Carl Grimes ▪ Pesadillas

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Narra Becca:

Llevaba con el grupo desde la granja. Era prima de Maggie y Beth, y había logrado ser una de las pocas sobrevivientes de la familia Greene. Me llevaba muy bien con ambas. Antes, cuando no había caminantes, solíamos hacer pijamadas en el granero y contarnos secretos; nos quedábamos despiertas hasta la madrugada y ese hábito no cambió después de lo que pasó. Al principio lo seguíamos haciendo junto a alguna fogata. Luego, en la prisión, íbamos a alguna de las celdas vacías o nuestras o nos quedábamos en el comedor.

Había conocido al resto del grupo cuando Rick llegó a la granja con un niño herido en brazos. En ese entonces tenía 12 años, y me alarmé muchísimo cuando vi toda la sangre que había perdido el niño. Hershel, mi tío-abuelo pudo ayudarlo a sobrevivir, pero necesitaba sangre para poder recuperar la que había perdido, ya que estaba muy débil. Por suerte, el niño y Rick tenían el mismo tipo de sangre que yo, así que cuando su padre estaba muy anémico yo me ofrecía para reemplazarlo y ayudar al niño, que para ese momento sabía que se llamaba Carl.

Poco a poco fueron llegando más miembros del campamento de Rick y Carl, y me fui acostumbrando a su presencia, demasiado diría Hershel. Me familiarice con ellos rápidamente, eran buena gente y nos llevábamos muy bien. Pasaba mucho tiempo con Glenn y con Rick, también con Carol, me recordaba a mi madre. Pero pasaba mucho más tiempo sentada junto a la cama en la que reposaba Carl. Me había encariñado fácilmente y era lindo a mi parecer, aunque todavía no lo había visto despierto.

Una vez que despertó, el tiempo pasó más rápido. Se despertó en presencia de Rick mientras yo alimentaba gallinas y, en cuanto me enteré, salí corriendo para poder estar allí. Me miró confundido ya que no me conocía, pero fue fácil arreglar eso.

Como dije, el tiempo pasó muy rápidamente y nuestra relación se hacía más fuerte. Descubrí que le gustaban los cómics y los videojuegos antes de que esto pasara, también me enteré que le llevaba unos meses, ósea que yo era mayor que él. Me burlaba de eso a veces, por alguna razón le molestaba pensar que yo era más grande que él.
Cuando ocurrió lo del incidente de Sophia, se enojó muchísimo conmigo, hasta que se dio cuenta de que jamás sabría algo así, y que de haberlo sabido se lo hubiera dicho.
Pasaron alrededor de dos o tres años de eso, Judith nació y tuve que presenciar la muerte de la madre de Carl. Lo apoye todo lo que pude en esos momentos, no creo que sea algo que vaya a superar.

...

Las cosas van bien en la prisión, sigo haciendo pijamada con mis primas, pero son menos frecuentes porque hay más gente en el lugar y despertamos a las familias con nuestras risas. Así que las pijamadas con Maggie y Beth fueron sustituidas por largas charlas de madrugada con Carl, con quien compartía celda.

Nos quedábamos hablando por horas, de cómo nos sentíamos, de que hubiera pasado si las cosas fueran distintas, de sí nos hubiéramos encontrado si todo esto no hubiese pasado, nos hacíamos preguntas existenciales que nos dejaba despiertos hasta las 3 de la mañana.
Mi problema es que últimamente tengo pesadillas, constantemente. Y cada vez es más recurrente una en particular. Nos veía a Carl y a mí, el resto del grupo estaba en la distancia. Estábamos corriendo con él, jugando a atraparnos, y cuando lo estaba por alcanzar una bala atravesaba su cabeza por el costado. Cada vez despertaba más agitada, trataba de no despertar a Carl, pero me era imposible. Cada vez que tenía esa pesadilla tenía la necesidad de asomar mi cabeza para ver que él estuviera bien.

Empecé a tenerle miedo a la almohada, no quería dormir porque no quería soñar eso. Tenía miedo de que se convierta en realidad...
Todo esto se potenciaba más con los sentimientos que estoy desarrollando por Carl, cuando estamos muy cerca mi corazón se acelera y desde que lo conocí siempre me pareció atractivo. El verlo morir de esa forma en mis sueños me estaba matando.

...

Maggie: - Yo creo que deberías decirle lo de las pesadillas para empezar, y también lo de que te gusta, no puedes seguir así Becca.

Beth: - Maggie tiene razón. Cada vez tienes más ojeras, no estás durmiendo y es peligroso. Sabes que necesitamos que todos estén al cien por ciento, sacar a los caminantes de la alambrada no es fácil, y las otras tareas tampoco. Además, te estás haciendo daño, no puedes no dormir- Beth acarició mi mejilla tratando de consolarme.

Lágrimas habían empezado a caer por debajo de mis ojos, sentía el gusto salado sobre mis labios. Si mis ojos ardían por la falta de sueño, ahora estaban peor.
Maggie y Beth estuvieron tratando de calmarme, me recosté sobre las piernas de Maggie que me agarraba la mano mientras Beth acariciaba mi cabello corto y me cantaba.
...
Desperté en mi celda, en la cama de Carl, tapada hasta la nariz. Él estaba a mi lado extrañamente, pero me daba la espalda. Nuestros dorsos estaban pegados. Traté de darme la vuelta sin despertarlo para poder verlo (aunque sea por atrás). Su pelo había crecido considerablemente y se veía suave, me provocaba querer acariciarlo y no pude contenerme. Alce mi mano y enrolle un mechón de pelo entre mis dedos para después dirigirlos al cuero cabelludo y volver a bajarlos. Seguí así por un rato hasta que noté que la cabeza de mi compañero empezó a moverse, buscando más de mis caricias. Lentamente, Carl se dio la vuelta y abrió sus ojos como si le pesaran los párpados, y me sonrió de una manera que hizo que me derritiera ante él. Alce mi mano nuevamente para acomodar su flequillo y seguir acariciando su cabello, y luego deje reposar mi mano en su mejilla pasando a dar suaves caricias sobre ella.
Carl: - Buenos días - me sonrió nuevamente.
Me concentré en contar sus diminutas pecas y luego pasé a sus ojos, que eran tan celestes e hipnóticos que me quedé meditando un buen rato hasta que pude articular una palabra.
Becca: - Hola- sonreí involuntariamente.

Él volvió a sonreír y se acercó más a mí, para poder apoyarme sobre su pecho. Paso sus manos por mi cintura y las dejó reposar ahí. Cerré los ojos nuevamente.

Carl: - Beth y Maggie te trajeron por la madrugada, se notaba que habías estado llorando... ¿Quieres hablar de eso?

Volví a abrir los ojos con dificultad, subí ligeramente mi cabeza para poder mirarlo y él la bajó con el mismo propósito. Asentí y volví a bajar la mirada.

Becca: - Hace unas semanas que vengo teniendo una pesadilla en particular... Me da miedo dormir, porque no quiero volver a tener esa misma pesadilla. Todos los días sueño que jugamos a perseguirnos y que, cuando te logro alcanzar, alguien te dispara en la cien. - Las lágrimas ya se hacían presentes nuevamente. Carl pasó su mano suavemente por mi barbilla y limpio la humedad de mi rostro. - Tengo miedo de perderte Carl, no quiero hacerlo. Te... Yo te quiero...

Él dirigió su pulgar a mi mandíbula para alzarla y que pueda mirarlo. Paso ambas manos por mi cara para poder secarme y beso mi frente suavemente.

Carl: - Yo también te quiero. Demasiado... No voy a morir, no voy a alejarme de ti. Tu probablemente salvaste mi vida, tu sangre es mi sangre. Solo es una pesadilla, no es la realidad. Yo estoy aquí, contigo y no me voy a alejar.

Beso mi mejilla izquierda mientras yo seguía sollozando, beso mi otra mejilla, mi frente, mi nariz, mis párpados cerrados, mi cabeza y mandíbula. Beso cada centímetro de mi cara y luego unió nuestros labios suavemente. Sentí la mezcla de sus dulces labios con lo salado de mis lágrimas y enterré mis dedos en su cabello nuevamente mientras sus manos se colocaban a los lados de mi cara.

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Espero que les guste, esto no es un pedido bue, salió de mi cabeza ahr😁
Si tienen algún pedido, pueden hacerlo. Tienen que ser explícitas con respecto al contenido📖
Gracias por leer🤗
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