The Walking Dead🔸OneShots-Imaginas

Carl Grimes ▪ Compañía Nocturna (P2)

Advertencia: Smut

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Narra Riley:

El sol de la madrugada iluminó mi rostro, haciendo que despertará. Abrí los ojos y me acostumbré a la claridad que entraba por la ventana, y me sentí en paz por primera vez en mucho tiempo.

Traté de estirarme, pero sentí un peso sobre mi cuerpo y reparé en la presencia del chico de pelo largo junto a mí. Carl me tenía abrazada desde la cintura con ambos brazos, al estilo koala, y su rostro escondido en mi nuca, por entre mis cabellos. Con delicadeza, me moví para poder quedar frente al chico que me aprisionaba entre sus brazos. Al parecer mi cabellera le hizo cosquillas porque hizo una cara extraña y parecía dispuesto a despertar. Me reí en voz baja por su mueca y corrí todos los pelos que molestaban entre nosotros; lo observé dormir, contando sus pecas y viendo sus largas pestañas alumbradas por el sol mañanero. También su pelo largo, que se encontraba mucho más despeinado que de costumbre. Inevitablemente, pase suavemente mi dedo índice por su tabique hasta la punta de su nariz, provocándole un cosquilleo. Ante mi contacto, Carl arrugó la nariz y pasó su mano sobre esta, soltando un lado de mi cintura, que aún seguía siendo sostenida por su otro brazo.

Poco a poco fue abriendo los ojos, mostrándome esos lindos orbes celestes. Miro la habitación y la ventana, tratando de despertarse, para luego enfocarse en mí. Me sonrió tímido y yo correspondí al gesto. Todo iba bien hasta que nos dimos cuenta de que ambos estábamos acurrucados en ropa interior. La sangre se me subió rápidamente y quede hecha un tomate. Carl estaba igual que yo, pero su mano aún se mantenía firme en mi cintura. No era lo mismo que anoche en la oscuridad, ahora estábamos ambos expuestos ante el otro, y a plena luz. Lo miré avergonzada, tratando de tomar un poco de distancia.

Evito mi mirada y se levantó suavemente, tratando de no destaparme. Se sentó en el colchón y se estiró soltando un fuerte suspiro. Estaba de costado, apoyada sobre mis brazos mientras lo veía. Miraba como buscaba la ropa que estaba toda esparcida por el suelo; Observaba cada uno de sus movimientos. Como se agachaba para tomar su camiseta y sus vaqueros, cuando comenzó a vestirse, su pelo cayendo sobre sus hombros desnudos aún. Nunca había prestado atención a su aspecto y ahora me daba cuenta de cuán atractivo era. Reaccione cuando Carl se dio la vuelta y sonrió burlón al darse cuenta de cómo lo miraba. Me di la vuelta rápidamente, completamente roja. Tome la decisión de levantarme, aunque estuviera semidesnuda. Quería ver su reacción... él tenía todo el derecho de levantarse semidesnudo, así que yo igual. Estaba de espaldas al castaño, y comencé a recoger mi ropa con parsimonia; Notaba su mirada clavada en mí. No era una modelo, pero en este mundo los estereotipos se quedaban cortos, tenía muslos amplios y me sentía orgullosa de mi trasero. Del resto del cuerpo no podía decir mucho, la verdad era que no estaba conforme.

Empecé a vestirme, contoneándome ligeramente mientras Carl me veía. Estaba por ponerme mis vaqueros cuando sentí su presencia junto a mí. Sus dedos se acercaban a mi cintura, como pidiendo permiso, para bajar lentamente hacia mi cadera y sostenerse allí. Todo su peso se colocó sobre mi espalda y su barbilla bajo al hueco de mi hombro. Su cabello me hacía cosquillas y corrí mi cabeza hacia el lado opuesto, para darle más espacio a él. Carl, suavemente, se acercó más a mi cuello y posó su rostro contra este, corriendo mi cabello, y besando inocentemente mi piel sensible. Ni bien se desprendió de mi cuello, di vuelta el rostro para poder verlo. Estaba con las pupilas dilatadas, se encontraba totalmente rojo y mordiendo su labio nerviosamente. Bese, sin poder contenerme, la comisura de sus labios. Al ver que no ponía resistencia, pase a sus labios. Mis carnosos labios hicieron contacto con los suyos en un piquito. Me separe sin abrir los ojos para sentir su boca nuevamente sobre la mía. Me besaba con más intensidad y abrazaba firmemente mi cintura, como si su vida dependiera de ello. Se separó de mí, agitado, dejándome con ganas de más.