↳ 𝐜𝐮𝐭𝐞 𝐚𝐟

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Lucas aún no se terminaba de creer lo que había sucedido esa tarde.

Se encontraba en el asiento trasero del auto del padre de Yoon, rumbo hacia la plaza, tal cuál se había dicho. Dowoon estaba al volante, con Jae como copiloto y encargado de seleccionar la música en la radio, Keon Hee se hallaba siendo ruidoso y contando chistes ciertamente algo malos, y Yuchan, a la derecha de Lee, le pedía amablemente que cerrara la jodida boca o lo tiraría a la mitad de la carretera y le escupiría un ojo.

Bueno, ya se veía venir que un paseo muy tranquilo no iba a ser.

Afortunadamente, había llevado sus audífonos consigo, los conectó a su teléfono y le avisó a Kang, por si a las dudas, que estaría escuchando música durante al camino, no quería ser descortes con sus hyung, o lucir como un amargado desconectado de todo y encerrado en un par de audífonos sin ser partícipe de su charla espontánea, Yuchan comprendió y asintió. Yukhei a penas se los colocó, se empezó a reproducir automáticamente "Like a stone" de Audioslave. Inmediatamente, el compás tranquilo y a la vez marcado, comenzó a relajarle, logrando que inconscientemente, su pié comenzara a marcar el tiempo, dejándose envolver por sus pensamientos un rato, olvidándose de su al rededor y el ruido de éste. Pronto, no había sonido más allá del ritmo de una batería, y un canto de fondo relatando una trágica historia, no había más allá del cielo que observaba a través de la ventana, ni un fin para las nubes que se hacían presente en éste, sólo estaba su mente en blanco, descansando, simplemente dejando a su cuerpo relajarse y amoldarse al asiento del auto, respirando calmadamente una, dos, y tres veces.

Su mejilla se apoyaba de sus nudillos, así manteniendo su rostro en el ángulo perfecto para que sus ojos pudieran apreciar el extenso azul, logrando que todo pensamiento se disipara, Lucas consideraba que esa era de las mejores, por no decir que la más perfecta, manera de relajarse y distraerse del mundo. Le gustaba perderse entre las melodías y letras de una canción, sin pensar en nada, o tal vez reviviendo recuerdos cualquiera. Fuera lo que fuera, siempre terminaba en un tren de pensamiento que nunca solía llevarlo a ningún lado, eso era común, realmente no se esmeraba en revivir ninguna sensación en su mente más que de tranquilidad.

Sólo existían notas y melodías en su cabeza.

Posteriormente, su cabeza por sí sola había comenzado a reanimar todo su día nuevamente paso a paso en su cerebro, proyectando las imágenes de él saludando a sus amigos, aquéllos con los que se encontraba ahora, las monótonas clases, el sonido de la campana, pasos de un lado a otro. Cuando finalmente, en una de las últimas estaciones de aquél tren de recuerdos, había aparecido el delicado rostro de un pelirrojo, unos lindos ojitos le miraban con pequeños destellos húmedos en ellos, y una sonrisa se instalaba en aquélla pieza de arte.

Lucas no supo en qué momento había sonreído por esa imagen, pero no detuvo a su imaginación.

Recordaba una voz perteneciente al mismo menor, dulce, suave, se sentía que acariciaba sus oídos incluso en sus pensamientos. La sensación de paz se transformaba en un revoltijo en su estómago, aquél sentimiento de ternura había vuelto con el sólo reflejo de su imagen en su cabeza. Yukhei sentía que podía tocar ese recuerdo con la punta de sus dedos, al punto de llegar a rozar una de las mejillas del pequeño Seungmin, que perfectamente podría palmear su lacia y rojiza cabellera, esa que no llegaba más arriba de su mentón.

A Wong le parecía que aquél menor era adorable, sin duda alguna. Su forma de protegerlo, sus gestos; desde su rostro hasta la punta de esos deditos, Seungmin había producido una atracción palpable en Yukhei. Y no podía negar que eso de alguna forma también le agradaba.

Quería acercarse nuevamente al pelirrojo.

La sensación de que el automóvil se había detenido reventó de inmediato aquélla burbuja en la que había estado escondido todo ese tiempo, volteó hacia los lados, encontrando a un Yuchan que le avisaba que ya habían llegado a la plaza, mientras la puerta yacía abierta, y llegaba a observar a Keon Hee en el exterior estirandose y refunfuñando cosas sin sentido.

No podía ser que el tiempo se pasara volando, él a penas y había escuchado como dos o tres canciones en el trayecto, pero de igual forma, no es que se estuviera quejando, a fín de cuentas había aceptado muy gustoso la invitación de sus mayores, al igual que a las últimas cuatro salidas que habían hecho todos juntos, siendo la última aquélla donde Jae había caído del carrito de compras. Realmente esperaba que ésta no se descontrolara demasiado, aún tenía pensado seguir frecuentando aquél sitio y no quería que los terminaran echando a patadas.

Al bajar del auto, lo primero que presenció fué a Jae saludado fraternalmente a Wonpil, junto a un peliazul, Geon Hak.

Yukhei tragó saliva duramente al ver al mayor de los Kim acercarse en su dirección. Pensaba que podía seguir molesto por lo sucedido esa tarde, pero grata fué su sorpresa al recibir un abrazo como el que le regalaba a los otros mayores, seguido de una sonrisa genuina pero tranquila en su rostro.

  - Xuxi, ¿qué tal? - preguntó amigable el pelirrojo, separándose de su abrazo.

  - Estoy bién, hyung, ¿y usted? - regresó la pregunta amablemente, brindandole una de sus mejores sonrisas de "Lo siento, no quise ahogar a tu hermanito"

  - Muy bién, a decir verdad, quería decirte algo - Wonpil pareció reflexionar unos segundos antes de soltarlo - en serio quería disculparme por mi actitud de hace rato, en la universidad, ya sabes - el mayor formó una leve mueca que denotaba su vergüenza - sobreactué demasiado, no quiero que tengas esa impresión mía, y la idea tampoco es que te sientas incómodo con nosotros o conmigo aquí.

Wong sintió que respiraba mejor luego de sus palabras, Wonpil le sonreía de manera genuina, y aquéllo le inspiró más confianza. Definitivamente gradecía que Kim no fuese muy rencoroso.

  - Así que pués, quería pedirte una disculpa, Xuxi, espero estemos bién - el mayor extendió una mano en dirección a Lucas, pidiéndole amablemente hacer las pases. Yukhei la estrechó de inmediato, igual de sonriente que el pelirrojo.

  - Descuide, hyung, estamos bién - el castaño palmeó amigablemente el hombro de Kim, y supo que en definitiva estaban en buenos términos.

Eso bién podía ser un punto a favor en el futuro, o simplemente nada.

Pero Wong quería ser algo más optimista, y creer que eso significaba estar un paso más cerca de Seungmin.

ゞChᥱrrყ boყ % 𝙻𝚄𝙼𝙸𝙽 ꒷꒦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora