Hayden, un chico guapo, carismático y algo popular, es partícipe de un castigo que le imponen sus padres quitándole el celular y por ende su cargador.
Él, adicto al aparato, se ve obligado a conseguir un nuevo celular y un nuevo cargador...
Cuyo ca...
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A la hora de la salida, he visto a Hayden dirigirse a toda velocidad hacia Josie. El chico lleva una camisa abotonada con las mangas subidas por los codos y lo que era antes su peinado, ya no lo es más. Ahora su cabello es todo un lío. Sin embrago, lleva consigo una rosa. Alzo una ceja.
—¿En serio me hizo caso?
Libby que está parada a lado mío, observando lo que próximamente será una escena de lo más cursi que yo haya visto en persona. Al oírme, se gira con ojos abiertos exageradamente.
—¿Que él qué? —suelta. Le tapo la boca para evitar que vuelva a alzar la voz así.
—Cállate —retiro la mano antes de que me la lamba—. Ayer Hayden me preguntó que quería hacerle saber a Josie que le gusta. Así que sólo se me ocurrió la idea de una rosa. Un papel que diga "Me gustas", o algo así. Y ya.
Libby me jala junto con ella a paso apresurado para quedar con buena vista a la escena de Hayden donde ya varios empiezan a rodearlos. Ethan al vernos hace lo mismo y se acerca para quedar los tres juntos.
—Ayer me la pase en su casa todo el día, dándole ideas para declarársele a Josie. Y llega Riley con esto tan sencillo —hace una pausa y se toca el pecho—. Me ofendes Riley.
Bien. Ahora me siento como la estúpida cursi a la que Hayden le hace caso a todo. Quisiera ver qué hace si le dijera que puede bañarse con leche de burra para atraer a una rubia cuyo nombre empieza con J. Me doy una palmada mental.
—Vaya, vaya —Libby se gira a verme con los brazos cruzados sobre su pecho—. Así que llega Riley de la nada a darle ideas y ordenes a Hayden y éste le hace caso. Interesante —soba su barbilla.
—No chicos. Yo solo le di una idea tan tonta como esta. El que me haya obedecido es otra cosa —frunzo las cejas a lo serio e intento controlarme para no sonrojarme frente a ellos.
Antes de que alguno de los dos pueda hablar más, Hayden interrumpe, empezando a hablarle a Josie quien hasta hace poco estaba con sus amigas en uno de sus lockers.
—Josie —el chico esconde la rosa por atrás. Sin embargo, gracias a esto podemos ver que el chico tiembla como si hubiera visto un fantasma—. Quisiera. Ya sabes, ver si... ¡esto! —saca la rosa de repente.
Ahí va otra palmada mental. Si este chico dice que fue mi idea, lo negaré.
De la rosa cuelga un papel. No dudo en saber qué dice. Pero a distancia se ve el papel mal recortado y doblado, pegado con una simple tira de cinta adhesiva.
Las amigas de la rubia ríen con disimulo. Una de ellas mira la escena con ternura. Y Josie mira con sorpresa. Sin embargo, toma la rosa y quita el papel colgante de ahí. Lo lee y sonríe con evidencia felicidad. Se limita a asentir. Todos los que estamos viéndolos a excepción mía, aplauden.
