanceándose por los aires ágilmente y haciendo parkour por toda la cuidad sin estrellarse contra ninguna pared y ningún poste de luz, no podía evitar reír de emoción, sintiendo el aire por su cabello mientras que daba volteretas por los aires, rodeada por las miradas asombradas de las personas.

No dudaba que aquella noticia, de que había una nueva persona araña, se había esparcido más rápido de lo que había esperado, porque cuando se apoyó encima de un poste de luz para descansar durante un momento bajo ella se encontraba una calle llena de personas quienes la grababan, apuntaban, murmuraban y con una mezcla de miradas de asombro y desconfianza.

Le sonrió a su público e hizo el símbolo de la Paz con los dedos antes de saltar y seguir balanceándose por los aires.

Nunca se había sentido tan viva.

Se preguntaba si, desde donde fuera que estaba, Peter la estaba observando. Si estaba orgulloso de ella.

—Haré esto por ti, Pete...—Murmuró.

Soltó de la telaraña, se dejó caer mientras que su cuerpo daba vueltas como si fuera una gimnasta profesional, y antes de que pudiera lanzar otra telaraña, se encontró atrapada por unos brazos. Abrió los ojos confundida y aquella sensación de gloria se esfumó. Green Goblin en su planeador la sostenía en sus brazos mientras que paraba encima del techo de un edificio, se bajaba del planeador y luego la dejaba encima del techo.

—¿Pero qué tenemos aquí?—Preguntó él.

MJ tragó saliva, y luego frunció el ceño viendo a Green Goblin con desprecio. Se sintió incómoda al notar que él la miraba de pies a cabeza.

—¿Eres una nueva heroína?

Lo pensó durante unos segundos antes de asentir, y sintió su corazón dar un vuelco con emoción. Una heroína.

—Vaya, me sorprende que hayas decidido rendirle homenaje a él a pesar de lo que hizo.

MJ apretó los puños.

—Él era un héroe.

—Él causó caos en media Europa.

—Él fue acusado injustamente.

—Hubo un juicio.

—La evidencia era falsa.

MJ lo vio de manera desafiante, y a pesar de que no podía ver los ojos del duende gracias a su visor morado, tenía el presentimiento de que él le devolvía la mirada.

Luego se sorprendió al escucharlo reír.

—¿Donde están mis modales? Permíteme presentarme: soy Green Goblin, el nuevo héroe de Nueva York.—Apretó la mandíbula con furia al escucharlo decir eso, y cuando él intentó tomar su mano para besarla ella rápidamente la retiró.

—¿Nuevo héroe de Nueva York? Creo que te estás refiriendo a mí. Si alguien aquí va a tomar el lugar de Spider-Man, seré yo.

—¿Por qué quisiera tomar el lugar de un asesino?

MJ deseó envolverlo en telarañas y dejarlo colgando desde la punta del puente de Brooklyn.

—Él no era un asesino.

—¿Y quién dice que eres la nueva heroína de Nueva York? Que yo sepa no eres tú quien salvó el día durante el ataque de unos demonios.

—¿Así se hacen llamar los sujetos esos con las máscaras? ¿Demonios?

—Así los llaman en las noticias, en las cuales, también dicen, que yo soy el nuevo héroe de Nueva York.

—Jamás llegarás a ser el nuevo Spider-Man.

—Ya te dije, que yo no quiero...

—¿Tomar el lugar de un villano? ¿Un asesino? ¿Un criminal? ¿Un falso héroe?—Dijo con odio cada una de esas palabras las cuales habían sido usadas para referirse a Peter. Con cada palabra daba un paso hacia adelante hasta quedar muy cerca de Goblin.—Así es como todos lo llaman. Así es como todos lo ven. Pero nadie sabe la verdad. Y...—Tomó aire.—Me encargaré de que la verdad salga a la luz, y cuando lo haga, todos se arrepentirán. Ya veremos cuál de los dos será el nuevo héroe de Nueva York.

Se imaginó que Goblin la miraba sorprendido y aguantó una sonrisa, pero luego él sonrió de lado y chasqueó la lengua.

Tsk. Tienes razón, ya lo veremos, Spider-Girl.

—Yo no soy ninguna Spider-Girl.

—¿Spider-Woman?

—No!

—¿Spider-Lady? ¿Miss-Spider? ¿Spider-Gal?—Sintió su sangre arder al escuchar la burla en la voz del duende.

Se acercó al borde del techo, dándole la espalda a Goblin, y volteó a verlo encima de su hombro.

—Yo soy Spinneret.

Spinneret. Le quedaba tan perfecto como la zapatilla a Cenicienta.

Saltó del techo, al mismo tiempo que disparaba una telaraña, y volvía a balancearse por los aires.

SpinneretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora