Hayden, un chico guapo, carismático y algo popular, es partícipe de un castigo que le imponen sus padres quitándole el celular y por ende su cargador.
Él, adicto al aparato, se ve obligado a conseguir un nuevo celular y un nuevo cargador...
Cuyo ca...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Siento la mala corazonada al ver a Riley caminar por los pasillos de la escuela y con un semblante serio sin hablarme. Tal y como lo llevábamos antes de hablarnos. Serios y sin conocernos. Aunque medité durante la noche lo estúpido que podría estarme viendo con este comportamiento inmaduro. Como no me habla, forjé la cerradura muchas veces para sacarle el cargador a Riley de su locker a escondidas. Regresándolo después de cuarenta minutos ya con la batería de mi celular llena.
—¿Entonces él es Robbie Price? —señalo a un chico de playera rayada con colores amarillo, rojo y azul. Su cabello es rizado y esponjado, hablando animadamente con una chica de cabello de colores.
—Sip —se interpone mi Ethan en mi camino—. ¿Ya confirmarás que estás celoso de él? —niego con los brazos cruzados.
—Supéralo amigo. Riley ni me habla...
—¡Entonces si te hablara, estarías celoso! —apunta con el dedo.
—No Ethan —respondo con fastidio, quitando su señalamiento de mi vista—. Nada más lo que te dije en mensaje. Escuché ayer en la cafetería que Robbie se animó a invitar a Riley para salir algún día. Y como no me sonaba su nombre, quería averiguarlo.
—Yo no averiguaría el nombre de un chico si tuviera contacto con Libby nada más por saber quién es —se cruza de brazos y sigue su caminar.
—Pero aquí la diferencia es que Libby es tu novia, Riley sólo me presta su cargador —Ethan está por contestarme a eso, pero me apresuro a retomar la palabra. Además, yo no sé qué traes. Primero me dices por mensaje que debo de dejar de hablarle a Riley para estar bien con Josie, y ahora quieres emparejarme con Hughes. No te entiendo.
Ethan hace una mueca sobre su cara horrorosa. Sabe que he dado en el clavo y que prácticamente por culpa de él es que estamos así. Riley y Libby pasan a nuestro lado para la salida, duele cuando Riley saluda a mi amigo, pero no al maravilloso y estúpido de Hayden Jones. Al notarlo, Ethan suelta una bulla que solo para cuando le tapo la boca con mis dos manos.
—Ya cállate —el chico pasa la lengua sobre mis manos, que provocan soltarlo de inmediato, limpiándome la baba sobre su playera y no en la mía—. Eres asqueroso.
—Y tú un mentiroso.
Nicole, la chica que me asignaron en lugar de Riley, es alguien chaparrita en exceso. Es buena en matemáticas y química pero mala para literatura y geografía. Sólo tiene a una amiga, y la mayor parte del tiempo la pasa auto poniéndose problemas de números y letras, como si eso fuera divertido para un pasatiempo.
Nicole para empezar ni siquiera esperó a que yo saliera de la escuela para irme junto a ella y saber dónde vive. En cambio me manda un mensaje diciéndome que ya estaba en camino a su casa que porque le andaba del baño y tenía hambre. Me mando su ubicación y mi amigo, como buen pana, me lleva en su auto dejándome ante una casa de un piso con ladrillos puros en las paredes y una puerta blanca con mosquitero oxidada. El jardín está descuidado y algo amarillo, y el pavimento que encamina a la entrada, tiene el cemento curtido en muchas direcciones.
